Mario Eduardo Firmenich
* 1 Biografía
o 1.1 Juventud
o 1.2 Inicios en Montoneros
o 1.3 Dirección de Montoneros
o 1.4 Montoneros y Perón
o 1.5 Pase a la clandestinidad
o 1.6 Exilio
o 1.7 Retorno a la democracia
* 2 Referencias
Juventud
Firmenich egresó como bachiller del Colegio Nacional de Buenos Aires en 1966 con medalla de oro; durante su paso por el Colegio participó activamente en la Juventud Estudiantil Católica (JEC), sosteniendo ideas propias de la derecha nacionalista. Otros futuros líderes de Montoneros, como Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus provendrían del mismo contexto. Allí conoció al sacerdote Carlos Mugica, cuya obra como benefactor de los pobres y habitantes de las "villas miseria" de los suburbios de Buenos Aires, tendría una importancia notable en su formación y en el viraje de sus ideas hacia la izquierda; Mugica y Firmenich mantendrían una estrecha relación hasta el asesinato del primero en 1974, atribuido a la Alianza Anticomunista Argentina.
Inicios en Montoneros
Firmenich integró el grupo fundador de la organización armada Montoneros, junto a Fernando Abal Medina y otros, como Carlos Gustavo Ramus y Norma Arrostito; la organización estaba sustentada ideológicamente sobre una interpretación idiosincrática del peronismo, comprendido a la manera nacionalista como única forma política revolucionaria adaptada a la situación argentina y fusionada con elementos que, sin duda presentes en el marco general peronista, cobraron mayor intensidad por la ideología de sus fundadores, en especial el nacionalismo católico y la revolución cubana. El 29 de mayo de 1970 Firmenich participó en la Operación Pindapoy, consistente en el secuestro y posterior asesinato del ex dictador Pedro Eugenio Aramburu, al que Montoneros sometió a un procedimiento en el que no tenía derecho de defensa alguno que llamó un juicio popular, por ser el principal responsable de la masacre de José León Suárez.
Años más tarde fue publicado un pormenorizado relato en el recordado número de la revista La causa peronista del 3 de septiembre de 1974, cuyo título de tapa era: "Mario Firmenich y Norma Arrostito cuentan cómo murió Aramburu".
Dirección de Montoneros
Luego de la muerte de Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus en un enfrentamiento armado con la policía en un bar de la localidad de W. Morris, y de José Sabino Navarro, alias "Negro", en la sierra cordobesa durante el gobierno militar de la llamada Revolución Argentina, Firmenich alcanzó el liderazgo de la conducción nacional de Montoneros, cargo que mantuvo hasta la disolución de la organización. Entre 1971 y 1979 Firmenich lideró la OPM Montoneros como secretario general, desempeñándose también como autor de su línea política y de la mayoría de sus documentos a través de las diversas alternativas de la lucha política de la época. A Firmenich se lo consideró frecuentemente representante del ala más militarista de la organización.
Montoneros y Perón
La relación de Montoneros con Perón sufrió fuertes altibajos; durante su forzoso exilio en España, éste se mostró complaciente con las acciones de la organización, y para cuando el gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse dio lugar finalmente a elecciones, en las que resultó electo Héctor J. Cámpora, varias figuras afines a ella ocuparon puestos de gobierno. Entre ellas se contaban Esteban Righi, nombrado ministro de Interior, el gobernador de Salta Miguel Ragone, el de Mendoza Alberto Martínez Baca, el de Santa Cruz, Jorge Cepernic y el gobernador cordobés Ricardo Obregón Cano. Sin embargo, muchas de estos logros se revirtieron durante el breve gobierno del sucesor de Cámpora, Raúl Lastiri, yerno y amigo de José López Rega, llamado El Brujo; López Rega, enviado por Perón como ministro de Bienestar Social durante el gobierno de Cámpora, había cobrado una gran influencia sobre el matrimonio Perón. No se conoce a ciencia cierta cuánto de la orientación que tomaría el tercer gobierno de Perón se debe a él, pero sin duda fue uno de los artífices del giro a la derecha de éste y uno de los principales impulsores de la Triple A, como se conoció a la Alianza Anticomunista Argentina.
Fue en este contexto en que se produjo el regreso de Perón a la Argentina; cuando, el 20 de junio de 1973, una inmensa movilización de masas fue a recibirlo al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini en Ezeiza, la derecha peronista atacó abiertamente a la columna de la Juventud Peronista y de Montoneros. La facción de derecha, liderada y organizada por López Rega[1] y por el coronel Jorge Osinde asesinó a más de doscientas personas en la llamada masacre de Ezeiza y contó con el apoyo público del mismo Perón.
El 25 de septiembre de ese mismo año, Montoneros asesinó a José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT, una de las figuras más importantes de la línea conservadora del peronismo sindical; esta acción, que no fue reconocida públicamente por la organización en ese momento, se realizó aparentemente con la intención de debilitar la influencia de esos sectores sindicales en el entorno de Perón, pero resultó contraproducente. Según declaraciones del periodista Ricardo Roa durante la investigación judicial por la muerte de Rucci, Firmenich les dijo “Fuimos nosotros”, aceptando la autoría de Montoneros.[2]
La situación llevó a Firmenich (junto a otros miembros de la conducción nacional como Roberto Quieto, ex líder de las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) recientemente fusionadas con Montoneros) a apartarse del gobierno peronista, que había neutralizado la influencia montonera en el Parlamento imponiendo una rígida disciplina partidaria. El agravamiento de las circunstancias por las persecuciones de la Triple A y el aval dado por Perón a las mismas con la aprobación de la Ley Antisubversiva[3] radicalizaron el enfrentamiento. Cuando en la celebración del día del Trabajo el 1 de mayo de 1974 el discurso de Perón desde los balcones de la Casa Rosada los definió como "imberbes" y "estúpidos", Montoneros decidió su regreso a la lucha armada.
