Virginia Vallejo - Amando a Pablo, Odiando a Escobar

A m a n d o a P a b l o , O d i a n d o a E s c o b a r


V i r g i n i a V a l l e j o





"A MIS MUERTOS, A LOS HÉROES Y A LOS VILLANOS.
TODOS SOMOS UNO, UNA SOLA NACIÓN.
SÓLO UN ÁTOMO RECICLÁNDOSE AL INFINITO
DESDE SIEMPRE Y PARA SIEMPRE."






De “Los días de la Inocencia y del Ensueño”


“Los colombianos que pagan impuestos dicen orgullosamente que - ¡por fin! - el país está cambiando y se va acabar tanta corrupción, porque ya no aguantábamos más, nos estábamos "mexicanizando" y la imagen de Colombia estaba por el suelo. Los grandes capos huyen en estampida hacia algún lugar que - se rumora - podría ser Panamá, porque allá es donde tienen la plata guardada para que no se la confisquen los gringos. Se da por sentado que los Estados Unidos van a invadirnos para poner una base naval en la Costa Pacífica, porque el Canal de Panamá se está secando y hay que ir pensando en su reemplazo y en destapar el Darién para construir la Autopista Panamericana desde Alaska hasta la Patagonia; y también una base militar en la Costa Atlántica, igualita a Guantánamo, porque la guerrilla está cogiendo tanta fuerza que todos nuestros vecinos - ¡qué vergüenza! - ya dicen que sus países se les están "colombianizando". La nación está enardecida, los ánimos caldeados y todo el mundo entiende que la gente decente está a favor de ambas bases, porque el 60% que está en contra es o narcotraficante o comunista.”



De “Los días del esplendor y del espanto”


“Los tanques comienzan a disparar y las emisoras radiales a transmitir la voz del magistrado Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia y también de la Sala Penal que aprobó la extradición de colombianos hacia Estados Unidos unos años atrás, suplicando al presidente de la república que detenga el fuego porque van a terminar matando a todo el mundo, pero sus llamada son atendidas por el director de la policía. Las históricas palabras del joven coronel Alfonso Plazas de la Escuela de Artillería a un periodista allí presente, definen el momento:

- ¡Aquí defendiendo la democracia, maestro!

Y en América Latina, cuando un jefe de estado da a los militares carta blanca para que defiendan la democracia, éstos saben exactamente lo que tienen que hacer y lo que pueden hacer: desquitarse a sus anchas de todo aquel odio visceral acumulado durante lustros o décadas de lucha contrainsurgente, dejando de lado - ¡por fin! - todas aquellas restricciones que pretendían imponerles las leyes diseñadas por los hombres civilizados para la protección de los ciudadanos inermes. Y con mayor razón cuando en el Palacio de Justicia colombiano - al lado de todos esos expedientes como directorios telefónicos que contienen el pasado judicial de Escobar y de sus socios - reposan otras cuantas cajitas con 1.800 procesos contra el ejército y los organismos de seguridad del estado por violaciones de los derechos humanos. El voraz incendio que, de forma inexplicable, se desata en el palacio a las seis de la tarde acaba de una vez por todas con el problema de una docena de extraditables. Pero, sobretodo, con el de varios miles de militares.”




Las familias de los presidentes López y Santos, que se reparten las embajadas y los grandes cargos públicos mientras a través de sus medios de comunicación ordeñan las pautas publicitarias del estado, están dejando el trabajo sucio en manos del general Miguel Maza Márquez, director del servicio secreto colombiano y encargado de la protección de los candidatos; el director del DAS, a su vez, está dejando el trabajo sucio en manos de Inteligencia Militar del Ejército; y el B-2 está dejando el trabajo sucio en manos de “El Mexicano” Gonzalo Rodríguez Gacha, el mismo que ya ha exterminado a centenares de activistas de la Unión Patriótica. Para la pequeña colección de monarquías vitalicias y hereditarias que controlan tanto a la opinión pública como los recursos de la Nación, los grandes capos del narcotráfico están resultando el perfecto instrumento para eliminar a sus opositores sin mancharse las manos de sangre y para eternizarse en ese poder del que derivarán el sustento varias generaciones de su descendencia.”

De “Los días de la ausencia y del silencio”


“… y me pregunto si algún día yo también amaré con pasión o cantaré a esta tierra privilegiada donde he sido tan feliz y donde casi todos los sueños son posibles: la nación de la Estatua de la Libertad y del Gran Cañón del Colorado, la de Cahokia y California y New York, la de las universidades donde un centenar de premios Nobel enseñan a pensar a los futuros, la de los inventores y los arquitectos y los ingenieros visionarios, la de los gigantes del cine y la música y el deporte, la de los viajes a la Luna y el Hubble y la Sonda Galileo, la de los filántropos titánicos y las mil etnias y sonidos con los sabores de todos los rincones de la Tierra, la de los perseguidos de la raza humana y los emprendedores que un día llegaron hasta aquí con los bolsillos vacíos y la construyeron a punta de ambición y sacrificios con una idea obstinada metida en la cabeza, un sueño de libertad entre ambas manos y una canción de fe en el corazón.

