La guerra de Corea

La Guerra de Corea fue un conflicto bélico librado en la península de Corea desde junio de 1950 hasta julio de 1953. Se inició como una guerra entre Corea del Sur (República de Corea) y Corea del Norte (República Democrática Popular de Corea), después de que esta última invadiera los territorios de la primera.

El conflicto rápidamente se convirtió en una guerra internacional limitada que involucró a Estados Unidos y a otras 19 naciones. Desde un punto de vista general, la guerra de Corea fue un enfrentamiento derivado de la Guerra fría.


Los motivos de Corea del Norte para invadir Corea del Sur tuvieron que ver con la frontera establecida entre ambas repúblicas en el paralelo 38, así como con las propias circunstancias internacionales. Al contrario de lo afirmado en la época, Corea del Norte aparentemente atacó a Corea del Sur sin conocimiento de la Unión Soviética ni de la República Popular China.

La Unión Soviética, que esperaba la guerra en un momento posterior, boicoteó la acción de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando se produjo el ataque. El gobierno comunista de China, mientras tanto, esperaba invadir la isla de Taiwan sin que Estados Unidos respondiera militarmente

Corea Primer Conflicto Tipo en la Guerra Fría:
En 1950 surgiò en Asia un nuevo conflicto que se convirtió en la primera acciòn bèlica en la que se enfrentaban fuerzas armadas de los dos bloques en una situación de crisis con potencial para provocar una nueva conflagración mundial aún más peligrosa por la amenaza de la bomba atómica.

La Guerra de Corea tuvo su origen en el avance soviético sobre los territorios del Lejano Oriente, avance que se había visto favorecido con el triunfo de los comunistas en la Revolución China, y con la posterior alianza que el nuevo gobierno de China Popular dirigido por Mao Zedong estableció con los rusos, uniendo sus fuerzas para extender el comunismo en territorio asiático, a partir del vecino territorio de Corea. Como se recordará, al terminar la Segunda Guerra Mundial, ese territorio había sido dividido en dos zonas: la del Norte, reconocida por la Unión Soviética, y la del Sur apoyada por Estados Unidos; el 25 de junio de 1950, el ejército norcoreano invadió a Corea del Sur en una clara provocación contra el dominio estadounidense en esa región.

El gobierno de Estados Unidos tuvo una reacción inmediata ante la agresión, por la amenaza que ésta representaba para las posesiones de este país en el Lejano Oriente, y el mismo día 25 el presidente Truman ordenó al general MacArthur que proporcionara a Corea del Sur la ayuda necesaria y la debida protección militar. La ONU intervino también de

inmediato a través del Consejo de Seguridad, para protestar en contra de la agresión comunista y, apro­vechando que el delegado soviético no asistió a la convocatoria del Consejo, dio su respaldo a los esta­dounidenses, quienes, actuando bajo la bandera de la ONU dirigieron y costearon económicamente las operaciones en defensa de Corea del Sur, en tanto que el gobierno de China Popular intervenía a favor del ejército norcoreano, apoyado a su vez por la Unión Soviética. El problema era demasiado grave; en un principio dominaron los ejércitos norcoreanos, pero en noviembre de 1950 las fuerzas estadounidenses lograron avanzar hacia la frontera de Manchuria, desde donde fueron obligadas a retro­ceder varios kilómetros al sur del paralelo 38.

Sin embargo, durante los primeros meses de 1951 las tropas de la ONU se abrieron paso hasta la ciudad de Seúl, mientras que en el flanco oriental, varias unidades de marines estadounidenses lograban expulsar hacia el norte a las fuerzas chinas. Fue entonces cuando el general MacArthur expresó al gobierno de su país la opinión de que la lucha debía extenderse más allá de la frontera con China, aun con el riesgo de verse implicados en una guerra con la Unión Soviética. MacArthur conside­raba que era la ocasión propicia para derrotar definitivamente al comunismo, y hasta llegó a plan­ear la utilización de un ataque atómico si la situación así lo requería. Pero el gobierno estadounidense desaprobó esos proyectos, temeroso de enfrentar la responsabilidad de desencadenar un nuevo conflicto mundial, y releyó de su puesto al general MacArthur.

La Guerra de Corea habría de continuar dos años más, durante los cuales el conflicto parecía no tener solución, a pesar de la insistencia de los países aliados al bloque occidental para dar fin a una guerra que ponía en grave peligro a la paz mundial, e incluso a la vida humana en la Tierra. Durante ese tiempo se dieron cambios de gobierno en ambas superpotencias.

En enero de 1953, el general republicano Dwight Eisenhower tomó posesión de la presidencia de Estados Unidos, y en el mes de marzo moría Stalin, quien fue sustituido por Gheorghi Malenkov como jefe de gobierno de la Unión Soviética, con lo que se inició un cambio evidente en la política rusa, que tendió a actuar con mayor prudencia en asuntos internacionales. Por fin, tras una serie de difíciles negociaciones, el 27 de julio de 1953 se firmó el armisticio en la llamada Pagoda de la Paz, en la localidad de Panmunjom, quedando el paralelo 38 como línea de separación entre las dos Coreas, es decir, la misma situación territorial que existía antes de la guerra.

El fin de la Guerra de Corea no trajo mejoría en las relaciones entre los dos bloques, e incluso el armisticio se había retrasado debido en gran parte a que ninguno de ellos estaba dispuesto a ceder, no sólo por razones propias de la rivalidad entre los bloques occidental y oriental, sino también en virtud de las presiones y problemas que cada superpotencia tenía en su ámbito interno. En la Unión Soviética había un gran descontento social debido a que los JORDANIA últimos años anteriores a la muerte de Stalin habían sido especialmente duros para el pueblo, sometido a mayores sacrificios a fin de acelerar el desarrollo económico y la militarización, mientras se recrudecía el régimen de terror contra toda persona que se opusiera al stalinismo o fuera sospechoso de estar bajo influencia ideológica del bloque occidental.

