Mala lógica futbolística

(Del diario Clarín de Buenos Aires, miércoles 21 de julio de 2010.)


Si Boca gana todos los partidos, más que candidato será campeón...


La Paradoja de Banach-Tarski (Cap. 7 y último)

(Para ver los sucesivos capítulos de esta saga haga clic sobre la etiqueta Banach-Tarski.)

La duplicación de la esfera

Todas las piezas de la demostración del Teorema de Banach-Tarski ya han sido mostradas. Sólo falta ensamblarlas convenientemente para comprender la idea (sólo hablaré de la idea, no de los detalles técnicos).

Como decíamos ayer, es posible cortar un cuadrado en partes que, reorganizadas convenientemente, nos permitan armar dos cuadrados iguales al original. La partición que hemos hecho requiere una cantidad infinita de partes (cada parte es, en realidad, un solo punto).

Como también dijimos, el que un conjunto de puntos constituya una parte no depende tanto de los puntos en sí como de los movimientos que les apliquemos al rearmar la nueva figura. Una parte es un conjunto de puntos a los cuales les aplicamos simultáneamente los mismos movimientos. Así pensada, como también vimos, una parte puede ser disconexa. De hecho, una parte puede consistir simplemente en una "nube de puntos".

Si en la duplicación del cuadrado hubiera, pongamos por caso, 100.000 puntos a los cuales se les aplicaran simultáneamente los mismos movimientos, esos 100.000 puntos formarían una parte. Inclusive, tal vez, aplicando el suficiente ingenio, podríamos lograr reunir a los puntos en una cantidad finita de partes, cada una de ellas con la forma de una nube de puntos.

En el caso del cuadrado este último objetivo (el de reunir los puntos en una cantidad finita de partes) es irrealizable, pero sí es alcanzable en el caso de la esfera.

Así como hay tantos puntos en un cuadrado como en dos cuadrados iguales a él, de la misma forma hay tantos puntos en una esfera como en dos esferas iguales a ella. Esto ya lo sabía Cantor en 1880 y Cantor podría haber duplicado la esfera de la misma forma que antes nosotros duplicamos el cuadrado o el cubo (tomado cada parte como un punto). El ingenio de Banach y Tarski en su demostración de 1920 es haber logrado reunir a los puntos de la esfera en una cantidad finita de grupos (a cada uno de los cuales se les aplica "en bloque" exzactamente los mismos movimientos). Estas partes, entonces. no deben pensarse como los bloques de un puzzle, sino más bien como nubes formadas por puntos que se mueven al unísono.

¿Por qué no puede realizarse la partición con una esfera verdadera (digamos, una esfera de oro)? La respuesta ya fue comentada y puede resumirse así: una esfera de oro no es una esfera matemática. En la partición de una esfera matemática (que a la que se refiere el teorema del que estamos hablando) interviene cada uno de los puntos de su interior (que son infinitos y no numerables). Una esfera de oro, en cambio, está formada por una cantidad finita de átomos y su interior es principalmente espacio vacío.

Para finalizar, les dejo un problema que (hasta donde conozco) fue planteado por primera vez por Iván Skvarca hace ya algunos años. El problema dice así: ¿es posible cortar un triángulo equilátero en cinco partes iguales? Donde, que dos partes sean "iguales" quiere decir que es posible mover una de ellas hasta superponerla exactamente con la otra. Como vimos en el capítulo 1, un problema de este tipo puede pensarse física o matemáticamente. Les dejo, para pensar, ambos aspectos del problema.

Gracias por la amable atención. Un saludo para todos...

Solidaridad con la Ley de Arizona

Países se solidarizan contra ley de Arizona Ginebra


Once países firmaron ayer en Ginebra, Suiza, a instancias de México, una declaración en la que muestran su preocupación y condena por la ley de Arizona, la cual consideran que tiene un “espíritu racista, xenófobo y contrario a la inmigración de cualquier tipo”.

Los países signatarios fueron, además de México, Uruguay, Panamá, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Cuba, Turquía, Senegal, Micronesia y Chile.

“Queremos agradecer a los países signatarios su colaboración en la lucha por la derogación de esta ley xenófoba y racista”, manifestó ayer en Ginebra el vicepresidente del Parlamento de México, Felipe Solís Acero, al final de la Asamblea de Presidentes de Parlamentos, que tuvo lugar en esa ciudad helvética los últimos tres días.

