1. Desactivar el indexado en Windows Search: eso evitará que Vista esté constantemente registrando tus ficheros para que luego las búsquedas sean más rápidas. Obviamente eso impide que los resultados aparezcan instantáneamente, pero si dispones de particiones que no quieres indexar puedes desactivar esa opción. En las propiedades de cada partición es posible desactivar la casilla.
2. Desactivar la Compresión Remota Diferencial: otra idea genial de Microsoft para evaluar los cambios entre máquinas en una red a la hora de sincronizar transferencias de forma óptima. En realidad lo único que hace es molestar - por lo menos, en los casos que yo conozco - así que lo mejor es que os carguéis esa opción. A algunos incluso les sirve para acelerar por ejemplo la transferencia local de archivos, algo que yo no he conseguido resolver aún. Para eliminarla: Panel de Control, Vista clásica, Opciones de programas, elegir “Activar y desactivar opciones” y bajar hasta encontrar “Compresión remota diferencial” para desactivarla.
3. Windows Defender a tomar viento: Aunque hayamos desactivado los servicios automáticos Defender seguirá molestando, así si os lo queréis quitar de enmedio id al Panel de Control -> Windows Defender -> Herramientas -> Opciones y deshabilitad la casilla Autostart en la parte inferior de la ventana.
4. Deshabilitar la desfragmentación automática: es bueno defragmentar de cuando en cuando, pero Vista siempre está en ello, así que podemos dejarlo en ‘piloto manual’ para encargarnos nosotros. Para ello seleccionamos en cada partición con el botón derecho la opción Herramientas y desactivamos la casilla “Ejecutar de manera planificada”. ¡Pero luego acordaos de desfragmentar de cuando en cuando!
5. Añade una llave USB de 2 Gbytes y activa ReadyBoost: Esta opción yo no la recomiendo yo - y no soy el único -, pero si tenéis un equipo algo cortito y una llave suelta, puede que si ganéis algo de rendimiento. Si la máquina está bien (gama media alta), olvidaos de notar un impacto grandioso.
6. Desactivar la hibernación: como todo lo que no utilicéis, lo mejor es quitároslo de enmedio. Y a no ser que seáis usuarios de portátiles - o quizás en Media Centers -, lo de hibernar el equipo no tiene mucho sentido, con lo cual yo me quitaría este componente. Para ello Panel de Control -> Opciones de energía -> Cambiar configuración del plan y ahora pinchar en el enlace “Cambiar la configuración avanzada de energía“. Después desplegar el apartado Suspender -> Hibernar tras y mover el selector a 0, para luego pinchar en Aplicar. No obstante, no es un servicio que afecte demasiado al rendimiento final, ya que únicamente se accede a memoria cuando se va a hibernar, así que… vosotros mismos.
7. Desactivar la restauración del sistema: el análisis y creación de puntos de restauración consume muchos recursos, pero también es cierto que si os cargáis esto y luego se cuelga el sistema no podréis volver a acceder a un estado anterior. Así que vosotros mismos, como dice el autor. Para quitarlo: Panel de control -> Sistema, y en la parte izquierda seleccionar el enlace “Protección del sistema“. Allí tan sólo bastará desactivar la casilla de la partición de sistema, que es donde se realizan las copias de restauración, y una vez hecho eso aceptamos la confirmación final.
8. Desactivar UAC (User Account Control): No es que afecte al rendimiento, pero sí a la usabilidad, y además, no impone una barrera demasiado efectiva si sois los únicos usuarios de vuestra máquina - y sobre todo, si tenéis el inicio de sesión automático con vuestra cuenta con privilegios. Así que lo suyo es quitar los molestos mensajitos y así nos ahorramos ventanucos. Para ello Panel de Control -> Cuentas de usuario -> Activar o desactivar el Control de cuentas de Usuario y desactivar la casilla de UAC. Se nos pedirá que reiniciemos para activar definitivamente el cambio.
9. Desactivar servicios de Windows que se lanzan automáticamente: al igual que ocurre en XP, en Vista existen una serie de servicios que no son necesarios en muchos casos y podremos desactivar. Para ello Windows+R (o bien Inicio -> Ejecutar) -> Escribir “services.msc” -> Enter -> y en la lista de servicios comprobar cuales creemos que no necesitamos, para deternlos y ponerlos en estado “Desactivado” en sus propiedades. Por ejemplo: Offline Files, Tablet PC Input Service, Terminal Services, Windows Search (si habéis deshabilitado el indexado) y Fax.
10. Quitar otros servicios que sobran: además de los servicios automáticos de los que ya hemos hablado, es posible quitar ciertas características. Para ello Panel de Control -> Programas y características. En el panel izquierdo podremos activar o desactivar características, y aquí el autor recomienda por ejemplo desactivar los siguientes: Servicio de indización (si habíamos eliminado el indexado previamente), Compresión Remota Diferencial, Tablet PC Optional Componentes, Windows RDF Replication Service, Windows Fax&Scan, Windows Meeting Space.
Otro truquito útil extra que he encontrado: cambiar el botón de apagar el PC. Cuando quieres apagar Vista lo que te aparece es el de Suspender (y tienes que meterte en el menú de la derecha para apagar), y para cambiarlo podéis seguir esta pequeña guía. Que básicamente te dice que vayas a Panel de Control -> Opciones de energía -> Cambiar la configuración del plan -> Cambiar la configuración avanzada de energía -> Botones de encendido y tapa -> Botón de encendido del menú de Inicio, y ahí cambiar el botón a Apagar en lugar de Suspender. Uf.