En Estados Unidos, la opinión pública desaprobaba el hecho de que su país se hubiera enfrentado a una guerra inútil como la de Corea, puesto que no había resultado en una victoria militar y, en cambio, había ocasionado una gran pérdida de vidas humanas y provocado una nueva recesión económica. Además, la tensa situación propia de la Guerra Fría había revivido entre el pueblo estadounidense un sentimiento nacionalista, expresado en un marcado anticomunismo que tomó tintes represivos en contra de quienes simpatizaran con la ideología socialista o frieran sospechosos.

USA y Corea

EEUU está listo para dialogar con Corea del Norte

01:14 PM Washington. - Estados Unidos está listo para conversar con Corea del Norte bajo circunstancias adecuadas, pero quiere que ese país rechace "sus formas provocativas" y abrace un camino a la "desnuclearización" de la península coreana, dijo el jueves el máximo diplomático estadounidense para Asia oriental.

"Estados Unidos y Corea del Sur siempre han mantenido que estamos preparados bajo las circunstancias adecuadas a sentarnos a dialogar con Corea del Norte", dijo el subsecretario de Estado estadounidense Kurt Campbell a periodistas antes de un viaje de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a Corea del Sur la semana próxima, indicó Reuters.

"Pero como el presidente (surcoreano) Lee Myung-bak ha dicho en varias ocasiones, no queremos hablar por el bien de las conversaciones. Debe haber una clara determinación de que Corea del Norte rechaza sus formas provocativas y abraza un camino hacia la desnuclearización de la península coreana", agregó.

Estados Unidos y Corea del Sur tienen previsto aprobar pronto una serie de ejercicios militares conjuntos que buscan disuadir a Corea del Norte de cualquier ataque futuro tras el hundimiento de un buque de guerra surcoreano, dijo el miércoles el Pentágono.

Los ejercicios navales y aéreos en el mar Amarillo y el mar de Japón, que probablemente finalizarán durante las conversaciones de alto nivel la semana próxima en Seúl, van más allá de los previamente anunciados tras el ataque que en marzo causó la muerte de 46 marinos.

Corea del Norte ha negado cualquier responsabilidad por el incidente, pero es culpado ampliamente del hundimiento del buque de guerra, que exacerbó las tensiones ya elevadas por las ambiciones nucleares de Pyongyang.

Nicaragua y el sandinismo

Jueves 15 de julio de 2010
Nicaragua a 31 años de la victoria sandinista de 1979: “Los intereses populares en el centro de las prioridades nacionales”
Sergio Ferrari (E-CHANGER)

Un amplio proyecto social. La promoción de la producción campesina y de las mujeres cabeza de familia. Política internacional solidaria: pro-ALBA, contra el Golpe en Honduras. El sandinismo y sus propias limitaciones.

El 19 de julio en Nicaragua se celebrará el 31er aniversario de la victoria popular del 1979. Entre ese momento histórico y el presente se sucedieron 11 años de Revolución Popular Sandinista (1979-1990); 17 años de “democracias” neoliberales (1990-2007) y tres y medio del retorno del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) al Gobierno con Daniel Ortega a la cabeza. Diversas voces dentro y fuera presentan al país centroamericano a través de caricaturas catastróficas. Algunas, incluso, hablan de *dictadura familiar* parangonando la gestión actual con la dictadura somocista que durante casi medio siglo se impuso con mano de hierro antes de la insurrección del 79.

¿Cuál es la realidad actual que vive ese país centroamericano? ¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades del sandinismo en su segunda etapa?


Entrevista con Gerald Fioretta, sociólogo suizo que acaba de visitar Nicaragua, país donde vivió durante varios años en la década de los ochenta trabajando en tanto cooperante internacionalista en la región rural de Matagalpa.

P: Acaba de regresar de un viaje a Nicaragua en el que pudo mirar de primera mano la realidad cotidiana. ¿Cuál es su impresión sobre ese país centroamericano en relación con la versión que dan ciertos de comunicación en el exterior?

R: Los medios no hablan prácticamente más sobre Nicaragua desde hace mucho tiempo. En todo caso en Europa. Y cuando lo hacen, se alinean detrás de los cables producidos por las grandes transnacionales de la información como AP (Estados Unidos), AFP (Francia) o EFE (España) que denuncian al Presidente Ortega (Daniel) y su “dictadura familiar”.

Un contraste enorme entre las críticas europeas o estadounidenses sobre las “desviaciones” del Gobierno Ortega y la sensibilidad atenta de una gran parte de hombres y mujeres nicaragüenses con respecto a su Gobierno. Me pregunto, siempre en base a la interpretación de las grandes agencias internacionales: ¿dónde se pueden ver los afiches gigantes del “dictador Ortega” pisoteando a los líderes de la oposición, sean estos Arnoldo Alemán o Eduardo Montealegre? Nada de esto es visible ni existente cuando uno llega a Nicaragua. Y se comprueba que esa imagen de “Ortega dictador” no es más que el producto de una gran campaña de desinformación mediática, interna e internacional.

P: No son pocas las Organizaciones No-Gubernamentales (ONG) tanto internacionales como locales que critican también muy radicalmente al actual Gobierno Sandinista. Es decir no se trata sólo de medios de información...

R: La pregunta sería: ¿por qué tal manipulación? ¿Qué buscan los organismos oficiales de cooperación de los países europeos, muchas de las ONG internacionales e incluso ciertas pequeñas ONG, que en otro momento, fueron activamente solidarias con el sandinismo?