Además de lamentar el “espíritu en contra de la inmigración en general y de la irregular en particular”, la declaración reconoce los “esfuerzos” del presidente de EE. UU., Barack Obama, por “su compromiso personal en impulsar una reforma migratoria integral”.

La Ley SB 1070, aprobada en abril último por Arizona y que entrará en vigor el 29 de julio, permite a las fuerzas de seguridad estatales detener a cualquier sospechoso de no tener regularizado su estatus migratorio.

A iniciativa de México, 11 delegaciones —entre las más de cien presentes en Ginebra— y el presidente de la Asamblea Parlamentaria de Europa, el turco Mevlüt Çavusoglu, firmaron el documento, que insta a la comunidad internacional “a alzar su voz contra la ley de Arizona y cualquier otra medida discriminatoria”.

MARIHUANA EN CALIFORNIA -

Aprueban producción industrial de marihuana


WASHINGTONEl concejo de la ciudad de Oakland, en California, aprobó un plan que permitirá el cultivo industrial a gran escala de marihuana y su comercialización.

El cuerpo político tomó esta decisión la medianoche del martes último, por cinco votos contra dos y una abstención; esta permitirá la producción, el procesamiento y el empaquetado de la yerba.

Al final se impuso el criterio de quienes ven en la resolución una importante fuente de ingresos y empleos para esa ciudad.

La decisión se adoptó después de un largo debate en el que representantes de los pequeños cultivadores se quejaron de que estos tradicionales productores iban a quedar relegados del negocio.

Según informa el diario The San Francisco Chronicle, los concejales tomaron en cuenta los temores de los cultivadores de cannabis en pequeña escala y prometieron que antes de fin de año establecerán reglas más específicas para las plantaciones pequeñas y medianas.

El Gobierno de Estados Unidos calcula que la producción de marihuana en ese país creció de casi mil toneladas en 1981 a unas 10 mil en el 2006.

El sitio Drugscience.org precisa que la producción nacional de marihuana tiene un valor de unos US$35 mil 800 millones.

El crítico más influyente de las nuevas normas fue Steve DeAngelo, propietario del Centro de Salud Harborside de Oakland, el mayor dispensario de marihuana médica en ese país.

Su clínica compra marihuana de unos 500 cultivadores pequeños, por lo cual Harborside ofrece alrededor de cien variedades de esa yerba en cualquier momento.

Alejandro Rozitchner

afondo
El filósofo Alejandro Rozitchner reflexiona sobre una de las muchas costumbres argentinas: el refunfuñeo permanente o la "mentalidad taxista".

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Este es el artículo que escribió el filósofo para Yahoo, ( y cobró bien seguramente ) y que reproducimos completo, porque no tiene desperdicio:



"Me tiene cansado, harto, la tendencia argentina a producir un efecto de falsa inteligencia a través de la crítica. El ejercicio uno de la mente nacional, su función elemental, su abc, su leche de pecho, sus palotes elementales, es el arte de la objeción, la formulación de una crítica o una sospecha, el señalamiento del punto en el que alguna cosa no anda o no va a andar. Sí, es la "mentalidad taxista" (suena como marxista, se le parece, pero es otra forma de impotencia, de estilo nacional).

"Me refiero al canalla normal, que prefiere descreer y siente que así es piola. Al que hace mohines de reparo y descreimiento, al escéptico natural, al que cultiva su fe en el fracaso como si fuera algo profundo. No, claro, no somos todos así. Sí, hay mucho argentino y argentina inteligente de modo más verdadero, capaz de lidiar con complejidades sin tirar al chico con el agua sucia, pudiendo ejercer el arte del hacer, del buscarle la vuelta, del querer vivir aunque el mundo no sea fácil. Hay muchas personas que viven su vida dando sus batallas, sin dejarse llevar por este vicio compulsivo de la crítica. No se engañan, saben quién trabaja y quién miente, quién sólo critica y quién aporta. Quién tiende a mentir y a tapar sus mentiras con enojos (sí, hablo de los Kirchner y de sus manipulaciones constantes, de la información, la economía y la justicia), y quién tiende a generar condiciones de crecimiento reales.

