REUNION DE LA PAREJA A DISTANCIA


1.1 vela de color rojo
2.Cirio de gran duración
Un Encuentro programado con una persona a la que todavía no se conoce en profundidad, o un reencuentro con alguien interesante a nivel sentimental, no siempre debe improvisarse, mas cuando existe la posibilidad de potenciar al máximo dicha cita y provocar la afloración de las cualidades de la persona. Las velas pueden ser de gran ayuda en una serie de rituales para este fin, ya que actuarán “in situ” y también a distancia.
Para el trabajo in situ, el operador deberá encender una vela de color rojo, en su base colocará una fotografía suya de tamaño carné y dejará que la vela se consuma en su totalidad, cubriendo la fotografía.
Mientras se realiza la combustión, se situará frente a la vela, entrará en relajación y recitará en voz alta:
Con esta vela potencio mis cualidades y mi persona, aumentando mi romanticismo, mi belleza interior y exterior y mis mejores características capaces de enamorar.
Con esta vela sello mi fotografía para que todas mis cualidades permanezcan unidas siempre junto a mi.
Finalizada la invocación, y cuando la vela se haya derretido por completo, el operador tomará los restos, los unirá con la fotografía aprovechando la maleabilidad de la cera y formará una pequeña pelota, tirando incluso una parte de cera si fuese demasiado grande.
Esta pelota que contiene sellada la fotografía, deberá ser llevada encima en los encuentros sentimentales, por ejemplo alojada en un bolsillo.
Lo verdaderamente importante es que el oficiante la toque de cuando en cuando, de forma que la bola capte su energía personal y potencie las cualidades que antes hemos mencionado.
Si lo que se desea es potenciar las cualidades del individuo a distancia mientras reproduce el encuentro, el operador deberá proveerse de una vela o cirio de gran duración como esos cirios de oración, de color blanco con un envoltorio de plástico rojo y que acostumbran a durar bastante tiempo en la combustión.
Para iniciar el ritual será necesario sacar el cirio de su envoltorio rojo y vestirlo con la cera de una vela roja, dado que el blanco es un color que puede actuar como comodín o neutro, pero en este caso, lo importante es el tono rojo para el amor.
Una vez se han derramado bastantes gotas de cera roja sobre la vela blanca, ésta se volverá a introducir en su envase, estando lista para ser encendida momentos antes del encuentro sentimental.
Tras su encendido, que recordamos deberá ser un rato antes del encuentro sentimental, el oficiante invocará en voz alta a los cuatro elementos en los siguientes términos:
Aire, tierra, fuego y agua, venid a mí y ayudadme en este encuentro que se va a producir.
Elemento fuego, te pido que enciendas mi vida y mis cualidades, eleva tu fuerza a la distancia y permite que emita buenas vibraciones en este encuentro en que tengo puestas tantas esperanzas.
Elemento agua, mece mi espíritu y corazón y hazlo emerger hasta el aire, para que este elemento pueda llevar hasta donde esté mi corazón a mi amada.
Elemento tierra, ayúdame en este encuentro que se va a producir y auxiliarme para que pueda asentar mi corazón junto al corazón de mi amada.
Finaliza la invocación, se depositará una fotografía en la base de la vela, que deberá permanecer encendida en el altar, mientras en la distancia el oficiante va al encuentro de su persona amada.