Diferencia entre mamoplastia y mastopexia
Definimos a la mamoplastia como una intervención quirúrgica plástica que trabaja tanto la estructura como la forma de las mamas, más conocidas como senos.
Por otro lado definimos mastopexia como la intervención quirúrgica plástica encaminada a corregir la caída de los pechos.
Pueden realizarse mamoplastias de aumento o reducción de pecho, mastopexias o reconstrucciones de mamas. No siempre influye el factor estético a la hora de realizarse alguna de estas intervenciones, muchas veces es psicológico e incluso puede ser un motivo terapéutico.
Tipos de intervención
Casi siempre asociamos mamoplastia con aumento de pecho. Por un lado es una afirmación correcta porque la gran mayoría de las operaciones estéticas de las mamas son para aumentar su tamaño. Por otro lado no debemos asociar los términos.
Colocación del implante para aumento. |
Los aumentos de pecho son operaciones difíciles que deben estar perfectamente consensuadas. Se deberá realizar un estudio detallado sobre qué forma sería la adecuada para la paciente, el tamaño y qué técnica quirúrgica se va a emplear.
Para realizar este tipo de intervenciones, se puede colocar el implante o bien por encima del plano muscular y por debajo del subcutáneo o bien inmediatamente después del plano muscular. Es más recomendable utilizar esta última técnica ya que así evitaremos más complicaciones.
Las disminuciones de pecho no se suelen ver con frecuencia y, normalmente, están asociadas a algún tipo de problema respiratorio o en la espalda y el cuello. Es una cirugía en la que se retira piel y tejido adiposo; aunque dependiendo de las necesidades, se puede realizar sólo la liposucción. En este tipo de cirugías es muy posible que se extraigan nervios y que, consecuentemente, se quede sin sensibilidad en la areola y pezón. Es menos común, pero plausible, el daño en vasos sanguíneos que impidan el riego en las estructuras antes comentadas y que como consecuencia, se necrose el tejido (es decir, se muera).
La mastopexia es la reparación de los pechos caídos. Durante los años, tanto la gravedad como factores como el embarazo o la lactancia, provocan que los pechos estén caídos. Para ello se realiza una cirugía cuyo fin es colocarlos de nuevo en su sitio de forma que queden adaptados al busto de la paciente.
Las reconstrucciones de pecho. Son mayoritariamente elegidas por las mujeres que han padecido un cáncer de mama que haya sido superado. En estos casos el pecho que falta es reconstruido, así como la areola y el pezón.
Muchas veces se colocan prótesis artificiales, aunque para ello las condiciones de la piel y el pectoral deben ser inmejorables. El pezón se reconstruye con piel de otras zonas corporales o bien con tatuajes que simulen al pezón nuevo.
La cirugía
Para cualquiera de las operaciones descritas anteriormente, se utilizará anestesia general.
Antes de comenzar cualquier operación de la mama, usted debe estar bien informada sobre cual será el procedimiento a realizar, sus riesgos y sus resultados finales.
Antes de comenzar la cirugía, se planifica la intervención. La forma del implante, dónde se realizará la incisión para introducirlo, qué posibles riesgos existen al realizarla así y las posibles consecuencias postquirúrgicas.
El aumento de pecho no suele comprometer mucho la salud de la paciente. Normalmente se realiza una pequeña incisión en la zona axilar, submamaria o subareolar de la paciente. También se puede utilizar una de las líneas verticales que, al cicatrizar y con el paso del tiempo, dejará de verse. A continuación se eligirá el tipo de material que se utiliza en el implante, normalmente silicona. Finalmente se elige la forma que tendrá el implante, personalizada al seno de la paciente y con el fin de obtener el mejor resultado estético.
Es muy común que en este procedimiento se utilice la técnica "sin". Esta técnica consiste en evitar que la cápsula que envuelve al implante después de la cirugía, se contraiga y provoque algún tipo de disformidad. Para ello se realizará una intervención limpia: "sin" sangrado, "sin" drenajes y "sin" vendajes. Si a esto sumamos la protección contra la contaminación por gérmenes y una buena calidad de la prótesis, habremos evitado en gran medida la contracción de la cápsula.
En cuanto a la reducción de mamas, la cicatriz que deja es algo mayor. Sigue la línea vertical entre la areola y el surco submamario y muchas veces también sigue el surco, en perpendicular a la primera incisión.
La mastopexia comprende mayores incisiones ya que la operación es más complicada. Se suele eliminar piel debilitada por los años de la parte superior de la mama para que así los senos se realcen y parezcan erguidos.
La reconstrucción mamaria es más complicada ya que se parte de cero. Para ello necesitamos colocar un implante adecuado en una paciente cuya piel sea elástica y pueda tolerar la cirugía. Tras el implante, se realiza una areola y un pezón nuevos. Para ello se utilizan injertos o bien de la otra mama, de un dedo del pie, del muslo, de la oreja o mismo de la ingle o los labios vaginales. Finalmente se puede tatuar la areola para mimetizarse mejor con el de la otra mama.
Riesgos
Los principales riesgos de estas cirugías son los asociados a la anestesia. También puede aparecer infección y minoritariamente sangrado. Ya hablamos de la contractura de la cápsula que puede ocurrir si la técnica quirúrgica no es adecuada. También se puede perder la sensibilidad en la mama debido a la lesión de algún nervio.
Pero no son los riesgos que causa la operación los preocupantes, son los posteriores.
Si es sometida a una operación de reducción de mamas, no podrá amamantar a sus futuros hijos ya que los conductos galactóforos (los productores y secretores de leche) van a ser extirpados durante la intervención.
Los implantes de mama pueden dificultar la visión de tumores en las mamas. En caso de que usted tenga un implante, es más complicada la visión de tumores en mamografías u otra técnica de detección de cáncer.
Por último, aunque la vida de un implante es larga, no dura para siempre y puede acabar rompiéndose y provocando infecciones en la paciente. Aunque está posibilidad sea bajísima.
Postoperatorio
Los avances permitieron que muchas veces no sea necesaria la hospitalización y que la paciente pueda regresar a su domicilio el mismo día de la intervención. Aún así durante los primeros días se sentirá cansada.
Durante los primeros días no podrá realizar actividad física intensa. Se podrá duchar con agua tibia al segundo día pero evitando mojar los apósitos.
El dolor muchas veces no remite hasta una semana después de la intervención. Si después de pasado este tiempo le sigue doliendo, acuda a su médico.
La inflamación es importante durante los primeros días. De hecho esta no desaparecerá hasta pasados los 2-3 meses tras la intervención. La cicatrización irá madurando poco a poco y usted notará como se pone de un color rojo para después ir blanqueando progresivamente. La maduración total puede durar hasta 1 año.
Si usted siente como subidas de leche o algo similar a agujetas, su doctor le recetará medicamentos para evitar estas sensaciones.
Se realizarán revisiones periódicas, la primera a la semana y después al mes, los 3 meses, los 6 meses hasta pasar a una revisión anual o bianual.