"El crítico cree que, como la realidad no es como él querría que fuera, su capacidad debe expresarse señalando el error presente en las cosas. Mientras más error señale, más inteligente se cree. Si no puede afirmar nada, si logra descreer de todo, de todo absolutamente, anular todas las opciones, ver detrás de cada cosa una trampa, una amenaza, una mala fe escondida, se siente un genio. Y muchos lo festejan como tal. Es una inteligencia que mide su fuerza a partir de su poder destructivo. Para quienes viven en esta costumbre patológica, el inteligente es ese descontento criticón, cuyos aires de superioridad no tienen relación con ningún logro o aporte real, pero que hace creer a los demás que tiene un potencial tremendo. Nunca se verifica ese potencial, aunque tanta capacidad para detectar fallas hace suponer una inteligencia prodigiosa. Gran malentendido.

"Gran malentendido, porque esa posición defensiva y arrogante no produce nunca nada. O sí, produce: desazón, desencuentro, amargura, escepticismo, aislamiento, inhibición, depresión, falta de vitalidad, pérdida de vida, de sentido, desprecio de las posibilidades plásticas de la realidad. Prefiero a los boludos que tratan de hacer cosas y se equivocan (a los inocentes, tan criticados, que se animan a confiar, a crear, a buscar, a entregarse a la vida sin medir todos sus pasos constantemente) que a esos inteligentes sin inteligencia, a esos críticos pretenciosos y carentes de vitalidad.

"Todo ciudadano que se precie tiene opiniones formadas acerca de cómo tendrían que ser las cosas, aunque luego no sea capaz de producir aporte alguno. Vivimos cultivando el arte de la objeción, señalando siempre frente a cada fenómeno el punto en el que este falla o podría fallar, como si eso fuera pensar, como si eso fuera ser inteligente: no lo es. Ese uso del pensamiento dista mucho de ser una aplicación valiosa, es más bien una estrategia de empobrecimiento constante, de negación de la realidad, una forma de querer siempre estar en otro lado y en otro momento, una manera de hurtarse y de no ser. Claro, por esa vía te salvás de equivocarte, pero porque te salvás de algo mucho más importante: de vivir.

"Un claro ejemplo de esta mediocridad crítica es la mayoría de las intervenciones en los foros de Internet, o incluso en los comentarios en los blogs o en los artículos como éste. Hay un cardumen de maledicientes que no tienen otra cosa que hacer con sus vidas que basurear resentidamente todo lo que no huela tan mal como su mundo interno. Seguramente no son capaces de generar ideas, ni textos, ni acciones, ni proyectos, simplemente se desquitan tirando tierrita encima de las posibilidades ajenas.

"La visión de la crítica como suprema inteligencia avala tales costumbres como si fueran un aporte. No lo son. Aporte es sumar, con inteligencia, valor. No es sospechar, es construir; no es seguir diciendo lo que no se quiere, es animarse y poder decir qué cosa sí se quiere y colaborar con el logro de la cosa señalada. No digas más que es lo que no hay que hacer, tratá de decirme qué sí te parece bien. Y no te olvides del cómo, si bien tiene que ser un cómo realista: no te escudes en el sueño utopista, que sirve para escribir poemas malos pero no suma nada en el mundo de la vida real.

"El gobierno nacional cree en esta inteligencia crítica, en esta falsa inteligencia impotente, y recolecta adhesiones en quienes padecen de su misma impotencia creativa. Viven a costa de sus enemigos, sólo se orientan existencialmente peleando contra alguien a quien poder llamar "malo". Sin ese recurso no saben qué hacer, ni quiénes son, ni qué quieren, ni cómo se llaman. Es un mal nacional, tenemos que aprender a ser de otra manera".

Mundo bipolar - el conflicto del Oriente Medio

La creación del Estado de Israel, factor de conflicto en el mundo bipolar:



Historia de la Creación del estado Judío

Un nuevo e importante factor de conflicto en las relaciones Oriente-Occidente fue el final del mandato británico en Palestina y la fundación del Estado de Israel en parte de ese territorio, donde se había refugiado una gran cantidad de judíos con motivo de la persecución nazi. Desde hacía varios años, Inglaterra se había mostrado favorable al sionismo (doctrina que postulaba la unión de los judíos en una sola nación) y había prometido a los judíos les sería otorgado un territorio para que establecieran su nación en tierras palestinas, las que, de acuerdo con la particular tradición histórica judía, les pertenecían como herencia de sus antepasados que las habían habitado en tiempos remotos.

