Primer Atlas de concentración de CO2 en el océano superficial





Citation:
Pfeil, G. B. and Bakker, D. (2011): Surface Ocean CO2 Atlas (SOCAT) , Bremerhaven, PANGAEA .
Nuevo registro de datos sobre el dióxido de carbono marino
La comunidad científica dispone de una nueva herramienta para investigar los cambios en el medio ambiente mundial: el proyecto SOCAT («Atlas del CO2 en el océano superficial»). Se trata del conjunto más exhaustivo de datos relativos a las mediciones de dióxido de carbono de las aguas de la superficie de los océanos y mares costeros de todo el mundo, y se basa en 6,3 millones de observaciones mundiales obtenidas desde 1968 en buques de investigación y comerciales, además de puntos de atraque de todo el mundo. Esta información ofrece a los investigadores un registro relativo a la acumulación de CO2 en la superficie oceánica durante cuarenta años. El estudio fue parcialmente financiado por los proyectos CARBOOCEAN y CARBOCHANGE, que recibieron 14,5 y 7 millones de euros respectivamente a través del Sexto y del Séptimo Programas Marco (6PM y 7PM). 


Se calcula que los océanos almacenan el 93 % del CO2 mundial y que el 7 % restante se almacena en la biosfera terrestre y la atmósfera, que contiene la menor cantidad de carbono (alrededor de 750 petagramos). Sin embargo, el almacenamiento de CO2 presenta una contrapartida: cuanto más CO2 se almacene, menos calor puede absorber el océano. Otra consecuencia es que a mayor absorción de CO2, más acidas se vuelven las aguas, y cuanta más acidez tenga el agua, mayor cantidad de vida acuática se verá perjudicada. Los mejillones, por ejemplo, no pueden generar sus conchas protectoras y el coral, compuesto del mismo material, podría verse afectado también. 


Por lo tanto, para que los científicos evalúen con exactitud las interacciones entre cambio climático y el ciclo del carbono oceánico es de máxima importancia que se amplíe el conocimiento sobre los cambios anuales y por décadas relativos a la absorción oceánica de CO2. 


Un equipo compuesto por más de cien expertos científicos de todo el mundo elaboró este nuevo conjunto de datos. La Dra. Dorothee Bakker de la Universidad de East Anglia (UEA), quien coordinó estos esfuerzos, afirmó que «reunir este conjunto de datos ha supuesto un importante desafío que en estos últimos cuatro años han venido realizando científicos expertos en carbono marino de todo el mundo. Creemos que SOCAT constituirá un valioso recurso para cualquiera que estudie el ciclo del carbono oceánico y su influencia en las temperaturas mundiales.» 


Reunir la información ha sido solo una parte del desafío. Una vez recopilados los datos, tenían que combinarse y presentarse en un formato que fuera fácilmente comprensible por otros investigadores que quisieran hacer más averiguaciones. Parte de estas actividades fueron realizadas por el Dr. Are Olsen, del Centro Bjerknes para la Investigación del Clima (Noruega), quien recopiló físicamente el conjunto de datos. El Dr. Olsen explicó que «lo extraordinario de este conjunto de datos reside en que las observaciones se han combinado en un único formato uniforme y en que se ha realizado un control de calidad. Los datos introducidos que han sido formateados de nuevo y los datos resultantes, nuevamente calculados, se encuentran publicados en www.pangaea.de. Los métodos que hemos utilizado son transparentes y están totalmente documentados.» 


Ahora la información se encuentra disponible de manera gratuita a través de Internet e incluye una sofisticada visualización de datos en línea y una herramienta de manipulación llamada Live Access Server. El servidor ofrece mapas interactivos que permiten a los usuarios la consulta de datos. 


«Desde el inicio, nuestro objetivo ha sido poner a disposición de todo el mundo estos productos de manera gratuita. Estamos emocionados por ver que tanto científicos profesionales como aficionados podrán hacer uso de estos datos», comentó el Dr. Christopher Sabine, del Laboratorio del Medio Ambiente Marino del Pacífico (NOAA), ubicado en Estados Unidos. 