Pase a la clandestinidad
Firmenich en 1979.
A la muerte de Perón, y tras la asunción de su esposa y vicepresidente María Estela Martínez, maleable a la influencia de López Rega, la Conducción Nacional de Montoneros dirigida por Firmenich decidió el "pase a la clandestinidad" de la organización y de los frentes de masas que ésta había construido y que constituían la corriente principal dentro de la tendencia revolucionaria peronista (la Juventud Peronista, la Juventud Universitaria Peronista, la Juventud Trabajadora Peronista, el Movimiento de Villeros Peronistas, el Movimiento de Inquilinos Peronistas, la Agrupación Evita, etc.).
El 15 de julio de 1974 Montoneros, bajo la dirección de Firmenich, asesinó al ex ministro Arturo Mor Roig, un político radical ya retirado de la actividad, y que se encontraba sin custodia alguna en un restaurante de San Justo; este hecho fue un intento de desestabilizar al gobierno justicialista cada vez más cerradamente unido en torno a López Rega. La organización Montoneros pasó a la clandestinidad el 6 de septiembre de 1974. Desde esa fecha, fue nombrada en los medios periodísticos como "la organización autoproscripta". Firmenich se ocupó de la dirección de las operaciones armadas de la organización, entre las que se contó la Operación Mellizas (19 de septiembre), que consistió en el secuestro de los millonarios industriales Juan y Jorge Born, gracias al cual Montoneros se hizo con un rescate récord de 60 millones de dólares; y de las relaciones institucionales, reuniéndose entre otras figuras con el dirigente opositor Ricardo Balbín, perteneciente a la Línea Nacional de la Unión Cívica Radical.
Exilio
Poco antes de producirse el golpe militar que dio lugar al Proceso de Reorganización Nacional en marzo de 1976, los niveles superiores de la organización, Firmenich entre ellos, decidieron que la mayoría de la Conducción Nacional de Montoneros partiera al exilio. Firmenich residió en Roma y México hasta recalar en Cuba como huésped de Fidel Castro.
Ya en 1975 se habían sentado las bases de lo que sería una reestructuración de la OPM en un "Partido Montonero" y un "Ejército Montonero", y en abril de 1977 se creó formalmente una nueva estructura organizada independientemente del movimiento peronista, el Movimiento Peronista Montonero (MPM). En 1978, en coincidencia con el mundial de fútbol a realizarse en Argentina, Montoneros organizó una campaña publicitaria de gran alcance con el objeto de concientizar a la comunidad internacional de los abusos cometidos por la dictadura. En el contexto de la misma Fernando Vaca Narvaja se reunió con buena parte de los líderes de la Internacional Socialista, como Lionel Jospin y Willy Brandt.
En 1979, considerando que las contradicciones internas de la dictadura eran suficientes para "devolver el golpe", desde la conducción en el exilio de la organización se votó una "contraofensiva popular"; la que terminó en un rotundo fracaso y significó la muerte en combate o captura y posterior desaparición de la mayoría de los cuadros montoneros aún activos. Firmenich visitó Nicaragua ese mismo año, tras la victoria de la revolución sandinista, y colaboró con el nuevo gobierno revolucionario de ese país.
Retorno a la democracia
Luego de caída la dictadura militar, bajo el gobierno constitucional del radical Raúl Alfonsín, Firmenich fue capturado en Brasil, extraditado, juzgado y condenado a 30 años de prisión por cargos de homicidio y secuestro, junto con Fernando Vaca Narvaja, Enrique Gorriarán Merlo y Roberto Perdía. Desde la cárcel lideró el Peronismo Revolucionario, una corriente interna minoritaria del Movimiento Peronista, dedicada a reivindicar los objetivos de la izquierda peronista de los '70.
Excluido en un primer momento por el presidente Carlos Menem del indulto otorgado a los jefes guerrilleros y militares, finalmente el decreto 2.742 del 29 de diciembre de 1990 otorgó la libertad de Firmenich. Tras abandonar la prisión, dejó la política activa para dedicarse al estudio y la investigación. Se recibió de licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires en febrero de 1996, con el mejor promedio de su promoción, aunque el centro de estudiantes de la facultad, liderado por la agrupación radical Franja Morada impidió que se le otorgara la medalla de oro por tal logro. Posteriormente marchó a Barcelona, donde se doctoró en 1999 bajo la tutela del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
Durante su estadía en Europa se ha desempeñado como profesor asociado en el Departamento de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, y ha publicado diversos artículos en revistas especializadas. En 2004 publicó y presentó su libro "Eutopía", desarrollando un proyecto alternativo al neoliberalismo vigente. Actualmente reside en Vilanova i la Geltru, provincia de Barcelona, donde se dedica a la labor teórica acompañado por su familia y es profesor del Departamento de Economía de la Universitat Rovira i Virgili (Reus, provincia de Tarragona). Su esposa proviene de una familia tradicional de Córdoba y es familiar del ex vicepresidente radical Víctor H. Martínez.
Referencias
1. ↑ CASTRO, Reynaldo - Con vida se los llevaron, p. 11
2. ↑ perfil.com, Firmenich, en el expediente judicial
3. ↑ Ley 20840: Seguridad Nacional. Penalidades para las actividades subversivas en todas sus manifestaciones. Sancionada: Septiembre 28 de 1974. Promulgada: Septiembre 30 de 1974..