En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó un plan que establecía la partición de Palestina en dos Estados independientes,
uno árabe y otro judío, y de una zona internacional en la ciudad de Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas, con una unión económica entre las tres entidades. El plan fue inmediatamente aprobado por los judíos y rechazado por los árabes, situación que generó serios enfrentamientos entre ambas comunidades. La creación del Estado judío en tierras palestinas, al causar la expulsión de los pueblos árabes radicados en ellas, creó uno de los más graves conflictos en la política mundial del siglo XX.

El 14 de mayo de 1948, cuando los británicos pusieron fin a su mandato y abandonaron Palestina, fue proclamada la fundación del Estado de Israel. En seguida, estalló la guerra entre el nuevo ejército de israelí y los árabes de Egipto, Líbano, Siria, Irak y Transjordania, que atacaron el territorio del nuevo Estado sionista. Esta guerra, que sería la primera de una serie de enfrentamientos armados en la región, se prolongó hasta enero de 1949 y finalizó con la victoria de Israel que consolidó su posición y obtuvo más territorio que el previsto en el plan de partición propuesto por la ONU.

La derrota de Palestina ante Israel dio motivo para que los árabes se sintieran defraudados y traicionados no sólo por los países occidentales aliados de Israel, sino también por los dirigentes árabes incapaces de enfrentarse a su enemigo y sospechosos de connivencia con el imperialismo occidental. Todo ello fue el “caldo de cultivo” donde se gestaron los movimientos populares y revolucionarios árabes a partir de esa fecha, dando origen al panarabismo (unión de todos los pueblos árabes), movimiento de lucha para la liberación de los territorios palestinos.

Por otra parte, la riqueza petrolera de los Estados árabes habría de constituir un elemento más de discordia en aquel conflictivo territorio, en donde el panarabismo se fue perfilando como contrario al bloque occidental. La segunda guerra árabe-israelí ocurrió entre octubre y noviembre de 1956, conocida como la Guerra de Suez, originada por las acciones emprendidas por el presidente egipcio Gammal Abdel Nasser, cuya orientación naciona­lista y revolucionaria lo llevó a enfrentarse a la Gran Bretaña. En julio de ese año, en relación con las necesidades económicas para la construcción de la presa de Assuán, Nasser decretó la nacionalización del Canal de Suez e indemnizó a los propietarios ingleses y franceses para proceder después a prohibir el paso de los barcos israelíes por el Canal. Esas acciones preocuparon seriamente a los gobiernos de Inglaterra y Francia, ante el temor de que Nasser suspendiera los embarques de petróleo que sus países importaban utilizando como vía el Canal de Suez.

Este hecho provocó que Gran Bretaña, Francia e Israel atacaran militarmente a Egipto el 29 de octubre de 1956; con la respuesta armada de este país, dio comienzo la segunda guerra árabe-israelí. Ante la gravedad de la situación en Medio Oriente, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió en una sesión de emergencia en la cual se acordó exigir a los países invasores su retiro de Egipto. Bajo la presión de la ONU y sin haber logrado el apoyo de Estados Unidos en este con­flicto, ingleses y franceses se retiraron en diciembre de 1956, de manera que la zona del Canal quedaba bajo vigilancia de las Naciones Unidas. Este fracaso de las potencias occidentales en el Medio Oriente resultó en beneficio de la Unión Soviética, que aprovechó la situación para intervenir en la política de esta conflictiva región brindando a Egipto ayuda económica y militar para la construcción de la presa de Assuán, con lo cual se fortaleció la posición de Nasser.

Como era de esperarse, pronto intervino el gobierno de Estados Unidos para contrarrestar el dominio soviético. A principios de 1957 fue promulgada la Doctrina Eisenhower, que implicaba un programa de asistencia económica y militar ofrecido por el gobierno estadounidense a los países del Medio Oriente. Ese mismo año, este programa fue adoptado por Líbano, Libia, Turquía, Irak, Israel, Túnez y Sudán, y eso permitió a Estados Unidos participar en los conflictos que ocurrieran en la región. De esta manera, el conflicto árabe-israelí constituyó un factor más de discordia entre los dos bloques, poniéndose en peligro la paz mundial cada vez que la animosidad volvía a cobrar füerza ante los renovados intentos de los pueblos palestinos por recuperar los territorios cedidos a Israel en 1948.

