Hoy me ha llegado el último paquete que he comprado online. Desde la Dracotienda, y en solo un par de días me han mandado todo lo referente al ¿fallido? juego de rol de El Capitán Alatriste. El manual básico, la pantalla junto con la aventura Juego de Damas y el suplemento de Maestros de Esgrima, cada uno a un precio de saldo de 10 euritos. Cierto es que en su momento me pasó de largo este lanzamiento y que no ha sido hasta hace poco que lo he descubierto y valorado en su justa medida. Un sistema sencillo, un trasfondo tremendamente rico y una capacidad evocadora sin parangón, todo lo que tendría que tener cualquier juego que se preciare. Por cierto, con unas tapas y acabado de mayor calidad que el que emplea últimamente Devir. Mas duras y "plastificadas" (perdonadme el símil pero no soy un experto en el tema), con mayor capacidad de resistir el paso del tiempo y las manos de jugadores descuidados, mientras que el papel sigue siendo de igual gramaje y satinado.
Lo que he estado pensando es en la capacidad de éxito y de fracaso en las publicaciones. No es de extrañar el mal fario que acompaña a Alatriste en cualquiera de sus adaptaciones, que sea por todos conocido. Mientras que las novelas se venden perfectamente y tienen gran consenso de calidad superior entre el gran público, tanto la película como la serie de televisión han naufragado sin genero de duda. Y este mal fario le golpea de lleno a un juego con un grupo de grandes defensores, pero lamentablemente, con poca repercusión. ¿Y por qué un juego de tanta calidad y tantas posibilidades no logra alcanzar cuotas mayores? Quién lo sabe. No era su momento, no tuvo la publicidad necesaria, se afrontó de mala manera su entrada al mercado. Muchas posibilidades y pocas respuestas.
Cuando hoy en día una editorial se lanza a sacar un juego estamos viendo el manido recurso del Crowfunding, en ocasiones de una manera incomprensible. Manuales que generan gran expectación, con títulos reconocidos y reconocibles, surgen mediante uno de estos procedimientos de mecenazgo que actúan mas como un pre-venta que como la necesidad de juntar pequeños capitales para lograr un proyecto. Después de la desaparición de editoriales clásicas como JOC o como La Factoría (que sigue funcionando pero ya no publica rol) ha puesto en estado de alarma a todos los que las sucedieron. La volatilidad del mercado y el cambio de gustos de los aficionados son variables muy a tener en cuenta. El tortazo del rol a finales de los 90 no fue culpa de dos chalados asesinos que tuvieron una gran repercusión mediática, no os engañéis, la culpa la tuvo Magic. Se pasó de la fichas y dados a las cartas. Esas tendencias suponen una fuerte condición a tener en cuenta por los que se juegan su pasta en estos lanzamientos.
De todos modos, la supervivencia del rol y de los juegos acaba dependiendo de nosotros, los aficionados. Puede que las comunidades cambien y que el rol evolucione, pero mientras sigamos por aquí haciendo ruido, sumando nuestro pequeño granito de arena, nos mantendremos a flote. Sigan jugando!! (joder, qué moñas estoy).