Almojábanas para mojar en el café de los recuerdos...
Receta #16: Mousse de café para recibir el Adviento
Mousse de café preparado con leche condensada, gelatina y por supuesto utilizando su ingrediente principal: el café. Pruébalo.
¿Qué es el mousse? (según Wikipedia)
Un mousse o espuma[1] es un preparado culinario de origen francés, cuya base es la clara de huevo montada a punto de nieve, o la crema de leche batida, los cuales le dan consistencia esponjosa. Los más conocidos son el mousse de chocolate y el mousse de frutas, aunque también gocen de mucha fama los mousses salados como el mousse de espárragos o el mousse de salmón.
La textura diferencial del mousse se debe a las claras batidas a punto de nieve y su mezcla con la crema base de la que se parte. Es este merengue lo que confiere al mousse esa textura tan característica de diminutas burbujas. De hecho, el término francés mousse significa espuma en español.
Es importante tener en cuenta que los mousses caseros se basan en huevo crudo (las yemas cocinadas ligeramente), con lo que hay que tener precaución de consumirlo pronto, y mantenerlo refrigerado.
Visita nuestro Blog para Laicos para que veas la receta o si eres Presbítero visita el Cafecito de Paulinas para Presbíteros.Receta #15: Café Carajillo para desquitarse los malos ratos de la rutina diaria
Hoy te presentamos una receta interesante llena de ingredientes que encuentras fácilmente en tu alacena pero que combinados le dan un giro a tu café. De la misma manera hablamos de los malos ratos que pasamos a diario y que nos provocan furia... a pesar de que es normal tenemos que tomar en cosideración que aquel que acumula resentimientos llena su vida de dolor.
Anímate a hacer la receta y a confeccionarte una limpieza de pequeños rencorcitos que a veces tenemos en el fondo del corazón.
Si eres laico busca la recenta en nuestro Cafecito para Laicos o si eres presbítero en nuestro Cafecito para Presbíteros. Te esperamos.
Mientras te recomendamos al respecto:
Sobre el perdón se ha hablado y se ha escrito muchísimo. Sin embargo, como nos cuesta tanto perdonar, es necesario volver, una y otra vez, sobre este tema, intentando profundizar en él y permitiéndole al Espíritu Santo que nos guíe, a fin de encontrar nuevas dimensiones del perdón.
Además, el hecho de no poder perdonar causa distorsiones emocionales, como son: ansiedad, amargura, frustración, culpa, sentimientos de inferioridad, afecta nuestra relación con Dios y nos impide el crecimiento espiritual.
Este libro, te hará comprender la necesidad de perdonarte a ti mismo, a tu prójimo y a los acontecimientos que te hayan podido lastimar, para experimentar, así cada día de tu vida, una plena paz interior.