Con el apogeo del nasserismo, la difícil situación entre los Estados Árabes e Israel, estabilizada en 1957, se deterioró de nuevo a partir de 1962 hasta desembocar, en junio de 1967 en la tercera guerra árabe-israelí, llamada la Guerra de los Seis Días, que terminó con una espectacular victoria de los israelíes, quienes ocupan los territorios árabes del Sinaí, Gaza, Golán y Cisjordania, arrebatados a Egipto, Siria y Jordania.

Tras la tercera guerra, los israelíes se afirman en los territorios ocupados y las actividades bélicas quedan limitadas a las acciones de los palestinos contra Israel desde los países árabes vecinos. En Egipto, el presidente Anwar al-Sadat, sucesor de Nasser tras la muerte de éste en 1970, replantea un nacionalismo más conservador y a favor de Occidente, en tanto que en la región se intensifican las presiones derivadas de la pugna Oriente—Occidente. En octubre de 1973, la situación de conflicto lleva a la cuarta guerra árabe-israelí —la Guerra del Yom Kippur— en Suez y el Golán, que tendría repercusiones muy negativas para el destino económico de los países industrializados importadores de petróleo.

Por otra parte, esta crisis representa el retroceso de la URSS en la región y el aumento de la influencia de Estados Unidos, bajo cuyo patrocinio no sólo se reorienta la política de Sadat, sino se inician las negociaciones que llevan a resultados reales y a acuerdos entre Egipto e Israel, enmarcados en el giro que toma el Próximo Oriente a mediados de los años setenta.

Principales fechas del conflicto entre israelíes y palestinos:

9 de noviembre de 1947.- La ONU aprueba el Plan de Partición de Palestina.
El proyecto prevé la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, mientras que Jerusalén y sus alrededores quedan bajo administración internacional.

14 mayo de 1948.- Se proclama el Estado de Israel, pero los países árabes no aceptan su existencia y comienza la primera guerra árabe-israelí.

24 de febrero de 1949.- Termina la primera guerra árabe-israelí.
Israel amplia su territorio; Cisjordania, que incluye Jerusalén Oriental, queda en manos del reino de Transjordania, mientras que la franja de Gaza queda bajo control militar egipcio.

En 1950, el reino de Transjordania cambia su nombre por el de Jordania y se anexiona Cisjordania.

Del 5 al 10 de junio de 1967.- Guerra de los Seis Días, Israel se anexiona el Sinaí egipcio, Cisjordania y los Altos del Golán sirios.


6 de octubre de 1973.- Siria y Egipto atacan a un desprevenido Israel. Comienza la Guerra del Yom Kippur (fiesta judía), que concluye poco después con la victoria de Israel, si bien queda dañada la imagen de que un Ejército invencible.

27 de marzo de 1979.- Israel y Egipto firman los Acuerdos de Camp David por los que se devuelve el Sinaí.

6 de junio de 1982.- Israel invade El Líbano con el pretexto de expulsar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).


10 de noviembre de 1987.- Comienza la primera Intifada o revuelta popular palestina.

Del 30 oct al 3 de noviembre de 1991.- Se celebra en Madrid la Conferencia de Paz que marca el principio del entendimiento entre israelíes y palestinos.

13 de septiembre de 1993.- El primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat, firman en Washington una Declaración de Principios que se basa en los acuerdos negociados en secreto en Oslo y que otorga la autonomía para Gaza y Jericó.

25 de febrero de 1994.- Un colono judío mata a 30 palestinos en la mezquita de la Tumba de los Patriarcas, en Hebrón.

3 de abril de 1994.-El Ejército de Israel comienza el repliegue de Jericó y Gaza, al tiempo que se reanudan en El Cairo las negociaciones, suspendidas tras la matanza de Hebrón.

4 de mayo de 1994.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, y el presidente palestino, Yasir Arafat, firman en El Cairo la puesta en marcha de la autonomía palestina.

1 de julio de 1994.- El líder palestino, Yasir Arafat, llega a Gaza tras 27 años de exilio.

19 de octubre de 1994.- 23 personas mueren en un atentado suicida de Hamás en Tel Aviv.

