Jacques Stroumsa, el último violinista de Auschwitz


El 8 de mayo de 1943, Jacques Stroumsa, nacido en enero de 1913, llegó, con su familia y otros 2.500 judíos procedentes de Salónica, a una estación terminal. Se les hizo bajar de los vagones mientras recibían órdenes en alemán. Las mujeres y los jóvenes fueron separados de los viejos. Jacques pensó que su mujer y sus padres irían en los camiones y él, como todos los jóvenes, a pie. Jamás los volvió a ver. El destino, un mundo desconocido para él en ese momento, tenía un nombre: Birkenau (Auschwitz II).
Después de ser rapado y de que le tatuaran un número en el brazo izquierdo, un amigo suyo, médico, pronunció la expresión "campo de concentración". Era la primera vez que la oía. Le aconsejó que nunca fuera al hospital, por muy enfermo que estuviera. Le dijo que ya no tenía mujer, ni padre, ni madre. En unas horas, los que no estaban tatuados estaban muertos.
Enseguida entró en un bloque. En él le estaba esperando un kapo con la estrella negra, lo que significaba que se trataba de un criminal llevado desde cárceles alemanas para cumplir su condena en el campo.
Jacques era ingeniero. Por este motivo fue llevado al complejo industrial de Auschwitz, treinta días después de su llegada al infierno. Allí comenzó a trabajar en una fábrica de bombas de mano. Su profesión, su edad y su talento para tocar el violín fueron, probablemente, las causas de que salvara la vida. En todos los campos de la muerte había banda musical, buena prueba del indudable carácter progresista y civilizado de la sociedad nacionalsocialista alemana, y de su sensibilidad artística. Según cuenta, por ejemplo, Toivi Blatt, en el campo de exterminio de Sobibor la orquesta de música recibía a los judíos procedentes de Francia y Holanda horas antes de que fueran convertidos en humo. Rudolf Reder, en su libro sobre Belzec, campo del que fue uno de los tres únicos supervivientes, recuerda, con toda la potencia poética de la sencillez verbal más limpia, más austera, más verdadera, cómo la música sonaba mientras las cámaras procedían al gaseamiento de los judíos:
At the same time the wails of the people being suffocated in the chambers were audible, the orchestra was playing...
La orquesta sigue tocando... Tras el Holocausto la música sigue sonando, las estrellas siguen brillando:
El proceso [de exterminio de judíos en Sobibor] en el que Toivi Blatt [superviviente e integrante de la fuga de dicho campo] participó era tan eficiente, tan bien diseñado para evitar todo tipo de trastornos, que tres mil personas podían llegar, ser despojadas de sus posesiones y prendas de vestir y, finalmente, ser asesinadas en un lapso de menos de dos horas. [Blatt:] "Cuando el trabajo hubo acabado, cuando los cuerpos fueron retirados de las cámaras de gas para ser quemados, recuerdo que pensé que era una noche hermosa, estrellada, realmente tranquila (...) Tres mil personas habían muerto, pero nada había pasado. Las estrellas estaban en el mismo lugar" (Laurence Rees, Auschwitz, cap. 4).
Seguramente gracias a la necesidad de violinistas para la banda musical de Auschwitz, Stroumsa vivió unos meses más; hasta que un día, el 20 de enero de 1945, las máquinas de la fábrica pararon. El campo iba a ser evacuado y los prisioneros que, como él, quedaban vivos y en condiciones de caminar emprendieron, hambrientos y débiles, la llamada "marcha de la muerte", a unos 20 grados bajo cero, durante cuatro días y cuatro noches. Tras la marcha fueron introducidos en un tren con destino a Mauthausen (Austria). Allí trabajó Stroumsa durante otros cuatro meses, hasta que las máquinas se volvieron a detener.
Su siguiente destino fue un campo de prisioneros. El 8 de mayo de 1945 vio pasar unos tanques enormes. No sabía quiénes eran. Sólo se dio cuenta de que eran soldados americanos cuando vio la marca de los cigarrillos que llevaban, prosaico símbolo de la libertad.
Cuando llegó a Francia recibió, como todos los supervivientes, 1.000 francos, que guardó para comprar un violín. Entró en una tienda y probó un violín que no podía adquirir con el dinero que tenía. En la soledad de la tienda, tocó el concierto 80 en la mayor de Mozart. Dos años después, la vendedora se lo regaló.
Jacques Stroumsa ha fallecido en Jerusalem el día 14 de noviembre de 2010 a los 97 años de edad, 65 años de victoria sobre el nazismo como superviviente. El 28 de agosto de 2007, en Yad Vashem, relató esta historia, como la había relatado otras muchas veces y como aún la relataría muchas más. A partir de ese testimonio ha sido transcrita. Un testimonio en un ladino delicioso, que a los españoles podía sonarnos como la voz de la España medieval. Narraba el horror más extremo con una serenidad implacable, con una frialdad inflexible, transparente, libre de cualquier atisbo de sentimentalismo, de cualquier tentación de retórica, rasgo común a todos los supervivientes que he conocido o leído. Mientras no pocos de los asistentes se habían solazado, durante las intervenciones en sesiones precedentes, en el recurso consolador de adjetivar el exterminio, congraciándose acaso con la propia conciencia y con la especie humana, Stroumsa, que realmente sabía de lo que hablaba, cumplía a rajatabla la máxima ética (y estética) de ceñirse al relato de lo sucedido, a lo sustantivo, mostrar sin más la historia, sabiendo que calificarla de algún modo es rebajarla, abaratarla, traicionarse a uno mismo y a los que no pudieron contarla. Contaba su relato sin ensuciarlo con juicios de valor ni contaminarlos con sentimentalismos falsos y obscenos, ese imperativo racional que ningún superviviente osaría infringir. Hablaba con la sencillez poética del que está diciendo verdad, porque está diciendo el horror. Su valioso testimonio puede encontrarse en sus libros autobiográficos: Escoger la vida y Violinist in Auschwitz: From Salonica to Jerusalem, 1913-1967.

