Treintañeros gafapastas, freakies, poppies y piterpanes en general tienen hoy motivos sobrados para recrearse en la nostalgia y posponer su madurez un día más: hoy se celebra el vigésimo cumpleaños de la Game Boy, la reina de las ventas de consolas de 8 bits. La consola portátil de Nintendo apareció en Japón tal día como hoy de 1989 y, gracias a sus títulos, se convirtió en una de las plataformas más vendidas de la historia, a pesar de la publicidad fraudulenta (sólo cabía en el bolsillo si eras uno de esos niños que a los diez años ya visten con ropa holgada de hip hop y además tenías un trasero de dimensiones considerables para tu edad) y sus absurdos accesorios (¿alguien recuerda aquella lupa ortopédica que se acoplaba a la pantalla?). Podríamos decir aquello que se dice siempre por los cumpleaños: sigue tan en forma como el primer día. Pero, para qué negarlo, es una consola y, en la revolución informática, ya se sabe: te quedaste desfasada a los dos días de nacer. Eso sí, pasados veinte años, te recordamos con cariño. Un aplauso.