Trasplante de hígado

Es el procedimiento quirúrgico que se realiza para reemplazar el hígado enfermo por uno sano. 

Existen 3 variantes de trasplante de hígado:

  1. Trasplante de hígado completo procedente de un donante fallecido.
  2. Trasplante auxiliar, en el cual el hígado del donante se implanta sin extirpar el enfermo.
  3. Trasplante parcial, en el que se implanta solo una parte del hígado. Para este tipo de trasplante el donante puede ser un familiar vivo.

Indicaciones

El trasplante de hígado está indicado, principalmente, para aquellas personas con cirrosis, que puede desencadenar en insuficiencia hepática, hepatitis fulminante, tumores hepáticos, etc...
En niños está indicado para tratar la atresia biliar.
Otras enfermedades tratables mediante un trasplante son:
Por el contrario, no esta indicada a aquellas personas que padezcan:
  • Tuberculosis
  • Osteomielitis
  • Cardiopatía, neumopatía o hepatopatía
  • Hepatitis activa
  • Tabaquismo, alcoholismo o drogadicción


Procedimiento

El hígado sano se extirpará por medio de una incisión quirúrgica en el cuadrante derecho del abdomen.
Para su transporte, se introducirá en un solución salina refrigerada, donde puede permanecer hasta 8 horas sin deteriorarse. Mientras tanto, podrá confirmarse la compatibilidad entre donante y receptor, o identificar posibles anomalías en el hígado donante. Si el trasplante es programado, las pruebas de compatibilidad se deberán realizar previa programación de la intervención.
En el momento de la implantación, se le realizará una incisión, igual a la del donante, al receptor, y se unirá el hígado donante a los vasos sanguíneos hepáticos del receptor y a los conductos biliares.

Está operación, normalmente, requiere de una gran cantidad de sangre para trasfundir.