ILUMINAR

Sería muy interesante tener algo más en cuenta esta idea en nuestras diversas realidades.

EL DIOS DE JUAN

Juan de Dios o Dios de Juan.
Hoy es un día muy importante para muchas personas....especialmente para aquellas a las que la caricia de San Juan de Dios sigue llegando tras más de 500 años de historia de vida.
¡Ojalá seamos, cada vez más los que formemos esta Familia de Hospitalidad!


Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre


El Tribunal Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre, fue un organismo público establecido por el filósofo británico Bertrand Russell y secundado por Jean-Paul Sartre, filósofo y dramaturgo francés. Este Tribunal contó con la participación de personalidades como Julio Cortázar, Ken Coates y Ralph Schoenman, y se encargó de investigar y evaluar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam tras la derrota de las fuerzas francesas durante la Batalla de Dien Bien Phu en 1954 y la instauración de Vietnam del Norte y del Sur.
Bertrand Russell justificó la creación de este organismo de la siguiente manera:
“Si ciertos actos de violación de tratados son crímenes, se trata de crímenes, sin importar que los cometan Estados Unidos o Alemania. No estamos preparados para estipular una norma de conducta criminal contra otros que no estemos dispuestos a invocar contra nosotros.” Robert H. Jackson, Fiscal Jefe durante los Juicios de Núremberg. 
La publicación del libro de Russell Crímenes de guerra en Vietnam en 1966 tuvo lugar inmediatamente después de la formación de este organismo. El Tribunal se constituyó en noviembre de 1966 y se reunió un año después en dos sesiones; una en Estocolmo (Suecia) y otra en Copenhague (Dinamarca). Atrajo en gran medida la atención internacional, aunque no la de Estados Unidos, donde, en general, fue ignorado y tachado de juicio previsible, inútil y sesgado. 

Orígenes y composición

En las dos sesiones de este Tribunal –autodenominado formalmente Tribunal internacional sobre Crímenes de Guerra– participaron representantes de 28 países. El comité del Tribunal estaba formado por 25 personajes destacados, pertenecientes en su mayoría a organizaciones pacifistas. Muchas de estas personas habían sido galardonadas con el Premio Nobel, Medallas de Honor u otros reconocimientos en los campos humanitarios o sociales. Entre los 25 miembros del panel no había ningún representante de Vietnam ni de Estados Unidos, aunque algunos de ellos tenían nacionalidad estadounidense.
La respuesta de Vietnam del Norte a las atrocidades de las que se le acusaba en el best-seller Deliver Us From Evil despertó un gran interés. Este libro salió a la luz en 1956 y en él se daban a conocer las experiencias de Thomas Anthony Dooley, médico de la marina estadounidense durante la Operación Pasaje a la Libertad, en la que aproximadamente 90.000 vietnamitas cristianos fueron trasladados desde Vietnam del Norte a Vietnam del Sur. El libro recogía numerosas acusaciones contra los comunistas por las atrocidades ultrajantes que sufrieron estos refugiados. Una de las inculpaciones más escalofriantes fue que los comunistas perforaban con clavos las cabezas de los curas católicos vietnamitas para simular una “corona de espinas”.
Más de 30 personas testificaron o dieron información a este Tribunal; entre ellas se contaban tanto personal militar de los Estados Unidos como de las facciones enfrentadas en Vietnam. A éste, le siguió otro tribunal conocido como Tribunal Russell II sobre la situación de los países de Latinoamérica, que se llevó a cabo en tres sesiones; Roma (1974), Bruselas (1975) y Roma (1976), y que se centró sobre todo en Brasil y Chile.
Durante la sesión de clausura del Tribunal Russell II se anunció la creación de tres nuevas instituciones: International Foundation for the Rights and Liberations of Peoples (Fundación internacional por los derechos y libertades de los pueblos), International League for the Rights and Liberations of Peoples (Liga internacional por los derechos y libertades de los pueblos) y el Tribunal Permanente de los Pueblos.
El Tribunal Permanente de los Pueblos se estableció en Bolonia el 23 de junio de 1979. Desde sus inicios y hasta abril de 1984, el Tribunal pronunció dos dictámenes de carácter consultivo relativos al Sáhara Occidental y Eritrea, y se desarrolló en seis sesiones: Argentina, Filipinas, El Salvador, Afganistán I y II, Timor Oriental y Guatemala. La clausura tuvo lugar en Madrid en enero de 1983.
Entre los días 13 y 16 de abril de 1984, se llevó a cabo una sesión especial en Madrid para investigar el genocidio armenio. El panel de 35 miembros de este Tribunal estaba compuesto por tres nobeles (Sean MacBride,Adolfo Pérez Esquivel y George Wald), diez eminentes juristas, teólogos, profesores universitarios y figuras políticas. El jurado declaró culpable al estado de Turquía por el genocidio del pueblo armenio.

