Amputación de una pierna

¿Qué es una amputación?

Una amputación es la extirpación de una parte del cuerpo, en nuestro caso de la pierna, ya bien sea a nivel de los dedos, del tobillo, de la rodilla o de la cadera. 
Raramente se utiliza esta última a nivel de la cadera ya que se suele evitar el problema para que no sea necesario llegar a tales extremos.

¿Por qué se debe amputar una pierna?

Las razones por las que se suele amputar un miembro son:
  • Traumatismos graves o lesiones irreparables.
  • Infección grave en la pierna que no puede ser curada, generalmente cursa con gangrena.
  • Flujo sanguíneo inadecuado en la extremidad, generalmente cursa con necrosis del tejido.
  • Tumores malignos en la pierna que deben ser extirpados.
  • Quemaduras que ocupan una gran superficie y quemaduras por frío que son muy graves.
  • Trastornos congénitos, como que una extremidad no se hubiera desarrollado igual que la otra.
  • Heridas que no sanan y que, por lo tanto, pueden terminar en infección.

¿Se necesita realmente la amputación? ¿Cuánto ha de amputarse?

La amputación siempre se realizará como último recurso de tratamiento de las causas antes indicadas.
Se suele recurrir a la amputación cuando su médico no encuentra otra solución para abordar el problema. Antes de que esto ocurra, a usted ya le tendrían que haber indicado que la amputación era una posible solución.
La longitud de pierna que se amputa nunca es una cifra fija. Esto dependerá de hasta dónde llega su problema, del estado de la pierna que quedará y de la consideración propia del cirujano experto.
Siempre se debe dejar el mayor volumen de pierna residual (pierna que queda sin amputar) de forma que esta pueda garantizar el correcto riego sanguíneo y así evitar una mala cicatrización.

¿Cómo se realiza?

Para comenzar será anestesiado. Se utilizan dos tipos principalmente de anestesia: la general que lo dormirá por completo y la epidural para dormir sólo la zona de las extremidades inferiores y la cadera.
Se suele emplear la primera ya que, como es una operación considerada mayor, el paciente puede sufrir mareos o desmayos durante la intervención.
Una vez el paciente está dormido, se realizará una incisión transversal a nivel de donde queremos amputar la pierna, por ejemplo, por encima de la rodilla.
Una vez expuesta la zona, se deberán localizar las arterias y venas principales. Cuando las tenemos localizadas, se cortan los músculos y se ligan estas arterias y venas. Se corta el hueso o huesos con ayuda de una sierra especial. Se retira el trozo de pierna que ha sido amputada y se suturan los músculos al hueso restante y las venas y arterias. Se pule el hueso que queda para evitar que corte o desgarre las estructuras adyacentes. Finalmente se sutura la piel sobrante formando un muñón. Esto sólo se realizará si no hubiera infección. Si la pierna estaba infectada, no se podrá suturar la incisión y se deberá dejar expuesta para hacer los cuidados necesarios hasta que la infección haya desaparecido y se pueda formar definitivamente el muñón.
Es muy importante este último paso ya que cuanto mejor sea el resultado final del muñón, más facilidad tendrá el paciente a la hora de utilizar prótesis.