¿Qué es una herida quirúrgica?
Una herida quirúrgica se define como "toda aquella pérdida de la solución de continuidad de la piel y/o mucosas y tejidos subyacentes provocada por el cirujano con el fin de acceder a cualquier territorio del organismo"
Este tipo de heridas se clasifican, según su grado de contaminación, en: heridas limpias, heridas limpias-contaminadas, heridas contaminadas y heridas sucias.
Clasificación
Heridas limpias
Son aquellas heridas no traumáticas y que no tendrían por qué contaminarse. Se producen en intervenciones en las cuales no se penetra en ningún órgano o cavidad colonizada por microorganismos.
Dentro de este grupo de intervenciones se encuentran las herniorrafías, mastectomías y tiroidectomías.
El patógeno más común es el Staphylococcus aureus y las tasas de infección se encuentran iguales o menores al 2%.
Heridas limpias-contaminadas
Son aquellas producidas en intervenciones en las cuales sí se penetra en órganos o cavidades contaminadas por flora bacteriana endógena del propio paciente. Estas zonas son: el tubo digestivo, el tracto respiratorio o el tracto urinario.
Dentro del grupo de estas intervenciones se encuentran: las resecciones intestinales, apendicectomías, colecistectomía, resecciones pulmonares, procedimientos ginecológicos, y operaciones de cáncer de cabeza y cuello que involucran la orofaringe.
Las tasas de infección para esta clase de procedimientos se encuentran entre el 2-10%.
Heridas contaminadas
Se producen cuando está presente una gran contaminación del sitio quirúrgico en ausencia de una infección obvia. Dos ejemplos representativos serían: la contaminación no controlada al abrir el lumen intestinal y la perforación de la vesícula litiásica durante una colecistectomía.
La salida del contenido intestinal hacia otras cavidades es lo que produce la contaminación de la herida.
Las tasas de infección se encuentran entre el 3-13%, aun empleando antibióticos preventivos.
Heridas sucias
Se las considera heridas sucias a todas aquellas que se producen cuando existe una infección en el sitio quirúrgico. Ejemplos característicos son: las exploraciones abdominales en situaciones de peritonitis bacteriana o los abscesos intraabdominales.
En pacientes que recibieron terapia antibiótica previa o infección nosocomial, se pueden encontrar gérmenes multirresistentes.