La serie de miniaturas de Wizkids para D&D bajo el nombre de Icons of the Realms marcha viento en popa y poco a poco hemos podido ir viendo nuevos paquetes, desde la salida de la quinta edición del juego. Comenzando con el pack básico de héroes, pasando por el primer conjunto de Tyranny of Dragons, llegando al último como es Temple of Evil. Mientras esperamos la salida de la nueva serie para su linea Rage of the Demons, una vez que en septiembre salga la primera aventura de la campaña Out of the Abyss. Vamos a ir echando un vistazo a la colección de miniaturas cuya calidad es similar para todas las lineas hasta ahora, mas económicas que la serie de Pathfinder Battles, pero de menor calidad.
Tyranny of Dragons
Aquí podemos ver un par de dragones, el negro y el verde, las tallas son muy buenas pero la base de plástico y la columna que la soporta es algo endeble, conviene darle un punto de cola. El ogro mago está genial aunque un poco pequeño, el resto de miniaturas, para personificar a los jugadores es bastante diverso, la calidad de acabado del pintado difiere mucho de una a otra, aunque en general son bastante evocadoras y cumplen perfectamente su función de identificar sobre la mesa.
Temple of Elemental Evil
Volvemos al mismo problema de la endeblez de la construcción de los dragones con el Grifo, aunque la escultura está muy bien hecha, la base transparente requiere de pegado para evitar sustos. El enano, el gnomo y sus réplicas oscuras el duergar y el svirfneblin son muy buenos y están muy bien acabados, se ha mejorado la pintura final en esta colección, esperamos que sigan por este camino.
Icons of the Realms Starter Set
Los seis personajes iniciales con que comenzaba esta aventura ya han sido diseccionados en este blog, pero añado la foto para que podáis comparar con el resto de cajas posteriores. La linea es similar y la calidad idéntica.
Como siempre depende de cada uno el uso de miniaturas sobre su mesa para describir una partida. Personalmente prefiero usar minis para los jugadores y peones para los enemigos, por una cuestión de variedad, precio y almacenaje y transporte. Aunque siempre es divertido sorprender con algún bichejo a esos pobres desgraciados a los que vas a hacerles pasar un mal rato.