Yo soy sólo uno de tantos refugiados que en un día cualquiera, pero histórico en sus vidas, huyendo de los enemigos o del hambre pusieron pie en sus playas. Y desde el lugar a donde llegué en un día inolvidable de 2006 pude por fin contar la historia de un hombre y una mujer de dos mundos opuestos que alguna vez se amaron con el fondo de un país en guerra, porque desde aquel donde nací - y que en ese día de julio tuve que dejar para siempre - me hubiera sido imposible comenzar a narrarla, terminar de escribirla o siquiera soñar con publicarla.”







Copyright © Virginia Vallejo 2007. Prohibida su reproducción, edición o traducción



Sinopsis

Pablo Escobar es quizás la mente criminal más completa, aterradora e influyente de tiempos recientes. Para darlo de baja en 1993 tras año y medio de cacería, fue necesaria una fuerza multinacional de ocho mil hombres con efectivos de los Navy Seals y la Delta Force de la Marina y el Ejército norteamericanos, la CIA, el FBI y la DEA, mercenarios alemanes, franceses e ingleses y un comando de la Policía colombiana especialmente entrenado con el único fin de darle muerte. Durante la década anterior, Escobar había puesto al Estado colombiano de rodillas mediante el asesinato de docenas de personalidades de la política y los medios de comunicación, casi mil Policías y funcionarios al servicio del Estado y también miles de ciudadanos inocentes víctimas del narcoterrorismo. Pablo Escobar es el criminal más exitoso de todos los tiempos, con una fortuna estimada - según Forbes y Fortune - en tres mil millones de dólares de 1984 y tres mil quinientos de1987, producto de su reinado al frente de la industria que hasta su muerte controló con puño de hierro como a una multinacional: la de la cocaína.

Virginia Vallejo descubrió a Pablo Escobar en 1982, siendo él todavía un Representante a la Cámara suplente y desconocido de treinta y tres años, oriundo de las clases populares de Colombia. Para cuando ella lo presentó en televisión en 1983, la estrella de la pantalla era una niña mimada de la alta sociedad que había sido cortejada por los cuatro grandes magnates del Establecimiento. Ella y Escobar se enamoraron, y él la introdujo a un mundo de impresionantes obras sociales cuya finalidad aparente era la erradicación de la pobreza absoluta en uno de los países más violentos y complejos de América Latina. En los años siguientes Vallejo aprendería de Escobar todo sobre el precio de los Presidentes, candidatos presidenciales, parlamentarios y militares de su país y el de los dictadores caribeños, y él aprendería de ella todo sobre el manejo del poder desde la perspectiva de la única mujer adulta y educada de toda su vida. En Julio de 2006, los Estados Unidos ofrecieron su protección a Virginia Vallejo, tras la oferta hecha por ella a la Fiscalía colombiana para testificar en los dos procesos criminales más importantes del último medio siglo en Colombia: el asesinato de un candidato presidencial y el holocausto del Palacio de Justicia que condujo a la muerte de varios magistrados de la Corte Suprema y la desaparición forzada de los sobrevivientes del incendio.

Amando a Pablo, Odiando a Escobar es la única visión íntima posible y, definitivamente, la más completa del legendario barón de la droga que alguna vez soñó con cambiar una sociedad injusta. Es la crónica de la metamorfosis de un idealista en terrorista desde la perspectiva de la mujer que él escogió para ser su pareja, testigo y biógrafo y que luego se convirtió no sólo en su más severo juez sino también en víctima suya y de sus enemigos. Es la historia del nacimiento y desarrollo del negocio más rentable de todos los tiempos en un marco de la más aberrante corrupción e impunidad, pero también un thriller que nos va conduciendo a través de todos los matices de intensidad que pueda tener la relación amorosa entre dos personalidades mediáticas que, por culpa de esa pasión convertida en odio, terminaron pagando el más alto precio desde las particulares circunstancias de cada uno.



Contenido


AMANDO A PABLO, ODIANDO A ESCOBAR
RANDOM HOUSE MONDADORI, SEPTIEMBRE 2007


INTRODUCCIÓN


PRIMERA PARTE

LOS DÍAS DE LA INOCENCIA Y DEL ENSUEÑO

El reino del oro blanco
Aspiraciones presidenciales
¡Pídeme lo que tú quieras!
¡Muerte a Secuestradores!


SEGUNDA PARTE

LOS DÍAS DEL ESPLENDOR Y DEL ESPANTO

La caricia de un revólver
Dos futuros presidentes y Veinte Poemas de Amor
La amante del Libertador
En brazos del demonio
Un lord y un drug lord
El séptimo hombre más rico del mundo
Cocaine Blues
¡No ese cerdo más rico que yo!
Bajo el cielo de Nápoles
Aquel Palacio en llamas
Tarzán vs. Pancho Villa
¡Qué pronto te olvidaste de París!
Un diamante y una despedida


TERCERA PARTE

LOS DÍAS DE LA AUSENCIA Y DEL SILENCIO

La Conexión Cubana
El Rey del Terror
Hoy hay fiesta en el Infierno