¿Por qué coinciden con las campañas de oposición de la derecha?

¿Por qué están sólo a la escucha de sus “contrapartes”, en general un estrecho sector social de cuadros y empleados de ONG internacionales y nacionales residentes en Nicaragua?

La controversia nació en torno a la victoria del FSLN en las elecciones del 2008.

Ciertos analistas hablan de *fábula* en relación al pretendido fraude electoral. Mala perdedora en las elecciones municipales del 2008, una parte de la oposición, detrás de Eduardo Montealegre y del Movimiento de Renovación Sandinista (sector disidente del FSLN), logró propagar su propia versión sobre el “fraude electoral” cometido supuestamente en 30 de las 153 municipalidades, incluida la capital Managua. Sin embargo, nunca aportó pruebas o documentación sólida de este eventual fraude delante las autoridades competentes, en las cuales están representados todos los partidos que participan en las elecciones.

P: ¿Cuál es su visión sobre lo que pasa en el terreno concreto, en la vida cotidiana de los sectores más amplios de la población?

R: Durante mi viaje, encontré una realidad diferente a la que transmiten las grandes agencias de información o una gran parte de las ONG presentes en Nicaragua.
Existe una gran lista de programas sociales en ejecución: “Hambre Cero”
; “Usura Cero”, “Bonos Productivos”, que buscan concretamente beneficiar a las familias campesinas pobres, incluso priorizando a las mujeres cabeza de familia. Se realizan también grandes esfuerzos para rehabilitar caminos y rutas rurales. En esas mismas zonas, se impulsan pequeños proyectos de energía limpia o de distribución de agua potable. Se promueve también la rehabilitación de calles en los barrios marginados de las ciudades. Se han instalado un millar de puestos “ENABAS” (centros de distribución de alimentos) para la venta de productos básicos a precios subsidiados

Hay un esfuerzo gubernamental estratégico a favor de los pequeños y medianos campesinos con la idea de aumentar la agricultura familiar y huertos.

Y también para promover cooperativas, que son actoras claves de la agricultura de exportación sustentable, fundamentalmente de café y carne.

De esta manera y a pesar de la crisis mundial que golpea muy rudamente a los países centroamericanos vecinos, Nicaragua ha visto aumentar significativamente su producción de alimentos de base en este primer semestre del 2010.
Y el país está a punto de ser auto-suficiente en la producción de muchos de esos productos.

Sin olvidar en esta radiografía rápida la nueva situación energética que favorece al país, luego de años de una verdadera penuria de electricidad.

P: Uno de los pilares distintivos de la revolución sandinista en los años ochenta fue la activa participación popular... ¿Qué se observa hoy en la esfera de la movilización y participación ciudadana?

R: Siento que hay una renovación de la participación popular, acentuada por la dinámica de la juventud.

Numerosos sandinistas, que se habían retirado de la vida política activa luego de la derrota electoral del FSLN en las elecciones de 1990 y que se mantuvieron alejados en los 17 años anteriores de gobiernos de neto corte neo-liberal, hoy comienzan a movilizarse de nuevo.

Por otra parte, los jóvenes que hoy tienen entre 18 y 25 años y que no habían vivido ni la lucha anti-somocista ni la revolución sandinista y que sólo conocieron el neoliberalismo depredador que empobreció a sus familias, comienzan a movilizarse. Pude observarlo claramente en el departamento rural de Matagalpa: desde el regreso del Gobierno Sandinista en el 2007, esos jóvenes son testigos de cambios sustanciales para ellos mismos, especialmente en el plano de la educación, que volvió a ser pública y gratuita a partir de la vuelta del FSLN en el 2007.

Las becas de estudio y las carreras técnicas volvieron a ser accesibles, incluso en algunos centros poblacionales de regiones rurales. Los jóvenes ven ampliarse sus horizontes; sus necesidades de formación son tenidas en cuenta; sus aspiraciones de participación se ven facilitadas. El cambio es rápido y una gran parte de la juventud respeta a este Gobierno que está cercano a sus necesidades y que facilita la innovación tecnológica. Se puede acceder de forma corriente y fácil a Internet en bibliotecas rurales de zonas alejadas e incluso en las municipalidades.

No es inusual, por tanto, que los jóvenes participan en los CPC (Consejos de Poder Ciudadano) que existen en cada barrio y cada poblado, para servir a la comunidad o para exigir a las autoridades locales el respeto y la aplicación de los planes de inversión comunal.

Cuando veo todo esto me pregunto por qué la campaña mediática de denigración del actual Gobierno golpea tan fuerte en el exterior, por ejemplo aquí en Europa. Para los medios de información que todo lo simplifican y lo denigran, los CPC son sólo “estructuras clientelistas” en manos de los sandinistas más ortodoxos para distribuir cartas de recomendación indispensables para acceder a un puesto de trabajo, a una vivienda o a una beca de estudio.

De tanto repetirse, estos argumentos son aceptados como verdad especialmente en Europa.

Es evidente que existen excesos, como han existido y existes en otros países mucho más ricos que Nicaragua. Nadie dice que todo el perfecto. Pero los CPC intentan revitalizar la organización popular. En tanto estructuras de poder ciudadano y de participación popular.

P: ¿Existe el riesgo que esos instrumentos fortalezcan un funcionamiento de tipo dictatorial tal como lo señalan voces críticas externas e internas?