El proyecto CARBOOCEAN («Evaluación de fuentes y sumideros de carbono en el mar») tenía el cometido de efectuar una evaluación precisa de las fuentes y los sumideros de carbono marino, mientras que el proyecto CARBOCHANGE («Cambios en la absorción y las emisiones de carbono de los océanos en un clima cambiante») buscaba ofrecer la mejor cuantificación posible basada en procesos relativa a la absorción oceánica neta de carbono en condiciones climáticas cambiantes y presentar los cambios en el ciclo del carbono oceánico para mejorar el pronóstico acerca de la futura absorción.


Para más información


SOCAT: 
http://www.socat.info/


CARBOOCEAN: http://cordis.europa.eu/projects/rcn/80821_en.html




CARBOCHANGE: http://cordis.europa.eu/projects/rcn/97547_en.html


En el siguiente enlace se puede ver el mapa con la localización de los buques, (última posición registrada AIS) que participan en el programa: observación voluntaria de carbono 
http://www.assembla.com/spaces/surfaceoceancarbon/wiki/Map

El rápido ritmo de crecimiento y colapso de volcán submarino Monowai en el Arco Kermadec


 Figure created by Susan Merle, Oregon State University.


La mayoría de los volcanes de la Tierra están bajo el agua. Como resultado de su relativa inaccesibilidad, poco se sabe de la estructura y evolución de los volcanes submarinos. Los avances en las técnicas de navegación y sonar de imagen han hecho posible mapear los volcanes submarinos en detalle, y repetidas encuestas permiten la identificación de las regiones donde la profundidad del fondo del mar está cambiando activamente.
Ahora, el rápido crecimiento y posterior colapso de un volcán submarino al norte de Nueva Zelanda ha sido capturado con imágenes de sonar.
Un equipo de investigación encontró en el espacio de tan sólo un par de semanas violentas elevaciones y caídas en el volcán submarino Monowai en el Arco de Tonga-Kermadec.
Publicado en la revista Nature Geoscience, los resultados revelan que la erupción del Monowai ha añadido alrededor de 300 millones de pies cúbicos (9 millones de metros cúbicos) de roca hasta la cima en sólo cinco días. Esto es equivalente a un volumen de 3.500 piscinas olímpicas.
El documento añade: "Las tasas de crecimiento y colapso que implican los datos son extremadamente altas en comparación con las tasas de crecimiento del volcán medidas a largo plazo, lo que demuestra la naturaleza pulsátil de vulcanismo submarino y pone de relieve el carácter dinámico del fondo del mar".

El autor principal Tony Watts, de la Universidad de Oxford dijo a la BBC que los resultados, recogidos en la primavera pasada a bordo del buque de investigación Sonne, fueron: "Una llamada de atención de que el fondo marino puede ser más dinámico de lo que pensábamos".

A medida que examinaban el fondo del mar cerca de los montes submarinos Monowai, que se encuentran en la zona de subducción en el cruce de las placas tectónicas del Pacífico y la Indo-Australiana de Tonga-Kermadec, Watts y otros científicos a bordo de la nave vieron que se elevaban por encima del volcán burbujas de gas que ponían el agua amarillo verdoso.

"A medida que el barco se acercaba a la zona, entramos en una zona de agua turbia con un olor muy fuerte, como a huevos podridos", dijo Watts. Sospechamos que tal vez el volcán estaba evacuando gases, pero no sabíamos que estaba a punto de entrar en erupción".
Una semana más tarde, mientras que examinaban otra área, Watts obtuvo alguna información convincente. Una estación sísmica en las Islas Cook había detectado un intenso enjambre de actividad sísmica durante cinco días y rastrearon la erupción del monte submarino Monowai. Volvieron a encontrar algunas partes del volcán que se habían derrumbado y la cima había crecido de manera dramática.
"He dedicado mi carrera a estudiar el fondo del mar y, en general, pensamos que es bastante estable por lo que es impresionante ver tantos cambios en tan corto espacio de tiempo".
La cumbre está a unos 132 metros (433 pies) bajo el nivel del mar y fue vista por primera vez desde un avión en 1944.