Tres décadas después, el Tribunal Mundial sobre Iraq (WTI por su sigla en inglés) siguió el modelo del Tribunal Russell; fue creado para llevar a cabo un análisis similar del grupo Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (o en inglés PNAC), de la invasión a Iraq en el 2003 y la posterior ocupación de Iraq, y de los vínculos entre ellos.

Objetivos del Tribunal

El Tribunal estipuló sus objetivos como sigue:
Hemos constituido un tribunal que, aunque como tal no tendrá poder para imponer sanciones, sí tendrá que responder a preguntas como las siguientes:
1. ¿Cometió el Gobierno de los Estados Unidos (y los Gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur) actos de agresión de acuerdo al derecho internacional?
2. ¿Usó o experimentó el ejército estadounidense con nuevos tipos de armas o armas prohibidas por el derecho de la guerra?
3. ¿Hubo bombardeos a objetivos de carácter exclusivamente civil, como por ejemplo, hospitales, colegios, sanatorios, embalses, etc.? ¿A qué escala ocurrió esto?
4. ¿Fueron los prisioneros vietnamitas víctimas de trato inhumano prohibido por el derecho de la guerra? En concreto: ¿sufrieron torturas o mutilaciones? ¿Hubo represalias injustificadas de la población civil como, por ejemplo, la ejecución de rehenes?
5. ¿Se crearon campos de trabajo forzado? ¿Hubo deportaciones de la población u otro tipo de acciones con el objetivo de exterminar la población y que desde un punto de vista jurídico se puedan caracterizar de genocidio?2
Como se aprecia en la siguiente descripción de los objetivos e intenciones del Tribunal, se pidió a todas las personas –incluso de Vietnam, Camboya y Estados Unidos– que participaron en la guerra del sudeste asiático, que asistiesen y aportasen pruebas.
"Este Tribunal estudiará todas las pruebas que se le presenten sin importar la fuente o partido del que provengan. Las pruebas se pueden dar de forma oral o escrita. Toda prueba relevante para nuestros propósitos será escuchada o leída. (…) El Frente Nacional de Liberación de Vietnam y el Gobierno de la República Democrática de Vietnam nos han asegurado que cooperarán. (…) El jefe de Estado camboyano, el príncipe Sihanouk, ha ofrecido también su colaboración. (…) Invitamos al Gobierno de los Estados Unidos a presentar sus pruebas o a fomentar que éstas sean presentadas. Nuestro propósito es demostrar, sin miedo ni parcialidad, la absoluta verdad sobre esta guerra. Esperamos sinceramente que todos nuestros esfuerzos contribuyan a la justicia mundial, a restablecer la paz y a la liberación de los pueblos oprimidos."