Y es que los testimonios de los supervivientes constituyen todo un género literario en sí mismo, con sus peculiaridades literarias y con un alcance filosófico de gran potencia, derivado de la estricta narrativa de los hechos. Acaso este género literario suponga un retorno a la condición más originaria y elemental de la narración en un plano que es, no obstante, radicalmente opuesto al de su génesis. El material que nutre estos textos no pertenece a los mitos de un pueblo, que operan como elementos de construcción de identidad cultural o ideológica. Su material, con una carga literaria que ningún relato de ficción puede igualar, a tales extremos de horror y belleza llega la realidad, es el acontecimiento histórico del exterminio sistemático de los miembros de un pueblo por un Estado del futuro y del progreso. El relato de los supervivientes no contribuye a la construcción de un pueblo. Es, por el contrario, el esfuerzo por desvelar la destrucción de un pueblo y la forma de sobreponerse con palabras a él.
De ese entramado burocrático e industrial que fue el Holocausto, en el que al individuo no le quedaba margen más que para la muerte y para diversos grados de complicidad y abyección, brota la necesidad de sobrevivir a toda costa, al menos para una sola cosa: contarlo. Así, se da el testimonio del superviviente como fuente de narración. El superviviente es sujeto y agente de su propia tragedia. Héroe y traidor. Víctima y cómplice. ¿Cómo verbalizar esa dualidad extrema? La palabra se resigna a mentir desbordada de verdad, a clamar en el desierto de la ausencia definitiva de Dios, de la presencia ominosa del hombre, esa especie depredadora con cobertura simbólica, con vocación de sentido:
No había Dios en Auschwitz. Las condiciones eran tan horribles que Dios decidió no ir allí. No rezábamos porque sabíamos que eso no serviría de nada. Muchos de los que sobrevivimos somos ateos. Simplemente no confiamos en Dios. (Linda Breder, en Laurence Rees, op. cit.).
Y, en fórmula más concisa, Elie Wiesel (en La Noche):
Todo ha terminado. Dios no está ya con nosotros.
La palabra de los supervivientes lleva dentro la carga de la verdad, del desvelamiento del Absoluto (Mal), del Mal (Absoluto). Esa verdad que sólo la voz de los silenciados puede contener. El testimonio del superviviente es la traición necesaria para que sea oído el silencio de los muertos. Es la participación en el horror, sin la que no hubiera habido testimonio del horror.
El valor del testimonio de los supervivientes y de su condición misma de supervivientes es incalculable, y sin embargo este valor es, diríamos, indirecto en cierto modo, porque es infinitamente más verdadero el silencio de los que no sobrevivieron al horror totalitario. Pero estos testimonios son condición de posibilidad para que la verdad silenciosa de los exterminados se haga oír. Sin esas voces, el silencio verdadero de los asesinados se convierte en olvido victorioso de los asesinos. Y el olvido es ignorancia, y la ignorancia es servidumbre, la peor de las muertes, según Platón.
La palabra ofrece la parte humana del horror, la parte soportable. El silencio lo apunta, lo roza en toda su pureza. La palabra escrita es casi una traición que convierte en tolerable lo que no lo es, pero una traición necesaria, la única forma de traición que no traiciona a los acallados por las cámaras de gas (y el resto de procedimientos de las maquinarias de la muerte), condenados a un silencio que es el verdadero legado transmitido por los supervivientes.