El profesor Watts añade: "Este es un cambio violento de la roca en el agua - que podría desestabilizar el cono y provocar un deslizamiento de tierra que en principio podría causar un tsunami".



Enlace al árticulo científico:

Rapid rates of growth and collapse of Monowai submarine volcano in the Kermadec Arc

http://www.nature.com/ngeo/journal/vaop/ncurrent/full/ngeo1473.html#/supplementary-information

Vídeo: BBC Mundo

Espectaculares imágenes de la Tierra en alta resolución captadas por un satélite meteorológico ruso

 La imagen "definitiva" de la Tierra
Image credit: NTsOMZ. Image processing: James Drake.




Para celebrar el Día de la Tierra, el sitio web Planet Earth recopiló una serie de increíbles fotografías en alta definición tomadas por el satélite meteorológico ruso Electro-L.
La secuencia fue creada por James Drake , un estudiante de la Universidad de Victoria en Canadá, con datos de la Agencia Espacial Federal Rusa de Elektro-L 1 vía satélite.
En el sitio también se puede encontrar animaciones de la Tierra, como ésta que muestra una asombrosa panorámica del hemisferio norte. Los colores son los correctos, aunque se agregó una capa infrarroja de color naranja tanto a las imágenes como al vídeo (que en general corresponde a la vegetación).
Elektro-L es una serie de nueva generación de satélites meteorológicos desarrollados por la Agencia Espacial Federal Rusa por NPO Lavochkin. El primer satélite, el Elektro-L 1, fue lanzado el 20 de enero de 2011. Elektro-L vuela en órbita geoestacionaria alrededor de 22.000 millas sobre el Océano Índico. Cada media hora,  toma una imagen de 121 megapíxeles de toda la Tierra.
Es el primer satélite meteorológico ruso que opera con éxito en órbita geoestacionaria y actualmente es el segundo satélite operacional de clima ruso.
El satélite tiene una masa de unos 1620 kg, y está diseñado para funcionar durante 10 años. Además de su función principal que es el pronóstico del tiempo, es capaz de producir imágenes de todo el hemisferio de la Tierra en las frecuencias visibles e infrarrojas, proporcionando datos para el cambio climático y la vigilancia de de los Océanos.
Fuentes:: web Planet Earthhttp://planet--earth.ca/
              Official Site of Research Center for Earth Operative Monitoring (NTS OMZ)http://eng.ntsomz.ru/
             http://planet--earth.ca/
             Celebrate Earth Day in Super HighResolution
http://www.wired.com/wiredscience/2012/04/beautiful-earth-day/?pid=3651&pageid=107214


 

ORACION DE UNA MADRE A DIOS

La plataforma de hielo Filchner-Ronne de la Antártida podría comenzar a derretirse rápidamente por el cambio climático



Foto: MICHAEL STUDINGER / NASA

Climatólogos europeos advierten del peligro que corre la barrera de hielo Filchner-Ronne por el cambio climático.

La barrera de hielo Filchner-Ronne de la Antártida, ubicada en el Mar de Weddell, podría derretirse a gran velocidad y dejar de ejercer como barrera de las corrientes de hielo que drenan la plataforma de hielo del oeste de la Antártida. Al menos así lo afirma un grupo de climatólogos financiados con fondos europeos. 

El equipo logró demostrar con cálculos realizados mediante distintos modelos que el aumento de las temperaturas atmosféricas sobre el Mar de Weddell suroriental podría provocar un flujo de enormes masas de hielo hacia el mar durante los próximos seis decenios. 

La investigación recibió apoyo del proyecto ICE2SEA («Estimar la contribución futura del hielo continental a la subida del nivel del mar»), al que se adjudicaron casi 10 millones de euros por medio del tema de Medio ambiente del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. 

En un artículo de la revista Nature, el equipo, compuesto por científicos de Alemania y Reino Unido, rebate la presunción generalizada de que las barreras de hielo del Mar de Weddell serán ajenas a los efectos directos del cambio global debido a su situación periférica. Hasta ahora muchos expertos consideraban que las consecuencias del calentamiento global para la Antártida se manifestarían sobre todo en el Mar de Amundsen, la zona occidental del continente. 