Conclusiones y veredicto del Tribunal

El Tribunal declaró las siguientes conclusiones:
1. ¿Cometió el Gobierno de los Estados Unidos (y los Gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur) actos de agresión de acuerdo al derecho internacional? Sí (unánimemente).
2. ¿Hubo –y en caso afirmativo, a qué escala– bombardeos a objetivos de carácter exclusivamente civil, como por ejemplo, hospitales, colegios, sanatorios, embalses, etc.? Sí (unánimemente). Declaramos culpable al Gobierno y ejército de los Estados Unidos por bombardear objetivos civiles de forma deliberada, sistemática y a gran escala. Como ataques a poblaciones civiles, viviendas, pueblos, embalses, diques, establecimientos médicos, colonias de leprosos, colegios, iglesias, pagodas y monumentos históricos y culturales. Asimismo, declaramos culpable de forma unánime, con una abstención, al Gobierno de los Estados Unidos por violaciones repetidas a la soberanía, neutralidad e integridad territorial de Camboya; ya que es el responsable de ataques contra la población civil camboyana en algunas ciudades y pueblos.
3. ¿Fueron Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur cómplices de los Estados Unidos en la agresión contra Vietnam violando el derecho internacional? Sí (unánimemente). Esta pregunta también atañe a los Gobiernos de Tailandia y otros países pero no se ha podido estudiar durante las sesiones de este Tribunal. En las siguientes sesiones, tenemos la intención de examinar los aspectos legales del problema y buscar pruebas de hechos incriminatorios.
4. ¿Es culpable el Gobierno de Tailandia de complicidad en las agresiones que Estados Unidos cometió contra Vietnam? Sí (unánimemente).
5. ¿Es culpable el Gobierno de Filipinas de complicidad en las agresiones que Estados Unidos cometió contra Vietnam? Sí (unánimemente).
6. ¿Es culpable el Gobierno de Japón de complicidad en las agresiones que Estados Unidos cometió contra Vietnam? Sí (por 8 a 3 votos). Los tres miembros del Tribunal que votaron en contra estaban de acuerdo en que el Gobierno de Japón ayuda considerablemente a Estados Unidos pero no creen que fuese cómplice del delito de agresión.
7. ¿Ha cometido el Gobierno de Estados Unidos agresión contra el pueblo de Laos de acuerdo a la definición que ofrece el derecho internacional? Sí (unánimemente).
8. ¿Usó o experimentó el ejército estadounidense con nuevos tipos de armas o armas prohibidas por el derecho de la guerra? Sí (unánimemente).
9. ¿Fueron los prisioneros capturados por el ejército estadounidense víctimas de un trato prohibido por el derecho de la guerra? Sí (unánimemente).
10. ¿Sometió el ejército estadounidense a la población civil a tratos inhumanos prohibidos en el derecho internacional? Sí (unánimemente).
11. ¿Es culpable Estados Unidos de genocidio contra el pueblo vietnamita? Sí (unánimemente).3
En 1969, la Fundación para la Paz Bertrand Russell creó, en parte como respuesta a la matanza de My Lai, una comisión ciudadana de investigación (Citizens Commissions of Inquiry, CCI) para llevar a cabo juicios que documentasen los crímenes de guerra en Indochina. Las audiencias tuvieron lugar en varias ciudades de Estados Unidos y con el tiempo dieron origen a dos investigaciones de ámbito nacional: National Veterans Inquiry (investigación nacional de los veteranos de guerra), patrocinada por CCI y Winter Soldier Investigation (investigación de los soldados de invierno), patrocinada por Veteranos de Vietnam contra la guerra (VVAW por sus siglas en inglés).

El caso del aceite de colza


En la primavera de 1981, España no pasaba por su mejor momento. Con una importante crisis económica como trasfondo y un panorama político más que convulso –el Golpe de Estado de Tejero todavía reverberaba en el Congreso–, para gran parte de la población llegar a fin de mes suponía toda una hazaña.
Eran años de paro e incertidumbre. Por eso, cuando en mercadillos, puestos ambulantes y otros puntos de venta empezó a ofertarse un aceite más barato de lo habitual, muchos decidieron "ahorrar unas pesetas" y comprarlo. No sabían que estaban hipotecando sus vidas en el mayor caso de intoxicación alimentaria ocurrido en nuestro país. En total, más de 20.000 personas resultaron afectadas por la ingesta de aceite desnaturalizado de colza, un producto de origen industrial que había sido vendido de forma fraudulenta como apto para el consumo humano.
"Teníamos varias garrafas de cinco litros. Estaban etiquetadas, tenían un aspecto completamente normal y las habíamos comprado en una panadería cercana, así que nunca pensamos que no tenían todos los controles", recuerdan Ángel Lorenzo y Carmen Zapata, hoy con 60 y 59 años, y entonces una joven pareja que vivía en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Su familia no llegó a acabar los litros que habían adquirido, pero el aceite que tomaron fue suficiente para marcarles de por vida. "El primero en ponerse malo fue nuestro hijo pequeño, luego le tocó al padre de Ángel, a los dos días tuvimos que ingresar a la niña, que sólo tenía cinco años. Y enseguida nos llegó a nosotros. En total fuimos nueve parientes afectados... Y pasamos mucho miedo, porque nadie sabía qué nos ocurría ni cómo curarnos", relatan.
Los primeros casos, como el de la familia Lorenzo Zapata, dieron la cara en el mes de mayo en poblaciones cercanas a Madrid. Los pacientes llegaban a los hospitales con problemas respiratorios graves y algunos fallecían a las pocas horas con síntomas de neumonía atípica, lo que, en un principio, hizo que los especialistas pensaran en una epidemia infecciosa.