R: Cuando ciertos dirigentes de la oposición o de la sociedad civil, muchas veces ex-sandinistas, comparan a Ortega con Somoza, me parece alucinar. La decencia mínima impide una comparación de esta naturaleza. Sobre todo si se conoce lo que fue el somocismo, implantado por los Estados Unidos de América, basado en una Guardia Nacional (ejército) terrorífico que asesinaba sin distinción, detenía indiscriminadamente a centenas de presos políticos, torturaba y violaba a miles de nicaragüenses.

La Revista “Envío” que pertenece a los jesuitas progresistas, próxima del opositor Movimiento de Renovación Sandinista – nacido de una división del FSLN- comienza finalmente a suavizar su tono, dándose cuenta que no es para nada creíble calificar a un Gobierno como el actual de dictadura sin que se den ninguna de las características básicas de una dictadura, particularmente en lo referente a la violación masiva de los derechos humanos.

No hay presos políticos, no se percibe una militarización de la sociedad, no existe censura a los medios de comunicación, muchos de los cuales son acérrimos opositores y critican cada día a Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo... ¿Cómo hablar de dictadura, entonces?

Recorrí la mitad del país, desde la zona pacífica a la región central montañosa...y nunca en mi reciente estadía fui objeto de un control personal, o de un tranque militar. Libertad de circulación y tranquilidad que todo viajero puede observar.
Lo que cualquier observador puede percibir es, de una parte, una campaña mediática intensa contra el sandinismo; y de otra parte, una dinámica social interna en pleno movimiento y portadora de esperanza.

P: ¿Cómo evalúa la política internacional del sandinismo?

R: Ha ido recuperando la dignidad y la soberanía de Nicaragua desde 2007 en adelante. Daniel Ortega se ha convertido en el dirigente centroamericano más convencido de los ideales de integración latinoamericana y subregional. La adhesión de Nicaragua al ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) le ha dado un nuevo sentido/objetivo a la política exterior y como decía antes, ha permitido resolver la grave crisis energética del país gracias al acuerdo sobre el petróleo solidario firmado con Venezuela. En contraparte, Venezuela es hoy el segundo país más importante a donde van las exportaciones de productos nicas luego de los Estados Unidos.

Un elemento importante: Brasil y Nicaragua fueron los actores principales de la unidad latinoamericana todo a lo largo de la crisis hondureña que siguió al Golpe de Estado del 28 de junio del 2009.

Pragmáticos y solidarios, Lula y Ortega sostuvieron al presidente destituido Manuel “Mel” Zelaya y al Frente de Resistencia contra el golpe. También fueron ellos los que impulsaron una estrategia continental unitaria para deslegitimar la elección de Porfirio Lobo, primer presidente pos-golpe. Impusieron negociaciones en torno al retorno de Zelaya y al fin de la represión. En breve, está política pragmática y solidaria prosperó y a partir de ahora un nuevo Golpe de Estado en América Latina es inimaginable.

P: ¿Cuáles son los principales problemas, o lo más visibles, que surgen de la observación de la realidad nicaragüense?

R: Es cierto que al país respeta y cumple, año tras años, con los acuerdos impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), para gran tranquilidad de la oligarquía tradicional y de la nueva burguesía sandinista. Eso tiene sus consecuencias… Pero es obvio que sin mayoría social y política (en el parlamento, por ejemplo) que le aseguren al Gobierno una legitimidad a la vez política y popular (y pienso que allí está el gran desafío de las próximas elecciones presidenciales de fin del 2011), es casi imposible impulsar grandes reformas estructurales que podrían cambiar el sistema.


Pienso que la principal debilidad hoy es superar un déficit ideológico importante, después de tantos años de neoliberalismo.

No es tanto un límite propio del Gobierno, pero sobre todo del FSLN y del sandinismo en general. No es del día a la noche que se puede reconstruir la actividad y la visión colectivas para promover campañas de ideas, para impulsar debates de fondo que permitan la sensibilización de la gente sobre los temas esenciales de la sociedad.

El Gobierno Sandinista tiene sus contradicciones, es cierto. Pero ha puesto los intereses del pueblo en el centro de sus prioridades y trabaja fuerte para concretizar un proyecto social por el cual han sufrido y dado su vida, incluso, miles de mujeres y hombres nicaragüenses, en la guerra de liberación y luego, durante la guerra de los ochenta.

Chavez y la Iglesia

Jueves 15 de julio de 2010
Venezuela: El presidente Hugo Chávez impugna privilegios de la Iglesia Católica
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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió el pasado miércoles al canciller Nicolás Maduro crear un equjavascript:void(0)ipo que revise el vigente convenio entre el Estado venezolano y el Vaticano, para despojar a la Iglesia Católica de privilegios que contradicen con la Constitución, escribe el diario Universal.

Chávez se refirió al convenio que el presidente venezolano Rómulo Betancourt firmó con Vaticano en 1965 y el cual coloca a la Iglesia Católica en una posición privilegiada ante las demás confesiones religiosas. "Resulta que esto es un estado seglar y resulta que esto sí viola la Constitución", declaró el presidente.

Dicho acuerdo permite a la Iglesia Católica quedarse con una parte de los ingresos por la exportación del petróleo desde Venezuela y financiar con este dinero diversos programas sociales y educacionales.

Chávez respondió con dureza a las críticas por parte del clero al sugerir "que se quiten las sotanas detrás de la cual se esconden para tratar de manipular vilmente a un pueblo que ya no les cree para nada y salgan a la batalla". Tachó de "troglodita" al arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Liberato Urosa Savino, ya afirmó que es "100 veces peor" que su antecesor.

