El texto fue entregado recientemente por un donante anónimo al Memorial del Holocausto en París y ha sido autenticado, anunció el domingo Serge Klarsfeld, célebre cazador de nazis y fundador de la Asociación de Hijos e Hijas de Deportados judíos de Francia.
“Se trata de un documento que establece el papel decisivo de Pétain en la redacción de ese estatuto y en el sentido más agresivo, revelando de esa manera el profundo antisemitismo" de Pétain, aseguró Klarsfeld.
Las anotaciones hechas con un lápiz por el “héroe de Verdún”, como se conocía a Pétain por su desempeño en durante la Primea Guerra, ponen de manifiesto la voluntad personal de ampliar y endurecer la política discriminatoria hacia los judíos que estaba prevista en el borrador.
Pétain decide por ejemplo que el estatuto se aplique a todos los judíos, franceses o extranjeros, mientras el texto original salvaba de esta política a “los descendientes de judíos nacidos franceses o naturalizados antes de 1860”. Con una tachadura, el mariscal excluyó a los judíos de la justicia y la docencia, privándolos además de la posibilidad de ejercer cargos electorales. Para que no quedaran dudas del sentido de su iniciativa, pidió que se añadieran en el Diario Oficial las razones de las medidas antijudías.
"El principal argumento de los defensores de Pétain era decir que él había protegido a los judíos franceses. Ese argumento cae", sostuvo Klarsfeld.
"El estatuto de los judíos es una medida específicamente francesa, espontánea. Los alemanes no pidieron a la Francia de Vichy que adoptase ese estatuto", añadió el abogado.
Hasta hoy, los historiadores contaban únicamente con un testimonio que daba cuenta de la responsabilidad de Pétain en el estatuto de los judíos, se trataba del ex canciller de Vichy, Paul Baudoin. El entonces funcionario escribió en un libro publicado en 1946 que en la reunión de dos horas en la que el consejo de ministros discutió la suerte de los israelitas, fue “el mariscal quien se mostró más severo. Insiste en particular para que la justicia y la docencia no contengan ningún judío”.
“El testimonio de Baudoin era contundente, pero se lo podía cuestionar. Ahora, tenemos la prueba definitiva de que el estatuto de los judíos es una medida francesa, espontánea. Los alemanes no habían pedido a la Francia de Vichy que adoptara este estatuto. Pero hubo una competencia entre el antisemitismo francés y el antisemitismo alemán”, declaró Klarsfeld.
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