Crisis alimentaria

Pero, lo que hizo dar con la clave fue la distribución geográfica de los casos. "Usando un mapa, se empezó a ver que la aparición de nuevos afectados iba rodeando Madrid y coincidía con los mercadillos ambulantes", explica Marino Zaforas, que formó parte de las primeras unidades médicas de seguimiento que se crearon con el objetivo de dar una respuesta coordinada al problema.
"A partir de ahí, empezamos a preguntar a los enfermos por sus hábitos de comida y vimos que el consumo de aceite a granel era una constante. Se analizaron varias muestras y ya se descubrió que era de tipo industrial, que no era apto para el consumo humano", subraya este entonces recién licenciado en Medicina, que tuvo que enfrentarse a una tragedia de enormes dimensiones en su primer trabajo remunerado.
"Fue muy duro. Teníamos colas larguísimas de gente en la puerta de la unidad que llegaba con todo tipo de patologías", rememora Zaforas.
Tal y como explica Manuel Posada, director del Instituto de Investigación de Enfermedades Raras y quien ha dirigido los principales estudios llevados a cabo sobre la enfermedad –denominada oficialmente síndrome del aceite tóxico–, las consecuencias de la intoxicación fueron múltiples y aparecieron progresivamente.
Mientras que la fase inicial se caracterizó por problemas graves de insuficiencia respiratoria, con posterioridad fueron emergiendo daños en el aparto digestivo, el sistema cardiovascular, la piel o el sistema nervioso periférico, entre otros trastornos.
Según sus palabras, en muchos casos, los problemas iniciales se convirtieron en enfermedades crónicas que afectaron –y siguen afectando seriamente– a la calidad de vida de quienes las padecen.

Secuelas

Es el caso de los Lorenzo Zapata, que han desarrollado hipertensión pulmonar, un trastorno clasificado como enfermedad rara que se produce cuando la presión arterial en el interior de los pulmones se eleva drásticamente.
Ambos necesitan un aporte de oxígeno extra durante prácticamente las 24 horas y toman más de 20 pastillas al día, además de sufrir una fatiga extrema que les impide realizar cualquier actividad que exija un mínimo esfuerzo.
"Lo único que me viene a la cabeza es la palabra impotencia", señala Carmen, hospitalizada estos días a causa de una complicación relacionada con la patología que padece. Pese a los años que han pasado, su memoria guarda imborrable la imagen de una garrafa de aceite que se volvió negro con el paso del tiempo. "Mi suegra la había guardado por si hacían falta más análisis en el futuro, pero en unos años parecía alquitrán... Y eso fue lo que tomó toda la familia", recuerda con amargura.
Rosa García era pequeña –apenas 14 años– cuando el aceite tóxico llegó a su vida. Desde el principio, notó que no era la misma, que se cansaba más rápido que antes, que se ahogaba... pero durante los primeros años,nadie le dio mayor importancia a sus molestias.
Los síntomas fueron aumentando progresivamente hasta que, ya en 2003, también le diagnosticaron una hipertensión pulmonar que ha mermado considerablemente su calidad de vida.
"He tenido que dejar de trabajar porque me ahogo muy rápido. Aparecen más problemas, pero nosotros tenemos cada vez menos apoyos", afirma esta madrileña que vivía en Torrejón de Ardoz cuando sufrió la intoxicación. "Nos sentimos abandonados", subraya Rosa, que lamenta que la atención sanitaria de los afectados por el síndrome del aceite tóxico cuente cada día con menos recursos.
"Las secuelas han seguido apareciendo con los años y muchos médicos de familia no tienen tiempo ni manera de diagnosticar y atender de forma correcta a estos pacientes", señala María Antonia Nogales, especialista en síndrome tóxico del Hospital 12 de Octubre de Madrid, el único centro en toda España que conserva un servicio especializado de atención a estos pacientes.
Hace algo más de un año, intentó cerrarse el cupo de nuevas admisiones y que se restringieran los recursos destinados a la unidad, pero unamovilización de los enfermos, que se plantaron en la puerta del hospital, lo impidió. (Casi todos los afectados se han agrupado en torno a asociaciones, como la Asociación Nacional de Hipertensión Pulmonar).
"Querían desmantelarla, pero no podíamos consentirlo porque fuera de aquí los médicos están perdidísimos; muchos ni siquiera han oído hablar del síndrome", señala Rosa, que lamenta que tampoco la investigación sobre el tema esté avanzando.
"Se han paralizado todos los estudios con excepción de la valoración de las tasas y las causas de mortalidad de la cohorte de pacientes", aclara Posada, cuyo equipo conserva un biobanco con información clave para comprender la enfermedad. Su intención es poder "utilizar la tecnología actual para profundizar más en los mecanismos del síndrome" en un futuro, aunque, de momento, no cuentan con planes de inversión a corto plazo.
"No sabemos qué nos puede pasar en el futuro, cómo va a evolucionar esto", apunta Ángel. "Por eso no queremos que nos den de lado", subraya.
Carmen tiene claro que hay que seguir luchando. Si en estos 30 años, en vez de rencor, sólo han acumulado fuerza, podrán seguir combatiendo en el futuro, asegura. "A nosotros ya nos destrozaron la vida, pero no vamos a permitir que ocurra lo mismo más adelante. Lo que pasó con la colza no va a caer en el olvido", sostiene. Fuente: El Mundo