El Dr. Hartmut Hellmer del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (AWI), autor principal del estudio, apuntó a la necesidad urgente de no descuidar la zona oriental: «El Mar de Weddell no se ha considerado en profundidad debido a la consideración generalizada de que, al contrario que el de Amundsen, sus aguas templadas no alcanzarían las barreras de hielo. No obstante, hemos descubierto un mecanismo que impulsa agua caliente hacia la costa que influirá enormemente en la barrera de hielo Filchner-Ronne durante los decenios venideros.» 

El Dr. Hellmer describió las barreras de hielo como «corchos de una botella para las corrientes de hielo que hay detrás de ellas» y explicó su importante función: «Reducen el flujo de hielo pues están encajadas en bahías y se apoyan sobre islas.» Advirtió que: «Si por cualquier razón las barreras se deshelasen, desde su base se volverían tan finas que las superficies de contacto se reducirían y el hielo situado detrás de ellas empezaría a desplazarse.» 

Los modelos utilizados en el estudio indican que la llegada de aire más caliente reducirá el hielo marino del sur del Mar de Weddell, sólido en la actualidad, y aumentará su fragilidad y propensión al movimiento en las décadas venideras. Un aporte de agua más caliente por debajo de la barrera de hielo de Filchner-Ronne derretiría el hielo desde abajo y modificaría la dinámica de las lenguas de los glaciares. Los cálculos del equipo muestran que a final de siglo se desintegrará el frente hidrográfico de la zona sur del Mar de Weddell que hasta ahora evitaba que el agua caliente pasara por debajo de la barrera de hielo. Estos cálculos se basan en previsiones atmosféricas del Centro Hadley de Previsiones Meteorológicas del Reino Unido en Exeter y entre los datos se han incluido previsiones de los patrones de viento y temperatura en la Antártida. 

Jürgen Determann del AWI comentó: «Calculamos que la mayor tasa de deshielo se producirá cerca de la línea de tierra, la zona en la que la barrera de hielo se asienta sobre el fondo marino en la transición hacia el glaciar. Actualmente la barrera de hielo Filchner-Ronne se está derritiendo en este punto a una velocidad de cinco metros al año. Al comienzo del siglo que viene la velocidad de deshielo habrá aumentado hasta los cincuenta metros al año. Si la elevada velocidad de deshielo se compensa en su totalidad mediante el flujo de hielo procedente del continente, esta pérdida de masa supondrá un aumento global del mar de 4,4 milímetros anuales.» 

Los cálculos más recientes basados en datos de teledetección muestran que el nivel del mar en todo el mundo subió entre 2003 y 2010 a una velocidad de 1,5 milímetros anuales debido al deshielo de glaciares y barreras. Este aumento se suma a los 1,7 milímetros anuales provocados por la expansión térmica de los océanos. 

El proyecto ICE2SEA reúne a investigadores de 24 institutos científicos de Bélgica, Chile, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia y Reino Unido. El proyecto se ha propuesto desentrañar las interacciones que se producen entre el hielo y el clima y así lograr predicciones más ajustadas de los efectos del deshielo en el nivel del mar. 

Otro artículo publicado en Nature Geoscience esta misma semana por otro equipo científico advierte del peligro que supone esta situación para la estabilidad de la plataforma de hielo de la Antártida. 

Este otro equipo, dirigido por Martin Siegert de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), estudió el grosor de las lenguas de hielo Institute y Müller, que desembocan en la barrera de hielo Filchner-Ronne, con la intención de conocer la geografía del suelo sobre el que se apoyan. 

Sus descubrimientos muestran una pendiente inversa empinada y una gran corriente de subida en la cuenca subglaciar en el punto de encuentro entre la plataforma de hielo del oeste de la Antártida y el Mar de Weddell. Por desgracia su lecho es relativamente liso, con pocos obstáculos o «puntos de agarre» capaces de detener la reducción paulatina de la plataforma de hielo.

Para más información: Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina: