Dolor crónico e implantación de bomba de infusión de fármacos

Una bomba de infusión es un dispositivo implantable que administra un fármaco en el espacio intraespinal por medio de un catéter enfocado para aquellas personas con dolor crónico mal controlado.


Dolor crónico

El dolor es una sensación provocada por el sistema nervioso que nos indica que nuestro organismo tiene un daño o una lesión que necesita tratamiento. A este tipo de dolor se le conoce como dolor agudo, ya que es momentáneo. 
El dolor crónico, en cambio, puede durar desde semanas hasta años, haciendo sí que el tratamiento sea más complejo. Puede tener o no una causa concreta, entre las que se encuentran:
  • Dolores de cabeza
  • Tensión lumbar
  • Artritis
  • Cáncer
  • Nervios dañados

Si la enfermedad de base no tiene cura el dolor tampoco, pero sí tratamiento.

Tratamiento del dolor crónico

No existe un tratamiento concreto, ya que cada paciente es más o menos susceptible a ciertos fármacos. También depende del tipo y la causa del dolor.
Los pacientes con dolor crónico reciben tratamientos farmacológicos en altas dosis, lo cual puede tener consecuencias como la tolerancia u otros efectos secundarios poco agradables. En estos casos es recomendable cambiar el modo de administración del fármaco.
La forma habitual de administración es inundar el organismo de medicación para que llegue la suficiente cantidad al sistema nervioso y bloquee los receptores del dolor, cosa que no siempre funciona. Todo ello dependerá del fármaco, la dosis utilizada y la forma de administración.

Tratamiento farmacológico intraespinal

Es un método en el que se bloquean los receptores del dolor sin tener que saturar al organismo de fármacos. Para ello, su administración será por vía intraespinal.
En pacientes con dolor crónico y que no tiene una respuesta favorable al resto de tratamientos, puede recomendársele la implantación de una bomba de infusión de fármacos intratecal. Esta bomba administra pequeñas cantidades de analgésicos directamente en la médula espinal aliviando así el dolor eficazmente. Otra ventaja es que la cantidad de fármaco es muchísimo menor, ya que se administra directamente en el sistema nervioso donde se localizan los receptores del dolor.

Implantación de la bomba intratecal

Se realiza en el quirófano bajo anestesia local y sedantes. También puede realizarse bajo anestesia general si el paciente lo precisa.
La implantación consta de dos partes:
  1. La inserción del catéter
  2. La colocación de la bomba

En un primer momento se colocará al paciente boca abajo y se insertará un catéter por medio de una aguja en la zona epidural. Una vez dentro, se guiará el catéter hasta le región abdominal por debajo de la piel.
Una vez situado el catéter, se dará la vuelta al paciente y se le implantará el reservorio farmacológico debajo de la piel del abdomen por medio de una pequeña incisión. Se conecta el catéter al reservorio y se cierra la incisión.
La bomba puede rellenarse con el fármaco antes o después de su colocación. Para rellenarla después de su colocación solo hay que pinchar la piel sobre el reservorio hasta llegar a el e inyectar la medicación.
Los fármacos empleados pueden ser:

Esta medicación durará entre 1 y 2 meses en la bomba según el ritmo de infusión que se le programe. La batería tiene una duración de años y para su recambió se deberá de intervenir de nuevo al paciente.
Todas aquellas personas con una bomba de infusión recibirán una identificación especial indicando la posesión del dispositivo para pasar los controles de seguridad.