A sus 18 años, Dalton Monteiro incursionó en el mundo de la coctelería.
"Empecé mi carrera un poco por curiosidad. Un día sentí mucho interés por saber cómo se preparaba un cóctel y desde aquel momento mi pasión por esta especialidad ha ido creciendo. Realicé varios cursos de capacitación, pero mi formación ha sido
autodidacta".
Monteiro trabajó por primera vez como barman (del inglés hombre de la barra) en el hotel América en su ciudad natal Praia (república de Cabo Verde) el año 2001.
Cinco años más tarde su vida daría un gran vuelco. Tomó la decisión de dejar su país para estudiar la carrera de Turismo y Hotelería en La Paz -Bolivia. Ciudad en la que actualmente vive.
Sin descuidar sus estudios, Dalton siguió creciendo y sumó éxitos a su carrera como barman ganando varios concursos dentro el país por su talento a la hora de crear cocteles.
Fue la estrella detrás de la barra de varios clubes nocturnos en la sede de Gobierno.
Viajes e invitaciones fueron llegando poco a poco.
“Este año fui elegido embajador de la marca Vodka 1825 lo que me dio la oportunidad de viajar a distintas ciudades del país para dictar capacitaciones y presentar espectáculos en bares y discotecas.”
El fuerte de Dalton es la mixología, una disciplina que es parte de la coctelería, conocida por ser el arte de mezclar bebidas. Para estudiarla se necesita investigar y aprender todo acerca de la base de un cóctel,de dónde vienen y de qué están elaborados. También hay que saber analizar los sabores, aromas, texturas, colores, densidades y niveles de volumen alcohólico, para luego poder jugar con el equilibrio y armonía de cada bebida.
Dalton confiesa que empezó a combinar sus cocteles acorde a la gente y el ambiente. “El barman no es solo un
proveedor, sino que también muchas veces hace de confesor y amigo de sus clientes, conociéndolos y adecuándose a cada historia que pasa por su barra”.