==Enlaces externos==
* [http://www.pagina12.com.ar/2001/01-08/01-08-05/contrata.htm
* [http://www.elortiba.org/memoria1.html
Artículo periodístico del poeta y periodista Juan Gelman sobre Mario Firmenich]
Fernando Luis Abal Medina (1947–1970)
Contenido
* 1 Juventud y formación
* 2 Activismo y militancia política
* 3 Su muerte
* 4 Legado
* 5 Notas
Juventud y formación
Nació en 1947, en el seno de una acomodada familia de marcada tendencia nacionalista y católica. Cursó la escuela secundaria en el Colegio Nacional Buenos Aires, donde fue compañero de Mario Firmenich y Carlos Gustavo Ramus, también futuros jefes montoneros.
Era un joven culto, delgado, alto y de rostro anguloso, que por entonces leía y admiraba a León Bloy, un místico francés, antiguo comunero convertido bajo el régimen de Adolphe Thiers en un católico febril y extremista. En esa época, su hermano Juan Manuel era secretario de redacción de la revista Azul y Blanco, dirigida por Marcelo Sánchez Sorondo-y por Ricardo Curutchet, cuya línea editorial estaba orientada hacia los militares argentinos de rango superior. Semanario que funcionaba en el Estudio Jurídico de los Dres: Jorge P. Ramos Mejía - Francisco Uriburu Quintana (Subsecretario del Ministerio del Interior 66-70) - y Marcelo Sánchez Sorondo, en la calle Charcas del barrio de Retiro frente a la Plaza San Martín de la Ciudad de Buenos Aires.
En este semanario y en su muleto "Segunda Republica", Fernando Abal Medina colaboró vendiendo suscripciones lo que le sirvió para relacionarse, desde muy joven, con gente mucho mayor que él y sobre todo con políticos y militares nacionalistas.
Desde 1964 Fernando era miembro de la Juventud Estudiantil Católica (JEC), rama juvenil de la Acción Católica, agrupación que abandonó ese mismo año al conocer al carismático sacerdote jesuita Carlos Mugica, convirtiéndose en uno de sus más devotos seguidores espirituales y políticos. En dichas instancias estuvo siempre acompañado por su inseparable amigo Ramus. La familia Múgica Echague era vecina del barrio de Retiro y residía en un departamento de la calle Arroyo. El joven sacerdote de esta familia desempeñaba sus tareas religiosas en la villa 31 que quedaba y aún queda a unas pocas cuadras de su vivienda.
Fuertemente influenciado por las ideas del padre Mugica y el Movimiento de sacerdotes para el Tercer Mundo, a fines del año 1966 se vinculó a la revista Cristianismo y Revolución, donde conoció a su director Juan García Elorrio, un vehemente ex-seminarista fundador del Comando Camilo Torres. En 1967 se integró en dicha célula activista junto a Firmenich y Ramus, conociendo allí a Norma Arrostito, siete años mayor que él, quien se convertiría en su pareja hasta su muerte.
En las postrimerías de 1969 estaba ya de vuelta de su experiencia castrista y en el Estudio Ramos Mejía se grabó con la voz de Fernando Abal Medina la Proclama del General Eduardo Labanca que se envió a todas las unidades del ejército argentino. También en aquel año 1969 participó en las reuniones del entonces recientemente creado Círculo del Plata, del que era cofundador su hermano Juan Manuel, y que presidía Juan M. Palacios, quien estaba casado con la secretaria del Estudio Ramos Mejía-Sánchez Sorondo.
Activismo y militancia política
La aparición pública en la escena política argentina de Fernando Abal Medina ocurrió el 1 de mayo de 1967, fecha en que el Comando Camilo Torres (organismo de la revista Cristianismo y Revolución) organizó una intempestiva irrupción de protesta en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, donde se celebraba una misa a la que asistía el entonces presidente de facto Juan Carlos Onganía. En la ocasión fue detenido por la Policía Federal, junto a García Elorrio, Arrostito y otros.
El 31 de julio de 1967 participó junto a John William Cooke en la primera conferencia internacional de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) en La Habana.
En 1968 volvió a viajar a Cuba con Norma Arrostito, pero esta vez con el objetivo de recibir entrenamiento en la lucha armada revolucionaria. Al regreso intentaron formar un embrión de célula activista junto a Carlos Alberto Maguid, su esposa Nélida Arrostito de Maguid, Mercedes Arrostito y su esposo, de la que estos dos últimos se desvinculan a mediados de 1969. Desde los años anteriores, y a partir de la prédica de la revista Cristianismo y Revolución, la ideología de casi todos estos jóvenes se fue acercando progresivamente al peronismo, al tiempo que desarrollaban una contradictoria mutación desde sus originales ideas de derecha, hacia la admiración por la Revolución Cubana y el Che Guevara.
A fines de 1969 toma parte en el intento de golpe nacionalista del General Eduardo Labanca. Así con la voz de Fernando Abal Medina, el Dr. Marcelo Sánchez Sorondo grabó la proclama revolucionaria nacionalista del General Eduardo Labanca en el Estudio del Dr. Jorge Ramos Mejía. La proclama, una especie de antología del semanario Azul y Blanco con la voz de Fernando Abal Medina, fue enviada a todas las unidades del ejército.
El 7 de marzo de 1970 Fernando Abal Medina, junto a Norma Arrostito, Mario Firmenich, Carlos Ramus — vestido de sacerdote — y Carlos Capuano Martínez, asaltaron el destacamento San Ignacio de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, próximo a la localidad de San Miguel. De allí se llevaron una ametralladora y el arma reglamentaria del único policía que se encontraba de servicio. Al retirarse pintaron en las paredes consignas reivindicativas peronistas. Para entonces el grupo operativo comandado por Abal Medina estaba formado por aproximadamente una docena de activistas, más algunos colaboradores, en lo que puede considerarse la célula inicial de Montoneros.
El 29 de abril de 1970 el mismo grupo tomó el destacamento 7 de la Policía Federal, ubicado en el cruce de las avenidas General Paz y Mosconi de la Ciudad de Buenos Aires, de donde se llevaron uniformes policiales, gorras y las pistolas de cuatro policías. Estos dos golpes han sido considerados como preparatorios para el impactante operativo subsiguiente. El 27 de mayo del mismo año, Abal Medina, Arrostito, Firmenich y Capuano Martínez asaltaron un garage ubicado en la calle Emilio Lamarca de la Ciudad de Buenos Aires, del cual robaron un vehículo Peugeot 404 y una camioneta.
Dos días después, usando esos y otros vehículos de apoyo, concretaron el secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu, primer hecho reconocido públicamente por la organización Montoneros. El hecho fue realizado el 29 de mayo de 1970, día del Ejército Argentino por un comando autodenominado "General Juan José Valle". En cautiverio, fue acusado por su accionar durante el Golpe de Estado del 55, por los fusilamientos de José León Suárez de 1956 y del General Valle y por el robo del cuerpo de Eva Duarte. La organización Montoneros denominó las acusaciones "juicio popular" (aunque Aramburu no tuvo la posibilidad cierta de ejercer su defensa) y lo condenó a muerte. Aramburu fue asesinado por Fernando Abal Medina de un tiro de pistola en el sótano de una quinta en la localidad de Timote (partido de Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires).
Años más tarde fue publicado un pormenorizado relato en el recordado número de la revista La causa peronista del 3 de septiembre de 1974, cuyo título de tapa era: "Mario Firmenich y Norma Arrostito cuentan cómo murió Aramburu".
La última operación armada en la que participó Fernando Abal Medina antes de su muerte tuvo lugar el 1 de septiembre de 1970 en la ciudad de Ramos Mejía, pocos kilómetros al oeste de Buenos Aires, oportunidad en que un comando montonero bajo su coordinación asaltó la sucursal del Banco de Galicia en aquella localidad, desde donde lograron retirarse con aproximadamente 36.000 dólares.
Su muerte
El lunes 7 de septiembre de 1970, a las 20:00, varios dirigentes montoneros (Abal Medina, Sabino Navarro, Firmenich y Arrostito) habían acordado encontrarse con Luis Rodeiro en el bar La Rueda, sito en la esquina Potosí y Villegas (actualmente una farmacia) a una cuadra de la estación de trenes de William C. Morris, provincia de Buenos Aires. Fernando Abal Medina y Sabino Navarro llegaron unos minutos antes de lo acordado, junto a Luis Rodeiro. Afuera aguardaban Ramus, en un auto robado, y algunos metros más alejado se encontraba Capuano Martínez en otro vehículo.
Una comitiva policial alertada por el dueño del local, que había reconocido a Abal Medina en las fotos que requerían su captura, ingresó sorpresivamente al local. Abal Medina les presentó a los uniformados credenciales falsas de policía y éstos ya se retiraban del bar cuando se inició un fuego cruzado en la vereda: Ramus observó a dos efectivos que se acercaban y comenzó a dispararles, luego intentó arrojarles una granada que explotó en sus manos y le provocó la muerte instantánea.
En el tiroteo entre guerrilleros y policías que se generó, Abal Medina viendo su condición de inferioridad numérica trató de huir y fue herido de bala en el pecho. Cayó en la entrada del local, mientras Sabino Navarro y Capuano Martínez pudieron huir y Rodeiro se entregó. Norma Arrostito y Mario Firmenich venían retrasados, llegaron a las 20:20 y al ver la situación huyeron inmediatamente del lugar. Abal Medina murió desangrado al cabo de aproximadamente una hora de ser herido.
Existen versiones no confirmadas acerca de que advertidos de la presencia en el sitio de los activistas, la comisión policial que ultimó a Abal Medina era en realidad una patrulla de soldados del Ejército Argentino al mando del coronel Ontiveros, quienes integraban una de las comisiones que luego del asesinato de Aramburu buscaban intensamente a sus responsables.
Diversas entidades de las cuales casi todas fueron o nacionalistas o peronistas adhirieron al duelo por las muertes de Abal Medina y de Ramus: Alianza Libertadora Nacionalista, FAP, Movimiento Nacionalista Tacuara, 62 Organizaciones. Entre quienes asistieron al entierro se encontraba Arturo Jauretche quien conocía a los jóvenes y especialmente a Fernando Abal Medina del Semanario Azul y Blanco y del Círculo del Plata.
A partir de ese año y en homenaje a su líder y fundador, el 7 de septiembre fue establecido por la conducción de la organización guerrillera para conmemorar el Día del Montonero.
Legado
En homenaje a quien fuera su jefe revolucionario, el 6 de septiembre de 1973, sus seguidores publicaron en la revista Militancia Peronista para la Liberación un resumen del pensamiento político de Fernando Abal Medina, el cual entre otras consideraciones afirmaba como pautas esenciales:
* Asumir la responsabilidad de la guerra popular
* Adopción de la lucha armada como la metodología que hace viable esa guerra popular, mediante formas organizativas superiores
* Absoluta intransigencia con el sistema dominante
* Incansable voluntad de transformar la realidad
* Identificación de la burocracia sindical como parte del campo contrarrevolucionario
* Integración efectiva con las luchas del pueblo
* Confianza ilimitada en la potencialidad revolucionaria de la clase trabajadora peronista
Cuarenta años después, el gobierno de Néstor Kirchner incorporó el nombre de Abal Medina al REDEFA, el Registro de Fallecidos de la Ley 24.411 y su nombre se incluyó tanto en la actualización de los listados de la Conadep, que fueron presentados en la Feria del Libro de 2006 como en la nómina del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado que se levanta en la Costanera Norte porteña.[1]
Notas
1. ↑ Ceferino Reato: El día del Montonero, 40 años después Acceso 7-9-2010.
Arrostito
Esther Norma Arrostito
Nacimiento 1940
Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Fallecimiento 15 de enero de 1978
Nacionalidad argentina
Ocupación dirigente política guerrillera
Cónyuge Fernando Abal Medina
Hijos n/d
Padres n/d
Esther Norma Arrostito (Buenos Aires, 17 de enero de 1940 - 15 de enero de 1978) fue una dirigente política juvenil argentina cuyas ideas tempranas estuvieron cercanas al comunismo, pero luego a principios de la década de 1970, junto a su pareja Fernando Abal Medina integró la cúpula fundacional de la organización guerrillera Montoneros, la cual estaba ligada estrechamente al peronismo.
Contenido
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* 1 Juventud
* 2 Activismo y militancia
* 3 Captura y muerte
* 4 Referencias
Juventud
Provenía de una familia de la típica clase media argentina, en la cual creció influenciada por opiniones marxistas y antiperonistas. Trabajaba como maestra, y a los 24 años de edad contrajo matrimonio con Rubén Ricardo Roitvan, junto a quien compartió un período de militancia activa en el Partido Comunista de la Argentina, del cual se fueron alejando gradualmente.
Se diferenciaba de los demás miembros fundadores de lo que sería luego la organización armada Montoneros, en cuanto a que ella no tuvo una formación católica ni era practicante, sino que habría adoptado la religión recién en los últimos meses de su vida, en cautiverio.
Según cuenta sobre su personalidad Antonia Canizo (amiga íntima y compañera de militancia): "En general era elegante; le gustaba estar bien vestida; era sencilla pero se arreglaba. En público no era demostrativa de sus cuestiones afectivas"
[editar] Activismo y militancia
En 1967 Norma Arrostito ingresa al Comando Camilo Torres, agrupación política de raíz católica dirigida por el ex seminarista Juan García Elorrio, en la que conoce entre otros a Mario Firmenich, Carlos Gustavo Ramus y Fernando Abal Medina, de quien se enamora.
En esa época decide alejarse definitivamente del comunismo, y también separarse de su esposo para convivir de allí adelante con Abal Medina (siete años menor que ella), hasta la muerte de éste último.
En 1967 viajan juntos a Cuba para participar en la primera convocatoria internacional de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) en La Habana. En 1968 vuelven a dicho país, pero esta vez con el objetivo de recibir entrenamiento específico en la lucha armada revolucionaria. De regreso en Argentina la pareja intenta formar una célula revolucionaria junto a Carlos Alberto Maguid, su esposa Nélida Arrostito de Maguid, Mercedes Arrostito y su esposo, de la cual estos dos últimos se desvinculan a mediados de 1969.
En ese mismo año fueron ampliando el grupo integrado por aproximadamente una docena de activistas militantes peronistas -principalmente provenientes del Comando Camilo Torres-, más unos pocos colaboradores. Participa junto a ellos en algunas acciones armadas y asaltos a dependencias policiales, con el fin de obtener armas y uniformes para la causa. Se trata de uno de los núcleos iniciales de Montoneros.
Sus apodos (nombre de guerra) dentro de dicha organización eran "Gaby" o "la Gaviota" y también se la conocía como "Irma". A partir de allí participó activamente en una gran cantidad de acciones armadas y de violencia urbana, siendo una de las primeras -y tal vez la más resonante- el secuestro y posterior ejecución en cautiverio del general Pedro Eugenio Aramburu, operativo concretado a fines de mayo de 1970.
Años más tarde fue publicado un pormenorizado relato en el recordado número de la revista La causa peronista del 3 de septiembre de 1974, cuyo título de tapa era: "Mario Firmenich y Norma Arrostito cuentan cómo murió Aramburu"
Fue la única integrante femenina en la conducción de Montoneros en sus orígenes, aunque luego de muerto Abal Medina en un enfrentamiento con la Policía de la Provincia de Buenos Aires ocurrido el 7 de septiembre de 1970, comenzó a alejarse gradualmente de la cúpula dirigente debido a discrepancias ideológicas y metodológicas sobre el accionar de la organización armada. Se sobrepuso a la muerte de su compañero, a pesar de haber padecido a partir de allí una creciente soledad y aislamiento emocional. En esta etapa algunos montoneros comenzaron a referirse a ella mencionándola como La Viuda.
El 13 de julio de 1971, en plena dictadura la Policía Federal Argentina publica de facto su pedido de captura, con orden del día N° 154, en la cual se indicaba: "Arrostito Ester Norma (a) Irma C.I. 4.714.723 Argentina, 30 años, casada, maestra, cutis blanco, 1.62 m (sic) de altura, hábil maquilladora y usa peluca, participó del asalto al garaje de la calle Emilio Lamarca robando los vehículos utilizados posteriormente en el secuestro del Teniente General Aramburu, actuando luego de campana al consumarse ese hecho delictuoso. Recibió adiestramiento comunista especial en Cuba".
El 25 de mayo de 1973 se beneficia con la amnistía decretada por el recientemente electo presidente peronista Héctor José Cámpora, y luego es designada por Rodolfo Puiggrós como profesora en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, y profesora adjunta en cátedras de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. En ese mismo año se desempeñó también como jefa de la Secretaría Privada del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Oscar Bidegain, cuya afinidad y compromisos hacia Montoneros le costó el posterior pedido de renuncia bajo la presidencia de Juan Domingo Perón.
Captura y muerte
El 2 de diciembre de 1976, un comando operativo del Ejército Argentino, mediante un falso montaje fraguó un enfrentamiento entre fuerzas "legales" y una supuesta delincuente subversiva, pretendiendo hacer creer a los propios Montoneros y a la sociedad en general, que Norma Arrostito había sido abatida en el suceso. El comunicado oficial en tal sentido fue el siguiente:
"El Comando de la Zona 1 informa que como resultado de las operaciones de lucha contra la subversión en desarrollo, fuerzas legales llevaron a cabo una operación el día 2 de diciembre, a las 21 horas, en las calles Manuel Castro y Larrea, de la localidad de Lomas de Zamora. En la oportunidad fue abatida la delincuente subversiva Esther Norma Arrostito de Roitvan, alias Norma (sic), alias Gaby, una de las fundadoras y cabecillas de la banda autodenominada Montoneros."
Todos los medios de prensa de la época dieron gran difusión a la falsa noticia. La revista Gente hizo en la ocasión un encendido apoyo al accionar de las Fuerzas Armadas, mientras que la mayoría de los diarios de la época, desde el Buenos Aires Herald -en menor medida-, hasta Clarín, celebraron la supuesta muerte de Arrostito, previamente condenada e intensamente buscada debido a la confesa ejecución del ex presidente Aramburu.
No obstante, la mujer muerta en aquellas circunstancias había sido otra. Las Fuerzas Armadas regulares pretendieron con esta estrategia por un lado sembrar la certeza de su muerte, y en secreto doblegarla para obtener información valiosa de la primera línea de mando montonera, pues en realidad había sido capturada viva por un grupo comando de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), una dependencia militar de la Marina de Guerra en la que el gobierno de facto denominado Proceso de Reorganización Nacional centralizaba sus operaciones de inteligencia, secuestro, maternidad de guerrilleras, interrogatorios, torturas y asesinatos sin juicio previo contra los miembros de organizaciones armadas irregulares, principalmente los Montoneros.
Según los relatos de ex detenidos que sobrevivieron, allí fue salvajemente torturada, desfigurado su rostro a golpes, y continuamente exhibida (dada su jerarquía de fundadora de la organización Montoneros) como trofeo de guerra ante las otras fuerzas armadas, y también ante los demás detenidos con el fin de impactar psicológicamente en el enemigo.
En el libro "Recuerdo de la muerte", el escritor Miguel Bonasso narra el instante en que el militante montonero "chupado" en la Escuela de Mecánica Jaime Dri ve con vida a Arrostito.
" El `Pelado' nunca la había conocido personalmente, pero notó inmediatamente un contraste en esa figura espectral que todos observaban. Un contraste que provocaba un malestar soterrado. Si el examen empezaba por la cabeza, se notaba que iba bien peinada y arreglada, que su vestido gris estaba limpio y planchado, como el de los detenidos libres. Si la mirada bajaba hasta los pies descubría la causa del lento caminar: como los galeotes de Capucha, tenía los tobillos aherrojados por grilletes".
Graciela Daleo confirma:
"Ella estaba con grilletes. Los guardias la llevaban y la traían del baño. Tenía autorización de que algunas horas por la tarde podía estar en la pecera, donde teóricamente no tenía que hablar con el resto de los prisioneros. Era clara la intención de mantenerla alejada, así como la tenían recluida en su camarote en uno de los extremos de la capucha, en el tercer piso del campo de concentración. Ella si bien mantuvo contacto con el resto de los compañeros, los represores buscaron tenerla en un grado de aislamiento mayor que el que tuvieron otros prisioneros que efectivamente habían sido seleccionados para el proceso de recuperación".
Elisa Tokar también recuerda que no había un trato cotidiano con Norma, no la veía con frecuencia:
"En las esperas de los baños y ella me preguntaba cómo estaba yo. Me acuerdo que una vez yo salía de la pieza de las embarazadas, tratando de que no me viera nadie y justo me tropiezo con ella, que salía del baño con la capucha medio levantada y me preguntó cómo estaban las compañeras."
Tokar relata cuando los represores le plantearon realizar trabajos como mano de obra esclava, tareas que no implicaban ningún tipo de colaboración con sus captores sino que iban dando algunas pocas garantías de supervivencia:
"A mi me preguntaron y en eso Gaby, que circulaba por ahí, escuchó y me dijo: 'Vos sos una perejila, decí que escribís a máquina'. Escuchar esas palabras en el cautiverio, era - sin duda- corroborar que la resistencia seguía dentro de la ESMA. Para mí Gaby era todo un símbolo. No era una compañera de militancia, era un símbolo de mi militancia".
En dichas circunstancias intentó sin éxito suicidarse en al menos dos oportunidades. Según testimonios de algunos compañeros de cautiverio quienes más tarde pudieron salvar sus vidas, fue finalmente asesinada por sus mismos captores el 15 de enero de 1978 luego de más de un año de detención y torturas.
Susana Ramus fue una testigo privilegiada de los hechos. Ella había podido hablar dos o tres veces con "Gaby", cuando las guardias más permisivas la dejaban acercarse al "camarote".
Según ella misma narra, Ramus estaba en el salón dorado actualizando unas fichas cuando entró Jorge "Tigre" Acosta, alborotado: "Qué le pasa a Arrostito que está mal. Se muere. ¿Por qué no la acompañás, Jorgelina?", gritaba.
Ramus relata los últimos momentos de Gaby:
"La traen, como agonizando, y a mí me ponen en la parte de atrás de una camioneta junto con ella. Estaba consciente pero más o menos. Me agarraba la mano, como que sabía todo lo que estaba pasando. No me dijo: `Me mataron', ni nada".
Ramus cuenta que cuando llegaron al Hospital Naval, bajaron a Arrostito y le golpearon el corazón, como si intentaran resucitarla. Susana Ramus ya no pudo observar más porque la llevaron nuevamente a la ESMA. Sin embargo, Ramus afirma que el "Tigre" Acosta luego le dijo:
"Al rato me llama y me dice: 'Vos sabés que Arrostito no quería colaborar. Hubo que hacer esto'".
