PADRENUESTRO


PADRE NUESTRO que en ti creemos, confiamos, pensamos y adoramos.

QUE ESTÁS EN EL CIELO y en el último rincón de nuestra vida.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE  por toda persona, sea rica o pobre,

para que sepamos valorar y cumplir tu Palabra.

VENGA A NOSOTROS TU REINO que está aquí, entre nosotros, un tiempo con todos y entre todos, que debemos ir haciendo realidad día a día.

HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, TAMBIÉN EN LA TIERRA para que la tierra sea paz y bien, para que el amor esté siempre presente en nosotros.

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DÁNOSLE HOY, a todos por igual, ricos y pobres, sin diferencias.

Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, perdónanos porque somos egoístas, porque nos puede la autoidolatría (y la autosuficiencia, y la autoprepotencia…).

ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES, aunque sea a regañadientes.

Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN del egoísmo, de los celos, la soberbia, la gula, la locura, el pasotismo y la incultura.

MÁS LÍBRANOS DEL MAL que hemos pasado, que hemos sufrido, contra el cual hemos luchado, que recibiremos y haremos en un futuro próximo.

AMÉN. Aquél que nos hace cómplices, hermanos, amigos, en el día a día, en el cansancio, en la alegría, en la tristeza y en la esperanza.

Amén para que siempre sea tu Palabra nuestra última palabra.