El descubrimiento de un asteroide de 2 a 3 kilómetros de anchura en una órbita que va en sentido contrario ha dejado a los astrónomos rascándose la cabeza. Ha pasado más cerca de la Tierra que ningún otro objeto en órbita “retrógrada”, y los astrónomos creen que debería haberse observado antes.
El objeto, conocido como 1009 HC82, se descubrió en el Estudio del Cielo Catalina en Arizona en la mañana del 29 de abril.
A partir de las observaciones de su posición por parte de cinco grupos distintos, Sonia Keys del Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional calcularon que orbita al Sol cada 3,39 años en un camino que se aventura a menos de 3,5 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra. Combinado con su tamaño, esto hace que 2009 HC82 sea un asteroide potencialmente peligroso.
Lo que es realmente inusual es que la órbita calculada está inclinada 155° con respecto al plano de la órbita de la Tierra. Esto significa que cuando orbita al Sol, en realidad viaja en sentido contrario comparado con los planetas. Es sólo el vigésimo asteroide conocido en una órbita retrógrada, un grupo muy raro. Ninguno de los otros pasa tan cerca de la Tierra.
Se necesitan más observaciones
Los comentas, que se originan en los límites exteriores del Sistema Solar, es mucho más probable que tengan órbitas retrógrada que los asteroides. En parte, esto se debe a que las estrellas o planetas que están de paso pueden empujarlos fuera de sus órbitas originales y llevarlos a caminos inusuales, lanzándolos al Sistema Solar interior, donde tendemos a verlos.
Algunos asteroides retrógrados pueden, de hecho, ser cometas quemados, dice Brian Marsden del Centro de Planetas Menores. El tamaño y forma de la órbita del nuevo asteroide “es muy similar a la del cometa Encke excepto por la inclinación”, dijo a New Scientist, aunque no muestra signos de una cola cometaria.
La órbita calculada es la que mejor encaja con las observaciones disponibles, pero pequeños errores observacionales pueden hacer una gran diferencia en los cálculos. “Estaría más contento si tuviésemos algunas observaciones más”, dice Marsden.
El asteroide está ahora más allá de Marte, pero su órbita periódicamente lo trae bastante cerca de la Tierra. “Debería haber sido fácilmente observable en 2000″, dice Marsden. “¿Por qué no lo vimos entonces?” Espera que nuevas observaciones ayuden a responder esta pregunta.