Por su parte, Graciela Daleo también fue testigo de la actuación del "Tigre" Acosta:
"Yo recuerdo que estábamos en la pecera absolutamente anonadados porque ya sabíamos lo que había pasado y entra el "Tigre" y se manda para la oficina del fondo preguntando qué había pasado con Gaby".
Otras versiones afirman que le fue aplicada una inyección anestésica y luego fue arrojada al vacío en un vuelo de la muerte, metodología que consistía en cargar en aviones militares a contingentes de detenidos (vivos, anestesiados o muertos), y dejarlos caer sobre el río de la Plata o la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires.
En sus últimos meses en la ESMA, siempre según comentarios de ex secuestrados, Arrostito habría adoptado la religión católica desde una perspectiva mística. Asimismo algunas versiones no confirmadas afirman que se habría volcado al estudio y práctica del Tarot, tal vez como recurso extremo para demorar su propia muerte mediante continuas profecías y adivinaciones que solían pedirle sus verdugos.
Sus captores han difundido profusamente versiones afirmando que colaboró ampliamente con ellos en el señalamiento y ayuda para perseguir y secuestrar a otros dirigentes y cuadros montoneros. No obstante, sus propios ex compañeros de detención y otros ocasionales testigos durante el período de cautiverio aseguran que siempre mantuvo una conducta intransigente de total y absoluto desprecio hacia el régimen militar que la mantenía detenida, y ni con las peores sesiones de tortura fue posible quebrantarla para lograr extraerle información vital.
Una frase característica suya, muy recordada y ratificada por varios compañeros de detención era: "¡Yo no colaboro ni me rindo!".
Su cuerpo no ha sido encontrado.
Referencias
* Bonasso, Miguel. Recuerdo de la Muerte. Buenos Aires: Planeta. ISBN:950-742-437-7
* Ramus, Susana. Sueños sobrevivientes de una montonera. Editorial Colihue. ISBN:950-581-599-9
* Chávez, Gonzalo y Lewinger, Jorge. Los del ´73 (memorias montoneras). Editora De la Campana. ISBN:987-9125-13-4
* Gillespie, Richard. (1987) Montoneros: Soldados de Perón". Grijalbo. ISBN:950-28-0235-7
* Sadi, Marisa. Montoneros, la resistencia después del final". Buenos Aires, Nuevos Tiempos, 2004.
* Gasparini, Juan. Montoneros, final de cuentas. Buenos Aires, Editora De la Campana. ISBN:987-9125-12-6
* Perdía, Roberto Cirilo. Otra Historia. Editorial Agora. ISBN:987-96235-0-9
* Anguita E. y Caparrós M. La Voluntad. 5 Tomos, Editorial Booket. ISBN:987-58-0067-8
* Lanusse, Lucas (2005). Montoneros - El Mito de sus 12 Fundadores. Buenos Aires: Vergara. ISBN 950-15-2359-4
* Gil Ibarra, Enrique (2001) Paredón y después. Buenos Aires: El Ortiba
* Fraga, Rosendo y Pandolfi, Rodolfo (2005). "Aramburu". Buenos Aires: Vergara.
* Amorin, José (2005). Montoneros: la buena historia. Buenos Aires: Catálogos. ISBN 9508951990.
Si la loca carrera del día a día... se queda contigo. TOMA CONCIENCIA.

No es la primera vez que vemos en las noticias o que alguien nos cuenta que una madre o un padre olvidó en el auto a un hijo y que ello le costó la vida. Tampoco es la primera vez, lamentablemente,que sabemos que eran personas abnegadas o que estaban muy dedicadas a su familia, que eran buenos esposos y buenos padres y madres. Esta nota no pretende encontrar ni mucho menos explorar las causas por las que estas cosas suceden desde un punto de vista psicológico o de consejería. Lo que si podemos considerar que podemos brindar son pistas que nos pueden ayudar para minimizar o de alguna manera frenar la vorágine diaria que nos consume y nos deja encerrados en la cabeza y totalmente ausentes del presente, lo que probablemente si no es la causa de tales tristes sucesos, influyen grandemente.
ESTAR PRESENTES EN NOSOTROS MISMOS, AQUÍ Y AHORA.
¿Cuántas veces has estado conversando con alguien, o mejor dicho cuántas veces alguien ha estado intentando conversar contigo y no sabes de qué te está hablando porque tu cabeza está de viaje en los problemas que tienes, en lo que te pasó antes o incluso en las cosas que aún no llegan? Además de que la otra persona se puede sentir ofendida por no prestarle atención. ¡¡Te estás perdiendo de existir aquí y ahora!! De recibir todas las ideas y buenas energías que te brinda esa otra persona con su presencia. Del hermoso regalo de estar en comunión con la naturaleza, con tus hijos, con tu pareja o familia y con todo lo que te rodea aquí y ahora.
DETENTE UN SEGUNDO Y RESPIRA.
Son muchas las personas, entre ellas yo, que solapamos actividades es decir no has acabado bien una actividad o tarea y ya estás corriendo una, dos, tres, cuatro más. Llegas a tu casa, pones la lavadora, enciendes la estufa, te vas a bañar, suena el teléfono y te secas la oreja y sacas la cabeza de la ducha para contestar. ¿Cuantas veces se te ha olvidado echarle detergente a la ropa, se te ha quemado la comida y ha llegado altísima la factura del agua porque estuviste media hora para decirle a la persona que te llamó mientras estabas en la ducha que lo llamabas luego?