Guerra de Irán y el video de Fidel 2010

militares para atacar desde Azerbaiján
La guerra de EE.UU. contra Irán ya ha comenzado


Scott Ritter
Al–Jazeera

Traducido para Rebelión por Germán Leyens


Los estadounidenses, como el resto del mundo, comienzan a despertar a la desagradable realidad de que el presidente George Bush no sólo les mintió sobre las armas de destrucción masiva en Irak (la excusa aparente para la invasión de marzo de 2003 y la ocupación de ese país por fuerzas de EE.UU.), sino también sobre el proceso mismo que condujo a la guerra.

El 16 de octubre de 2002, el presidente Bush dijo al pueblo estadounidense que “no he ordenado el uso de la fuerza. Espero que el uso de la fuerza no resulte necesario”.

Ahora sabemos que esa declaración en sí fue una mentira, que el presidente, a fines de agosto de 2002, había, en realidad, aprobado las órdenes de “ejecutar” autorizando a las fuerzas armadas de EE.UU. a comenzar operaciones militares activas dentro de Irak, y que esas órdenes ya estaban siendo implementadas en septiembre de 2002, cuando la Fuerza Aérea de EE.UU., con el apoyo de la Real Fuerza Aérea británica, comenzó a expandir sus bombardeos de objetivos dentro y fuera de la así llamada zona de no–vuelo en Irak.

Estas operaciones tenían por objetivo debilitar las capacidades de defensa aérea y de comando y control de Irak. También preparaban el camino para la inserción de unidades de Operaciones Especiales de EE.UU. que realizaron operaciones de reconocimiento estratégico, y posteriormente acciones directas contra objetivos específicos dentro de Irak, antes del comienzo de las hostilidades el 19 de marzo de 2003.

El presidente Bush había firmado una conclusión clandestina a fines de la primavera de 2002, que autorizaba a la CIA y a las fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. a despachar unidades clandestinas al interior de Irak con el propósito de eliminar del poder a Sadam Husein.

El hecho es que la guerra de Irak había comenzado a principios del verano de 2002, si no antes.

La violación del espacio aéreo de una nación soberana es un acto de guerra propiamente tal. Pero la guerra con Irán ha ido mucho más lejos de la fase de la búsqueda de inteligencia. La línea cronológica de los eventos tiene ramificaciones que van más allá de trivialidades históricos o de la investigación política de los eventos del pasado.

Representa un historial de precedentes por parte de la administración Bush que debe ser considerado al considerar los actuales eventos respecto a las relaciones EE.UU.-Irán. Tal como fue el caso con Irak antes de marzo de 2003, la administración Bush habla actualmente de “diplomacia” y de su deseo de resolución “pacífica” del problema iraní.

Pero los hechos hablan de otra agenda, la de la guerra y de la eliminación por la fuerza del régimen teocrático, que actualmente tiene las riendas del poder en Teherán.

Como en el caso de Irak, el presidente ha preparado el camino para el condicionamiento del público estadounidense y de medios más que obsecuentes en su aceptación sin análisis de los méritos de una política de cambio de régimen en Irán, vinculando el régimen de los ulemas con un “eje del mal” (junto con el recién “liberado” Irak y Corea del Norte), y hablando de la necesidad absoluta de extender la “democracia” al pueblo iraní.

La “liberación” y la extensión de la “democracia” se han convertido en dos nombres de código no–demasiado–sutiles, significando militarismo y guerra, dentro de la cábala neoconservadora que formula y ejecuta la política exterior estadounidense en la actualidad.

Sólo por la intensidad de la retórica de “liberación y democracia”, los estadounidenses ya deberían darse por advertidos de que Irán está bien fijo en la mirilla como el próximo objetivo para la política ilegal de cambio de régimen que es implementada por la administración Bush.

Pero los estadounidenses, y por cierto gran parte del resto del mundo, siguen siendo mantenidos en un falso sentido de complacencia por el hecho de que aún no han comenzado las operaciones militares convencionales abiertas entre Estados Unidos e Irán.

Por ello, muchos insisten en la falsa esperanza de que una extensión de la actual locura en Irak pudiera ser postergada o impedida en el caso de Irán. Pero es un sueño demencial.

La realidad es que la guerra de EE.UU. contra Irán ya ha comenzado. Mientras escribimos estas líneas, se realizan vuelos estadounidenses sobre suelo iraní, utilizando aviones teledirigidos y otras posibilidades más avanzadas.

La violación del espacio aéreo de una nación soberana es de por sí un acto de guerra. Pero la guerra contra Irán ha ido mucho más allá de la fase de acumulación de inteligencia.

El presidente Bush ha aprovechado los amplios poderes que le fueron otorgados después del 11 de septiembre de 2001, para lanzar una guerra global contra el terror y para iniciar varias operaciones ofensivas clandestinas dentro de Irán.

Las más visibles de éstas son las acciones respaldadas por la CIA, emprendidas recientemente por los Muyahidín el–Khalq, o MEK, un grupo opositor iraní, que solía ser dirigido por los temidos servicios de inteligencia de Sadam Husein, pero que ahora trabaja exclusivamente para el Directorio de Operaciones de la CIA.

Es una amarga ironía que la CIA esté utilizando a un grupo que sigue clasificado como organización terrorista, un grupo entrenado en el arte del asesinato con explosivos por las mismas unidades de inteligencia del régimen de Sadam Husein, que actualmente matan soldados estadounidenses en Irak, para realizar atentados remotos en Irán del tipo que la administración Bush condena a diario dentro de Irak.

Tal vez el dicho de que “el combatiente por la libertad de uno es el terrorista del otro” ha terminado por ser adoptado por la Casa Blanca, poniendo en evidencia la extrema hipocresía de todas las nociones subyacentes que gobiernan la actual guerra global contra el terror.

Pero la campaña respaldada por la CIA de atentados terroristas de los MEK en Irán no constituye la única acción actual contra Irán.

En el norte, en el vecino Azerbaiján, los militares de EE.UU. preparan una base de operaciones para una masiva presencia militar que precederá una importante campaña terrestre a fin de capturar Teherán.

El interés del secretario de defensa, Donald Rumsfeld, por Azerbaiján podrá haber escapado a la atención de los medios occidentales con anteojeras, pero Rusia y las naciones del Cáucaso comprenden demasiado bien que los naipes ya han sido repartidos respecto al papel de Azerbaiján en la próxima guerra con Irán.

Los lazos étnicos entre los azeríes del norte de Irán y de Azerbaiján fueron explotados durante mucho tiempo por la Unión Soviética durante la Guerra Fría, y este vehículo para la manipulación interna ha sido aprovechado por los agentes paramilitares de la CIA y las unidades de Operaciones Especiales de EE.UU. que se entrenan junto con fuerzas azerbaijanas para formar unidades especiales capaces de operar dentro de Irán con el propósito de obtener inteligencia, realizar acciones directas, y movilizar la oposición local contra los ulemas en Teherán.

Pero es sólo un uso que EE.UU. ha planeado para Azerbaiján. Aviones militares de EE.UU. operando desde bases avanzadas en Azerbaiján, tendrán que volar una distancia mucho más corta al atacar objetivos en y alrededor de Teherán.

En realidad, el poder aéreo de EE.UU., podrá mantener una presencia de casi 24 horas al día sobre el espacio aéreo de Teherán una vez que se inicien las hostilidades militares.

Estados Unidos ya no tendrá que considerar el empleo de planes del tiempo de la Guerra Fría que preveían la movilización contra Teherán desde las ciudades del Golfo Pérsico de Chah Bahar y Bandar Abbas. Unidades del Cuerpo de Marines de EE.UU. podrán tomar esas localidades para proteger el vital Estrecho de Hormuz, pero se ha eliminado la necesidad de avanzar por el interior.

Ahora existe una ruta mucho más corta a Teherán – la carretera costera que va a lo largo del Mar Caspio de Azerbaiján a Teherán.

Los planificadores militares de EE.UU. ya han iniciado juegos de guerra que prevén el despliegue de fuerzas multidivisionales a Azerbaiján.

La planificación logística está adelantada respecto al establecimiento de bases de poder aéreo y terrestre de EE.UU. en Azerbaiján.

En vista de que el grueso del apoyo logístico y de la capacidad de comando y control necesarios para realizar una guerra contra Irán ya ha sido desplegado en la región gracias a la masiva presencia de EE.UU. en Irak, el tiempo de preparación para una guerra contra Irán será considerablemente reducido en comparación con los programas acelerados que se vieron respecto a Irak en 2002–2003.

EE.UU. y las naciones occidentales continúan obsesionados por la actual tragedia y desastre que es Irak. Por fin comienza a verse un debate muy necesario en Estados Unidos y otros sitios sobre los razonamientos para la guerra contra Irak y la fracasada ocupación de posguerra en Irak.

Normalmente, esto representaría un cambio positivo. Pero, si todos están ocupados mirando hacia el pasado, muchos no ven el crimen que está a punto de ser repetido por la administración Bush en Irán – una guerra ilegal de agresión, basada en premisas falsas, realizada con poca consideración por el pueblo de Irán o el de Estados Unidos.

La mayoría de los estadounidenses, junto con la parte dominante de los medios de EE.UU., están enceguecidos ante los obvios signos de guerra, esperando, en su lugar, algún tipo de declaración formal de hostilidades, un momento hecho–para–la–tele, como el del 19 de marzo de 2003.

Ahora sabemos que la guerra había comenzado mucho antes. Del mismo modo, la historia mostrará que la guerra dirigida por EE.UU. contra Irán no habrá comenzando una vez que se presente una declaración formal semejante por parte de la administración Bush, sino que ya había sido preparada desde junio de 2005, cuando la CIA inició su programa de atentados terroristas de los MEK en Irán.

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Scott Ritter es el jefe de inspectores de armas de la ONU en Irak, 1991–1998, y autor de “Iraq Confidential: The Untold Story of America's Intelligence Conspiracy,” que será publicado por I B Tauris en octubre de 2005.

Oposición al negociado de la UBA

Crisis en el Buenos Aires: echaron a la rectora y ella irá a la Justicia
15/07/10 El Consejo de la UBA la desplazó ayer. Los alumnos dicen que resistirán la medida.

PorDiego Geddes



LA VOTACION. LOS INTEGRANTES DEL CONSEJO SUPERIOR, EN LA VOTACION.

MALA NOTICIA. EL MOMENTO EN QUE GONZALEZ GASS SUPO QUE LA ECHABAN.



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Condenas, pocos apoyos y una abstención

¿Es peor el remedio?

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Colegio Buenos Aires, rectora, González Gass Los que mañana tienen evaluación, acuerdensé...”. Fue el único gesto descontracturado de un día cargado de tensión para Virginia González Gass, desplazada ayer al mediodía como rectora del Colegio Nacional Buenos Aires, pero todavía en funciones como docente de literatura en ese colegio. La ex rectora, que tiene un fuerte apoyo político de toda la comunidad educativa del colegio, denunció que en su destitución había una “una clara intencionalidad política”.

El Consejo Superior de la UBA la desplazó por amplia mayoría (19 votos a favor, 6 en contra y una abstención) y designó en forma transitoria a la vicerrectora del turno noche, Rosa Blanca López de Del Aguila, de 83 años de edad. Los otros dos vicerrectores, Fabián Schipani, del turno mañana, y Andrea López, del turno tarde, presentaron la renuncia, en señal de apoyo a González Gass. Ahora, la rectora interina deberá elevar en un plazo de 45 días la terna de candidatos para cubrir el cargo de rector del establecimiento.

