Esplenectomía

¿Qué es?

La esplenectomía es la cirugía para extirpar un bazo dañado o enfermo.
El bazo es un órgano cuya función principal es inmunitaria. Se encarga de combatir los gérmenes y las infecciones. Aparte de la función inmunitaria, también ayuda en la filtración de la sangre.
La situación anatómica de este órgano es: en el cuadrante superior izquierdo del abdomen, por debajo de la parrilla costal.

Causas

Las causas son variadas. Entre ellas encontramos:

¿Cómo se hace?

Para comenzar se anestesia al paciente. Para ello se utiliza anestesia general. Se debe manejar con gran cuidado la cápsula esplénica ya que hay casos documentados de esplenosis, recurrencia de la PTI y aparición de síndrome de Felty.
La intervención se puede hacer mediante dos técnicas: por cirugía abierta o por laparoscopia.
La cirugía abierta: el cirujano realiza una incisión en el costado del paciente, justo por debajo de las costillas. A continuación localiza el bazo y lo extirpa. Si es necesario, se extirparán los ganglios linfáticos abdominales de la zona. Tras revisar cuidadosamente si hay sangrado, y tras comprobar que no es así, se cierra la incisión.
Mediante laparoscopia: al paciente se le realizan de 3 a 4 incisiones en el abdomen. Se introduce gas para expandirlo. A continuación, y con ayuda de los aparatos laparoscópicos, se extirpa el bazo y se suturan las incisiones. Esta técnica no es apta para todos los pacientes.

Si os interesa, podéis ver la operación en el siguiente enlace.

Riesgos

Los relacionados con la anestesia. El sangrado y la infección también pueden aparecer. Formación de hernias, abscesos pancreáticos o hepáticos, neumonía, trombosis, pseudoquiste pancreático, derrame pleural o perforación gástrica.
A largo plazo, y sobre todo en niños menores de 6 años, puede aparecer sepsis fulminante postoperatoria. Aún así el porcentaje de afectados por sepsis es del 1%.
La trombosis venosa portal postesplenectomía también aparece pero sólo en un 4.7 - 6.6% de los pacientes.

Postoperatorio

La hospitalización varía desde los 2-3 días hasta las 4-6 semanas dependiendo del tipo de cirugía que se lleve a cabo.
La mortalidad por esta intervención, exceptuando a los pacientes mieloproliferativos, es menor al 1%.
La extirpación del bazo no es incompatible con la vida. Todos los pacientes que fueron sometidos a esta cirugía llevan vidas normales, lo único es que, al retirar parte del sistema inmune, se es más propenso a sufrir infecciones. El único cuidado es la aplicación de la vacuna antigripal cada año.