Eso no solamente es gracioso ahora que lo ves con distancia, en aquel momento fue molesto, te causó un disgusto, perdiste recursos y tiempo. Entonces los "multitasking" tienen una gran probabilidad de fallar en una o varias de las actividades que ejecutan simultáneamente. Además de que el agobio se adueña de ti, especialmente cuando no estás haciendo algo y te sientes culpable, nervioso y ansioso. Entre tarea y tarea. DETENTE. RESPIRA. TOMA CONSCIENCIA DE LO QUE ESTÁS HACIENDO Y DETERMINA QUÉ COSAS SI PUEDES PONER A FUNCIONAR SIMULTANEAMENTE.
UBICA TUS TAREAS POR ÁREAS Y REPASA LO HECHO Y LO QUE TE QUEDA POR HACER EN CADA BLOQUE DE TAREAS.
Si tienes que cocinar, friegar, limpiar la cocina y el patio, sacar la basura, pagar las cuentas en internet o ponerlas en orden, vigilar a los chicos mientras juegan y varias tareas adicionales ubicalas por áreas. Por ejemplo, mientras cocinas puedes lavar los trastes y poner a los chicos a trabajar en alguna actividad en el comedor familiar en lo que esperan la comida. Aprovecha para hablar con ellos. Luego a la hora de sacar la basura pídeles ayuda y pueden salir al jardín y recoger un poco todos juntos o bien cerca mientras te encargas de la jardinería. Así evitas que las tareas queden fuera del alcance de tu vista y por lo tanto se te olviden.
HAZ UN EXAMEN DE CONSCIENCIA CADA NOCHE Y PLANIFICA CADA DÍA EN LAS MAÑANAS.
He vuelto a poner en práctica algo que nuestros abuelos y padres nos han enseñado y muchos habíamos olvidado.Hacer examen de conciencia cada noche. No es algo intrincado y difícil. Se trata solamente de que luego de cepillarte los dientes, cuando vayas a dormir te quedes unos minutos antes en la cama y repases el día, qué fue bueno, qué no fue tan bueno. Qué te hizo sentir bien o mal y qué necesitas hacer para cambiar o mejorar esa situación al día siguiente. Vamos a valorar en ese momento las experiencias del día. Enfocarnos en lo que queremos lograr y hacer un plan general de mañana. Aprovecha para encomendar tus preocupaciones y decepciones a Dios, ora por todos y agradece.
A la mañana siguiente cuando te levantes. Procura *esto es un consejo personal* que tus primeras palabras del Día sean. Gracias Dios por la oportunidad de vivir hoy. Y de la misma manera que la noche anterior, no importa qué hora sea, no importa si vas tarde, cinco minutos ahí harán mucha diferencia. Repasa el plan del Día, y encomiéndate a Dios para que puedas realizarlo todo lo mejor que puedas. Vuelve a ubicar tus actividades por bloques, espacios y tiempo.
Verás cómo funciona.
DETENTE Y REPASA TU ESTADO, Y TU PRÓXIMO PASO.
Toma siempre unos segundos para repasar dónde estás, qué estás haciendo y qué vas a hacer. Antes y después de salir de cualquier lugar. Tu vehículo, tu casa, la casa de tus familiares, en la calle. En todo lugar. Mira a tu alrededor, toma consciencia de ti en ese preciso instante y en ese preciso lugar. Ten presentes siempre dónde están tus llaves, tu teléfono, la salida más cercana, el lugar más seguro que tengas cerca, con quiénes estás y hacia dónde vas.
¡¡¡ SUELTA EL CELULAR UN MINUTO !!! HAZ PAUSAS AL HABLAR POR TELÉFONO. A MENOS QUE SE TRATE DE UNA EMERGENCIA INTENTA NO CONVERSAR MIENTRAS CONDUCES.
El teléfono es además de una gran ayuda y comodidad, y de sus funciones que pueden ayudarnos a salvar vidas, las ajenas y las nuestras, son también una gran distracción, te aislan de estar presente en ti.
Hay gente que camina hablando por teléfono y se le pasan las direcciones por cuadras enteras, incluso kilómetros. Otras cuentan como cosa común, que mientras manejan en la tarde saliendo rumbo a sus casas, ponen su cerebro en piloto automático cuando se distraen hablando por teléfono y regresan al trabajo o van a casa de alguna otra persona.
Al salir de tu casa o tu trabajo. DETENTE. VERIFICA SIEMPRE TU AUTOMÓVIL ANTES DE ENTRAR A EL.
Verifica si está en condiciones porque no sabes si hay alguien malintencionado cerca, no sabes si alguien dañó tu vehículo o bien si simplemente se le vació una llanta.
CUANDO ENTRES EN ÉL VERIFICA QUE TODO ESTÉ EN ORDEN Y ORGANIZA LO QUE VAS A HACER EN EL PRÓXIMO BLOQUE DE DOS O TRES HORAS: Recoger los chicos, llevarlos a las clases de pintura, karate, natación etc.
Si estás hablando por teléfono TERMINA LA CONVERSACIÓN, UBÍCATE Y PLANIFICA. LUEGO CONTINÚA. Y ENCOMIÉNDALE A DIOS EL LOGRO DE CADA ACTIVIDAD.
TOMAR CONSCIENCIA NO SOLAMENTE ES UN ACTO PERSONAL. EN ÉL ESTA LA RESPONSABILIDAD QUE TENEMOS CON NUESTRA SEGURIDAD Y LA DE LAS DEMÁS PERSONAS.
Espero que tomen en cuenta estas reflexiones personales, y que las compartan con otras personas. No tienen que seguirlas al pie de la letra pero cada persona encuentra la mejor manera de tomar consciencia de cada uno de sus pasos, acciones, pensamientos y deseos. En este caso estas medidas tan sencillas pueden hacer una diferencia grande en la vida de otros.