28 de septiembre de 1995.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, y el líder palestino, Yasir Arafat, firman en Washington ante la presencia del presidente estadounidense, Bill Clinton, el denominado Oslo II o Acuerdo de Taba.


4 de noviembre de 1995.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, es asesinado por un radical judío.

27 de diciembre de 1995.- Después de 30 años de ocupación el Ejército completa la evacuación de seis ciudades palestinas, aunque se pospone la retirada de Hebrón.

20 de enero de 1996. Yasir Arafat gana las elecciones en la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Del 25 al 29 de septiembre de 1996.- El Ejército de Israel reprime con dureza las protestas por la apertura del túnel de los Asmoneos, en Jerusalén Oriental. Los enfrentamientos causan ochenta muertos, en su mayoría palestinos, y más de mil heridos.

25 de julio de 2000.- Fracasan las negociaciones entre el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente palestino, Yasir Arafat, reunidos desde el día 11 de julio en Camp David, bajo la mediación del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

28 de septiembre de 2000.- Ariel Sharon visita la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental, lo que provoca el estallido de la segunda Intifada palestina.

Diciembre de 2001- Sharon decreta el confinamiento en Ramala del presidente palestino, Yasir Arafat, a quien hace responsable de la ola de atentados.

16 de junio de 2002.- Israel comienza la construcción de un muro de separación entre palestinos e israelíes de más de 400 kilómetros y que discurre por territorio ocupado de Cisjordania. Miles de palestinos quedan aislados y cientos de olivos arrasados. Más tarde el Tribunal de Justicia de La Haya lo declarará ilegal.

17 de mayo de 2003.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, y su colega palestina, Mahmud Abás (Abu Mazen), se reúnen para hablar sobre un nuevo plan de paz denominado "Hoja de ruta" auspiciado por la comunidad internacional.

11 de noviembre de 2004.- Muere en Francia Yasir Arafat después de varios días en coma.

9 de enero de 2005.- Abu Mazen gana las elecciones para sustituir a Yasir Arafat como presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

La guerra de Corea

La Guerra de Corea fue un conflicto bélico librado en la península de Corea desde junio de 1950 hasta julio de 1953. Se inició como una guerra entre Corea del Sur (República de Corea) y Corea del Norte (República Democrática Popular de Corea), después de que esta última invadiera los territorios de la primera.

El conflicto rápidamente se convirtió en una guerra internacional limitada que involucró a Estados Unidos y a otras 19 naciones. Desde un punto de vista general, la guerra de Corea fue un enfrentamiento derivado de la Guerra fría.


Los motivos de Corea del Norte para invadir Corea del Sur tuvieron que ver con la frontera establecida entre ambas repúblicas en el paralelo 38, así como con las propias circunstancias internacionales. Al contrario de lo afirmado en la época, Corea del Norte aparentemente atacó a Corea del Sur sin conocimiento de la Unión Soviética ni de la República Popular China.

La Unión Soviética, que esperaba la guerra en un momento posterior, boicoteó la acción de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando se produjo el ataque. El gobierno comunista de China, mientras tanto, esperaba invadir la isla de Taiwan sin que Estados Unidos respondiera militarmente

Corea Primer Conflicto Tipo en la Guerra Fría:
En 1950 surgiò en Asia un nuevo conflicto que se convirtió en la primera acciòn bèlica en la que se enfrentaban fuerzas armadas de los dos bloques en una situación de crisis con potencial para provocar una nueva conflagración mundial aún más peligrosa por la amenaza de la bomba atómica.

La Guerra de Corea tuvo su origen en el avance soviético sobre los territorios del Lejano Oriente, avance que se había visto favorecido con el triunfo de los comunistas en la Revolución China, y con la posterior alianza que el nuevo gobierno de China Popular dirigido por Mao Zedong estableció con los rusos, uniendo sus fuerzas para extender el comunismo en territorio asiático, a partir del vecino territorio de Corea. Como se recordará, al terminar la Segunda Guerra Mundial, ese territorio había sido dividido en dos zonas: la del Norte, reconocida por la Unión Soviética, y la del Sur apoyada por Estados Unidos; el 25 de junio de 1950, el ejército norcoreano invadió a Corea del Sur en una clara provocación contra el dominio estadounidense en esa región.