LO NUEVO

A veces, es cierto que nos metemos tanto en "lo de siempre" que se nos puede escapar "lo nuevo".....

Atrocidades japonesas en China durante II Guerra Mundial


Un aldeano en el norte de China se ha tropezado con un libro sobre los juicios a las tropas japonesas encargadas de la guerra biológica durante la Segunda Guerra Mundial, que contiene detalles de las atrocidades japonesas en China en ese periodo.
Zhao Yungang en la ciudad de Changzhi, de la provincia de Shanxi, dijo hoy miércoles a Xinhua que descubrió por casualidad el libro en el fondo de una caja cuando estaba ordenando las cosas dejadas por su abuelo.

El documento, que tiene más de 600.000 caracteres chinos y fue publicado en 1950, es una traducción china de un volumen impreso por una editorial de Moscú.

El libro ofrece los detalles de las acusaciones de preparar y usar armas bacteoriológicas en el noreste de China contra 12 oficiales japoneses, que incluyen a Otozo Yamada, el último comandante en jefe del Ejército Guandong de Japón.

Los juicios se celebraron en Lhabarovsk, en la ex Unión Soviética, en diciembre de 1949. El texto incluye acusaciones, confesiones, alegatos y veredictos, así como fotocopias de las órdenes de Japón para preparar y usar armas bacteriológicas y transportar seres humanos vivos para experimentar con ellos.

De acuerdo con el libro, Yamada confesó a los jueces que un gran número de personas fueron encarceladas por la Unidad 731 para experimentar con ellas. El acusado aseguró al tribunal que el ejército japonés adoptó tres maneras para usar armas bacteriológicas: bombas, dispersión directa desde aviones y extensión en el suelo.

Yamada fue sentenciado a 25 años de prisión y puesto en libertad en 1956.

Más de 10.000 personas fueron asesinadas en la Unidad 731 en la ciudad nororiental china de Harbin. Los civiles y prisioneros de guerra de China, la ex Unión Soviética, la Península Coreana y Mongolia se convirtieron en víctimas de las horribles atrocidades inhumanas de Japón.


PERDONAR

No siempre es fácil perdonar.
De la mano de estas dos voces y en un lugar especiales....

¿Qué es el neoconservadurismo?