Desde la UBA acusan a la ex rectora de haber abierto tres cursos en el turno noche sin contar antes con la partida presupuestaria necesaria. “Es un pase de factura”, dijo González Gass. “Yo lo veo como una intervención que no corresponde. Es la primera vez en la historia que el colegio es intervenido de esta manera durante el período democrático”, dijo la ex rectora, cuyo cargo expiraba en mayo de 2011. También hay sospechas en la comunidad educativa del colegio de que la destitución tenga que ver con la posible venta del campo de deportes del colegio (12 mil metros cuadrados en Puerto Madero), a la que ella se opuso. Fuentes del rectorado de la UBA dijeron que la ex rectora debe entender que “no es autónoma de la universidad”.

Ahora, González Gass presentará un recurso de amparo ante la resolución de su destitución. “Eso habla muy mal de ella. Va a perder tiempo y le hace daño al colegio. Lo que pasó hoy es una atribución del Consejo Superior”, dijeron allegados a Hallú. Pero para González Gass, “la UBA está avasallando al Nacional Buenos Aires”.

Los alumnos, que tuvieron un fuerte conflicto el año pasado con la rectora (con una toma que duró varios días), denunciaron que la decisión “va en contra de lo que el colegio y la comunidad educativa quiere”, aclaró Mariana Katz, del Centro de Estudiantes. Además anunciaron que formarán un cordón humano frente al rectorado para impedir el acceso de personas ajenas al colegio. Liliana Olazar, en representación de los docentes, dijo: “No vamos a reconocer a otras autoridades más que las actuales”. Para hoy a las 12.30 está anunciado un abrazo simbólico al colegio, con alumnos, docentes, graduados y padres. Y González Gass dará su clase de literatura.

Masonería

Los masones piden un espacio común




Reunir y poner de acuerdo a cuatro Grandes Maestros de la Masonería española es, a fecha de hoy, una heroicidad. Es triste eso. La Orden masónica, que tiene en los más importantes países civilizados un viejo y sólido prestigio como referente ético de la sociedad, sufre en España un desbarajuste del que sólo en los últimos años, en los muy últimos, empieza a salir. Creo que eso es una buena noticia para todos. Insisto: para todos.

A poco que uno se fije, la obsesión patológica contra la Masonería es lo único que le salió bien al dictador Franco. En términos históricos, fracasó en todo lo demás. Hoy es algo absolutamente corriente ser demócrata, ateo, protestante, gay, nacionalista o pacifista. Comunistas quedan más bien pocos, pero eso se debe a sus propios problemas y no a la persecución que contra ellos montó el caudillo. Sólo el que alguien sea masón, sólo eso, sigue siendo algo que la mayoría de la gente ve aún con prevención y desconfianza. Que era lo que quería Franco, aquel trepa que intentó iniciarse en la Masonería por dos veces (en Larache y en Madrid), que fracasó en ambos intentos y que, por ese motivo, crió en su agrio corazón un odio y un rencor mayores que los que aquel mediocre llegó a sentir por ninguna otra cosa en toda su vida. Mandó matar a 16.000 ciudadanos por el delito de ser masones. Exilió, encarceló, dejó sin trabajo o persiguió de cien maneras a otros 80.000. Y cuando terminó la guerra civil, no había en nuestro país más allá de 4.500 masones. De los que muchos, encima, lograron escapar. Ahí están los archivos de Salamanca para quien desconfíe de estas cifras.

Los masones españoles son pocos aún, aunque su número está creciendo rápidamente, pero esto es lo peor: están increíblemente divididos. Hay Obediencias (así se llama a la agrupación de varias Logias) que no llegan al centenar de afiliados. Muchas de ellas no reconocen a otras, o no tienen relación de amistad con ellas. ¿La culpa la sigue teniendo Franco? En parte sí, pero yo creo que, treinta y cinco años después de la muerte de aquel señor, los masones deberían mirarse a sí mismos antes que al pasado para buscar a los responsables de sus problemas. En un medio hostil, que fue el que dejó la dictadura, lo peor que uno puede hacer es caer en los personalismos, las rencillas, la vanidad, el afán de protagonismo, las querellas absurdas y el rencor individual.

Por eso me parece una heroicidad, pero sobre todo una espléndida noticia, que cuatro Grandes Maestres de la Masonería liberal y adogmática española (esto es, que reconocen a las mujeres masonas como hermanas y que no tienen la obligación de creer en ningún dios) se hayan puesto de acuerdo y hayan presentado hace unos pocos días, en el Ateneo de Madrid y albergados por la agrupación ateneísta Ágora, un texto común en el que se dicen muchas cosas muy importantes para todos. Repito: para todos los ciudadanos.

Nombres: Jordi Farrerons, Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE); Ana María Lorente, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España (GLFE); Paloma Martínez Sierra, presidenta de la Federación Española del Derecho Humano (DH) y Aimé Battaglia, que no es Gran Maestro sino Consejero del Gran Oriente de Francia (GOdF). Como anfitriona, Carmen Serrano, presidenta de Ágora, foro para el diálogo en el Ateneo madrileño.

Bien, ¿qué dijeron? En pocas palabras: la Masonería reivindica el principio constitucional de aconfesionalidad del Estado. Vaya cosa, dirán ustedes: eso ya lo pone la Constitución, ¿por qué salen ahora los masones a reivindicar algo que ya está en la ley de leyes?