El gobierno de Estados Unidos tuvo una reacción inmediata ante la agresión, por la amenaza que ésta representaba para las posesiones de este país en el Lejano Oriente, y el mismo día 25 el presidente Truman ordenó al general MacArthur que proporcionara a Corea del Sur la ayuda necesaria y la debida protección militar. La ONU intervino también de

inmediato a través del Consejo de Seguridad, para protestar en contra de la agresión comunista y, apro­vechando que el delegado soviético no asistió a la convocatoria del Consejo, dio su respaldo a los esta­dounidenses, quienes, actuando bajo la bandera de la ONU dirigieron y costearon económicamente las operaciones en defensa de Corea del Sur, en tanto que el gobierno de China Popular intervenía a favor del ejército norcoreano, apoyado a su vez por la Unión Soviética. El problema era demasiado grave; en un principio dominaron los ejércitos norcoreanos, pero en noviembre de 1950 las fuerzas estadounidenses lograron avanzar hacia la frontera de Manchuria, desde donde fueron obligadas a retro­ceder varios kilómetros al sur del paralelo 38.

Sin embargo, durante los primeros meses de 1951 las tropas de la ONU se abrieron paso hasta la ciudad de Seúl, mientras que en el flanco oriental, varias unidades de marines estadounidenses lograban expulsar hacia el norte a las fuerzas chinas. Fue entonces cuando el general MacArthur expresó al gobierno de su país la opinión de que la lucha debía extenderse más allá de la frontera con China, aun con el riesgo de verse implicados en una guerra con la Unión Soviética. MacArthur conside­raba que era la ocasión propicia para derrotar definitivamente al comunismo, y hasta llegó a plan­ear la utilización de un ataque atómico si la situación así lo requería. Pero el gobierno estadounidense desaprobó esos proyectos, temeroso de enfrentar la responsabilidad de desencadenar un nuevo conflicto mundial, y releyó de su puesto al general MacArthur.

La Guerra de Corea habría de continuar dos años más, durante los cuales el conflicto parecía no tener solución, a pesar de la insistencia de los países aliados al bloque occidental para dar fin a una guerra que ponía en grave peligro a la paz mundial, e incluso a la vida humana en la Tierra. Durante ese tiempo se dieron cambios de gobierno en ambas superpotencias.

En enero de 1953, el general republicano Dwight Eisenhower tomó posesión de la presidencia de Estados Unidos, y en el mes de marzo moría Stalin, quien fue sustituido por Gheorghi Malenkov como jefe de gobierno de la Unión Soviética, con lo que se inició un cambio evidente en la política rusa, que tendió a actuar con mayor prudencia en asuntos internacionales. Por fin, tras una serie de difíciles negociaciones, el 27 de julio de 1953 se firmó el armisticio en la llamada Pagoda de la Paz, en la localidad de Panmunjom, quedando el paralelo 38 como línea de separación entre las dos Coreas, es decir, la misma situación territorial que existía antes de la guerra.

El fin de la Guerra de Corea no trajo mejoría en las relaciones entre los dos bloques, e incluso el armisticio se había retrasado debido en gran parte a que ninguno de ellos estaba dispuesto a ceder, no sólo por razones propias de la rivalidad entre los bloques occidental y oriental, sino también en virtud de las presiones y problemas que cada superpotencia tenía en su ámbito interno. En la Unión Soviética había un gran descontento social debido a que los JORDANIA últimos años anteriores a la muerte de Stalin habían sido especialmente duros para el pueblo, sometido a mayores sacrificios a fin de acelerar el desarrollo económico y la militarización, mientras se recrudecía el régimen de terror contra toda persona que se opusiera al stalinismo o fuera sospechoso de estar bajo influencia ideológica del bloque occidental.

En Estados Unidos, la opinión pública desaprobaba el hecho de que su país se hubiera enfrentado a una guerra inútil como la de Corea, puesto que no había resultado en una victoria militar y, en cambio, había ocasionado una gran pérdida de vidas humanas y provocado una nueva recesión económica. Además, la tensa situación propia de la Guerra Fría había revivido entre el pueblo estadounidense un sentimiento nacionalista, expresado en un marcado anticomunismo que tomó tintes represivos en contra de quienes simpatizaran con la ideología socialista o frieran sospechosos.