Los neoconservadores, a menudo denominados neocons, tanto por partidarios como por críticos, se caracterizan (o se les acusa) de promover una política exterior estadounidense más agresiva, especialmente bajo la administración de George W. Bush (2001-2009). Los que se opusieron a la invasión de Irak en 2003 han criticado fervientemente el programa de los neocons, al considerar esta invasión como una iniciativa neoconservadora. Comparados con los conservadores tradicionales de EEUU, los neoconservadores se diferencian por su postura moralmente agresiva hacia el extranjero (imposición de valores absolutos e intransigencia usando como premisa la creencia estadounidense de tener una superior autoridad moral) y por su conservadurismo político.
Neoconservadurismo es un término polémico cuyo significado se disputa con frecuencia. La mayoría de las personas que se definen como "neoconservadores" son miembros del Partido Republicano. El término lo utilizan más a menudo los que se oponen a la política neoconservadora que los que la suscriben; de hecho, muchos rechazan este término cuando se les asigna. El término se utiliza con frecuencia de forma peyorativa, tanto por parte de los que se consideran conservadores al estilo clásico, que se oponen al neoconservadurismo, como por parte de los políticos del Partido Demócrata, que critican a los neoconservadores. Recientemente, los demócratas han utilizado el término para criticar las políticas y a los líderes republicanos de la administración del presidente George W Bush. En un inicio, las políticas neoconservadoras nacieron de la Izquierda como rechazo a las ideologías que se emplean en la conservaduria para regular a la sociedad, así como también se esta en contra de las ideas ortodoxas dentro del ambito económico nacidas del neoliberalismo.
Los que no están de acuerdo con el término dicen que la palabra se usa en exceso y carece de una definición coherente. Por ejemplo, afirman que muchos supuestos neoconservadores discrepan fuertemente entre sí en asuntos importantes. También precisan que el significado ha cambiado en un plazo demasiado corto. Mientras que el término fue utilizado originalmente por los demócratas que abrazaron el estado de bienestar pero que se opusieron agresivamente a la Unión Soviética, ahora el término se utiliza sobre todo para describir a los que apoyan una política global agresiva contra el islamismo radical y el terrorismo islamista. El término también se utiliza para acusar a los que adoptan una política extranjera "unilateral", en lugar de confiar en el consenso y las acciones de Naciones Unidas.
En España, el movimiento neoconservador está agrupado en torno al Grupo de Estudios Estratégicos (GEES).
En México, el movimiento neoconservador está agrupado en la Organización Nacional del Yunque principalmente del Partido Acción Nacional, han sido señalados como fundadores o miembros de El Yunque, principalmente por su afiliación a diferentes organizaciones que son fachada de El Yunque. Algunas de estas personas han confirmado su pertenencia al Yunque, también afirma que algunos miembros prominentes del Partido Acción Nacional era Manuel Espino Barrientos y el ex-presidente mexicano Vicente Fox (2000-2006).
Hoy día muchos analistas, políticos y politólogos han determinado las características en cuanto a como definir a los neoconservadores, estas son las características más relevantes de un neoconservador:[cita requerida]
Consideran a la religión como una institución aportadora de ideologías no solo religiosas, sino también de ideologías políticas, económicas, sociales, filosóficas e incluso científicas.
Preferencia por el Nacionalismo.
Deseo por el preservar y conservar las normas y las llamadas "nuevas costumbres" que ayuden al desarrollo social, aunque en un futuro sean esas "nuevas costumbres" erradicadas, por ser consideradas inadecuadas u obsoletas para el desarrollo social.
Firme deseo y apego a las leyes y los marcos jurídicos y políticos.
Deseo pleno por un Estado gozoso en facultades políticas, sociales y económicas, bajo un gobierno demócrata y de carácter republicano central.
Fuerte actitud en contra del Socialismo y el Comunismo.
Preferencia por el Orden Público y Jurídico.
Intención imperiosa de estar implícito en cualquier ámbito y carácter de la vida social humana, estando consciente y enterado de cualquier hecho o suceso, incluso antes de que se dé a conocer, para poder actuar en el encubrir o dar a conocer la realidad de los hechos; a fin de resguardar la paz y el orden social, y no perjudicar la mentalidad de las personas; a menos que la información sea completamente evidente y no se pueda hacer nada al respecto.
Preferencia por una fuerte ideología por el desarrollo del positivismo.
Desconfianza total por ideales pacifistas y/o ecologistas, pues los consideran un hecho carente de estudios científicos y un hecho irracional en contra de los avances tecnológicos y la evolución humana.
Procurar siempre la buena administración y aplicación de las leyes.