Pues porque una cosa es lo que dice la Constitución y muy otra lo que pasa en realidad. La Masonería liberal piensa que sigue existiendo no sólo una preeminencia evidente de la Iglesia católica en la vida institucional española, sino que otras confesiones religiosas (qué gaitas otras confesiones, seamos claros: el Islam) están avanzando para imponer al común de los ciudadanos, a todos los ciudadanos, normas de comportamiento, usos, costumbres y prerrogativas que son frontalmente incompatibles no ya con lo que dice la Constitución, sino con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Nuestro Estado es, por definición constitucional, laico. Esto quiere decir que respeta todas las confesiones religiosas, pero que no ampara, protege, impulsa ni cuida amorosamente a ninguna de ellas. ¿Por qué? Por algo tan evidente que da vergüenza decirlo: porque la religión es, por definición, un acto privado, un sentimiento personal e íntimo que debe ser respetado, cómo no, pero en ningún caso impulsado por un Estado laico. Los franceses –esto lo recordó Aimé Battaglia, del GOdF– tienen, desde hace ciento cinco años, una ley de separación entre la Iglesia y el Estado que nosotros no tenemos. Hace un siglo que se acabaron estos problemas para nuestros vecinos del norte. Aquí, hoy, la Iglesia sigue indignándose porque se pretenda eliminar los símbolos religiosos privados –todos, pero sobre todo los suyos– de los edificios públicos, y muy singularmente de los centros educativos, que es donde pretenden mantener como sea su cantera. Y no es más que un ejemplo entre cientos: ahí están la catequesis en la enseñanza que todos pagamos, las subvenciones más o menos encubiertas que el Estado sigue pasando al clero, la reverencia temerosa de las autoridades civiles para con los jerarcas eclesiásticos, la confusión inconcebible entre religión y derechos humanos que se está cometiendo con el asunto del burka, del niqab y del hiyab.

Es lo que Jordi Farrerons (GLSE) llamaba la “pervivencia de una confesionalidad sociológica del Estado” 32 años después de que se promulgase la Constitución. Yo creo que tiene toda la razón. Y estoy de acuerdo con la idea de los Grandes Maestros masones: ¿por qué hay que incluir en nuestra declaración de la renta una casilla desde la que es posible financiar a la Iglesia católica? ¿En nombre de qué? ¿Quieren los católicos dar dinero a sus curas? Perfecto, que lo hagan. España está llena de iglesias, y las iglesias llenas de cepillos petitorios. Todo el mundo que pide o que necesita dinero (asociaciones de todo género, ONG, iniciativas ciudadanas) hace público un número de cuenta corriente en el que cada cual puede hacer, si así lo considera oportuno, el correspondiente ingreso. Pero ¿en la declaración del IRPF? ¿Por qué? O, nunca mejor dicho, ¿a santo de qué?

El Gobierno parece estar pensando no en solucionar el problema (como hicieron en Francia hace un siglo) sino en multiplicarlo: la idea es, según algunos, tratar a todas las confesiones por igual, sí, pero no según el concepto de igualdad laico… sino tratarlas igual que se trata a la confesión católica. Imagínense la locura de encontrarse, en el impreso del IRPF, ciento ochenta casillas para que cada cual escoja su religión o secta preferida; un plan de estudios en el que se ofrezcan al aterrorizado niño clases de islam, judaísmo, anabaptismo, adventismo, todas las ramas del budismo y, no faltaba más, cienciología; las paredes de las aulas hechas un bazar con cruces de cuarenta clases, estrellas, lunas, soles y yo qué sé qué más. Y todo a cargo, claro, de los Presupuestos Generales del Estado. Pobre ministro Gabilondo.

Creo que la solución más sensata y más constitucional es la que proponían los masones en el Ateneo: quien quiera religión, que se la pague y que la disfrute con salud. Que mande a sus hijos a la parroquia, a la madrasa, a la sinagoga o a la estación espacial internacional si eso es lo que se le antoja, pero, eso sí, fuera del horario lectivo, sin dinero público de por medio y con la garantía de que, en la escuela, a la criatura se le va a enseñar lo que debe aprender todo el mundo, que son materias científicas, humanidades, oficios y educación constitucional y democrática. Sí, he dicho bien: educación para la ciudadanía, para la convivencia en paz, libertad, tolerancia y respeto. Que es lo que propugna la Constitución.

¿Cómo se llama eso? Laicismo. Así de claro. No laicidad, que es un término que no existe, un galicismo que nace de laicité. Que se traduce correctamente, en español, por laicismo.

Alguno dirá: ya están los masones, esos comecuras, prendiendo la antorcha para quemar iglesias. Bien, es inevitable. De sobras sé que es por completo imposible convencer de nada a los fanáticos ni a quienes se creen en posesión de la verdad, sea revelada (es lo más frecuente, así no hay que pensar) o sea fruto del propio mecanismo mental, que para el caso es lo mismo. Porque es mentira que los masones sean anticlericales. O antirreligiosos. Entre ellos hay numerosísimos cristianos, y también musulmanes, budistas, agnósticos y ateos. Pero cualquier persona medianamente informada sabe que en las logias masónicas no se habla jamás de religión: cada cual puede creer en lo que quiera y nadie le pregunta nada a nadie. Lo que sí defienden, como acabamos de ver, es la libertad, la democracia, la tolerancia y el respeto a los demás. A todos los demás. Lo que defienden es un espacio común de convivencia, laico y constitucional, en el que quepamos todos los ciudadanos.

Y el que quiera rezar, pues que rece en su casa o en su templo, que para eso están la libertad individual y los templos.

Por cierto: ¿alguien se imagina una discusión como esta en Alemania, en Francia, en Suiza, en Suecia o en el Reino Unido? Resulta difícil, ¿verdad?

Lo decía Bertolt Brecht: malos tiempos aquellos en los que es necesario defender lo evidente.