Deseo por la aplicación de reformas políticas, sociales y económicas para el bien de la sociedad y el Estado.
Completa fidelidad al estado de defender y conservar las nuevas reformas que el país necesita, olvidando las leyes, reformas, políticas y costumbre del pasado que sean consideradas inadecuadas para el desarrollo de la sociedad.
Firme deseo por preservar el futuro de la sociedad o el país para diferentes bienes comunes.
Desprecio a las sociedades no evolucionadas en las leyes y carentes de orden para el desarrollo de un país.
Firme intención de intervenir y ayudar por cualquier medio en los asuntos de otras sociedades o naciones, para impulsar su desarrollo y crecimiento, sin atender a las necesidades más básicas.
Completo deseo por abrir paso a las ciencias y los avances tecnológicos (predominantemente avances tecnológicos en el área de la guerra y las innovaciones tecnológicas).
Odio contra todas las minorías ideológicas, sociales, económicas y en especial las políticas.
Completa necesidad por el abrirse paso a nuevos cambios sociales, sin importar daños secundarios o colaterales.
Deseo imperioso por erradicar las viejas costumbres y adoptar nuevas, pero por un tiempo indeterminado y con el riesgo de ser modificadas en un futuro.
Preferencia por el cambio de forma constante que impida la miseria social.
Firme intención por el erradicar el terrorismo (sobre todo el terrorismo islámico y cualquier otra vertiente del terrorismo), el crimen organizado, el comunismo, el socialismo, la deslealtad al país autónomos del Estado y eliminar a las sociedades o individuos en contra del bien social que estén en contra de las normas nacidas del Estado, la Ciencia o la Religión.
Firme aprobación por la pena de muerte, aborto, eutanasia y otras penas, siempre y cuando se adecuen para no cometer actos ilegales o que se este en contra de la ley y el bienestar social mayoritario.
Desprecio por las sociedades radicales y ultraconservadoras.
Fuerte deseo por el solucionar problemas graves y casi irreversibles con ayuda de la fuerza pública, el ejército, las armas y la “guerra justificada”.
Desprecio por las ideologías políticas ultraconservadoras, de ultraizquierda, extrema izquierda radical, de Ultraderecha, de Derecha y de Izquierda, protegiendo las ideologías políticas de izquierda-centro, derecha-centro, centro y el bilateralismo, para abrirse a las posibilidades y diferentes ideologías que lleven a un estado de constante progreso.
Firme desprecio por la unión de naciones y sociedades para evitar la guerra o los cambios sociales agresivos.
Completo deseo por el cambio y el progreso basado en teorías catastrofistas, pero sin caer en la tendencia darwinistas del Ser Más Fuerte.
Consideran y apoyan fuertemente la globalización.
Fuertemente se desprecia la distinción racial, religiosa, sexual, regional, etc. La neoconservaduría no acepta distinciones pues las considera costumbres retrogradas y radicales que entorpecen el progreso del país.
Considera retrogradas las costumbres sin importar relevancia o historia de estas.
Considera un amplio sentido de la moral y acepta muchas reformas sociales que permitan el desarrollo, como el tolerar la diversidad de género y sexualidad, libertad de expresión sin límites, y la relación estrecha y perdurable entre Iglesia, Estado y Ciencia; también estas reformas sociales son algunos de los más importantes cambios que se impulsan en la neoconservaduría, para un desarrollo social.
Considera al hombre como un ser perfectible, pero no perfecto, así como también es considerado un ente universal en constante crecimiento y un ser con un fuerte e imperioso deseo por el conocer sobre el mismo y sobre todo lo que le rodea.
Se tiene un fuerte deseo de protección a todas las instituciones gubernamentales y sociales, desde el defender a toda costa a políticos y religiosos, hasta proteger a la Iglesia, los agentes de Estado, economistas, ejércitos, cuerpos policiacos, etc.
Desprecio total y deseo por el reducir o erradicar la burocracia que se tiene en el país, para agilizar y apresurar las transformaciones y mejoras para la sociedad.
Desprecio por los grupos artísticos, sociales y de cualquier carácter social que simbolicen estereotipos para la sociedad provocando la desvirtualización de la conducta humana en la sociedad.
Impulsa fuertemente un estado Capitalista, pero en busca del cómo cambiar el sistema neoliberalista, sin caer en el comunismo o el socialismo.
Critican tanto al totalitarismo como la ingobernabilidad, valorando en cambio la idea de democracia liberal y central.

La neoconservaduría, siempre está abierta a muchas posibilidades desde las más enérgicas hasta las más simples, como es el caso de la implementación de la guerra como medio pacificador, y la religión como medio de progreso para la sociedad. No se busca un estado de perfección inmediato como el comunismo, pero tampoco se busca un estado de igualdad como el socialismo, sino un estado de perfeccionamiento y construcción socioevolutiva sin importar medios. Fuente: wikipedia