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Las habitaciones de la muerte: orfanatos en China

Vivir sin identidad: China


Justo en el centro del pequeño pueblo agrícola de Beigaoli, en la provincia oriental china de Shandong, se encuentra un jardín de infantes. La mayoría de los niños del pueblo acuden todos los días a clases, cantan y se columpian al aire libre. Todo esto es gratuito.
Pero los padres de uno de los niños, de tres años de edad, tuvieron que sobornar a los maestros del kindergarten para que le permitieran asistir a clases.
Zhang Rundong es un niño pequeño con grandes ojos y una expresión seria. Es también ilegal, por ser el segundo hijo de la familia Zhang, nacido en violación de la política del hijo único en el país.
En represalia, los funcionarios locales han retenido sus documentos de identidad. Sin ellos, Rundong no tiene acceso al sistema de salud o a la educación gratuita, no puede viajar dentro de su país... ni siquiera puede usar una biblioteca pública.
A principios de este año, la política del hijo único de China fue flexibilizada, para permitir que algunas parejas tengan dos hijos. Pero nada ha cambiado para un estimado de entre 10 y 20 millones los niños ya nacidos en violación de la política original.
En su humilde hogar, los Zhang detallan su larga batalla con las autoridades, empezando por el fracaso en el control de natalidad de la señora Zhang, un mandato del gobierno.
"Me aterré cuando supe que estaba embarazada de nuevo", le dice Zhang Ailing a la BBC. "Por supuesto, también me sentí un poco feliz. Yo no quería que los otros aldeanos lo supieran y me obligaran a abortar el bebé".

Más que una multa
La experiencia de Li Xue

¿Cómo es crecer sin documentos de identidad en China?
Li Xue, de 20 años, es el ejemplo perfecto. Nacida en Pekín, es la segunda hija de su familia, nacida fuera de la política del hijo único. Ha vivido toda su vida sin la identificación que le permitiría acceder a los servicios del gobierno.
"No pude tener chequeos regulares de salud cuando era bebé ni pude recibir ningún tipo de vacuna básica", dice Li. "No pude ir la escuela para cursar los nueve años de educación obligatoria. Ahora, ni siquiera tengo un documento de identidad. No he recibido ningún tipo de educación y ningún lugar de trabajo me aceptaría".
La familia de Li ha estado inmersa en una larga batalla por obtener su identificación.
"Poco después de que naciera, mi padre fue a la estación de policía local para sacar mi registro", dice Li. "Mi padre visitó varios departamentos gubernamentales conmigo en sus brazos y trató de llevar el caso a los tribunales. Poco a poco fui creciendo durante este proceso, hasta que llegué a la edad escolar".
Ahora ella está tratando de demandar a la estación de policía por negligencia en el cumplimiento del deber. Dice que no existe ley que le prohíba recibir un documento de identidad.
"Durante todos estos años, porque no pude ir a la escuela, acompañé a mis padres en sus diligencias para tratar de resolver mi problema de identificación".
"La estación de policía no nos daba una y nos empezaron a vigilar. Hemos sido golpeados anteriormente. Fue terrible. No aceptaría los documentos de identidad si ellos me los dieran en este momento. Ellos violaron la ley y deben asumir su responsabilidad. No me gustaría que esto terminara de forma tan ligera".
Tras el nacimiento secreto de su hijo, la pareja pidió dinero prestado a amigos y familiares para pagar una multa de casi US$10.000.
En toda China, sólo en 2012, familias pagaron más de US$3.300 millones en multas similares, aunque no está claro a dónde va ese dinero. Los críticos creen que las multas se utilizan como un ingreso adicional para los gobiernos locales.
Los Zhang le mostraron a la BBC los recibos de pago de las multas entregados por los funcionarios comunistas locales. Estos papeles, sin embargo, no parecen ser documentos oficiales del gobierno: están escritos a mano en pequeños trozos de papel, lo que ilustra el carácter arbitrario del sistema de castigo del Partido.
En algunas partes de China, quienes violan la política del hijo único pagan multas cuyos montos pueden disminuir si se negocia con las autoridades locales antes de obtener los documentos de identidad de sus hijos. Otros, como los Zhang, no han tenido tanta suerte.
La multa que le impusieron a la familia ya fue pagada, pero aún no es suficiente para los funcionarios locales.
Grabaciones de audio secretas, presuntamente revelan una exigencia adicional del jefe del partido en el pueblo de Beigaoli: Zhang Ailing tiene que ser esterilizada.
La pareja no quiere tener más hijos, pero se niegan al procedimiento, argumentando que viola sus derechos fundamentales.
"Muchas mujeres han sido esterilizadas a la fuerza", explica la señora Zhang. "Tenemos miedo de que funcionarios me detengan y me hagan la operación si mi marido sale de la casa".
El equipo de la BBC visitó la oficina de planificación familiar del pueblo, pero nunca hubo nadie disponible para hablar con nosotros. Las repetidas solicitudes de entrevistas fueron ignoradas.

"No voy a poder pagar en esta vida"

Por haber violado la política del hijo único, Liu Fei encara una multa equivalente a 14 veces su salario anual.

A casi 500 kilómetros al norte de Beigaoli, otra madre también está exigiendo respuestas.
En la periferia al norte de Pekín, Liu Fei también está luchando con funcionarios locales de su área para sacar los documentos de identidad de su hijo.
Su hijo de ocho años de edad ni siquiera tiene una partida de nacimiento, aunque, por el momento, Liu encontró una escuela que le permitirá asistir a clases.
Liu Fei fue objeto de un castigo inusualmente duro luego de tener su segundo hijo en su segundo matrimonio. Debido a que su segundo marido también tenía un hijo, el gobierno está tratándola como si ella tuviera tres hijos propios. Ahora se enfrenta a una multa de US$54.000, que es 14 veces su salario anual como empleada de un almacén.
"No voy a poder pagar en esta vida", le dice Liu Fei a la BBC, antes de estallar en lágrimas.
Por ello esta viuda está demandando a las autoridades locales, algo casi inaudito en China.
"Si ninguna ley específica del gobierno le niega mi hijo una identidad antes de pagar la multa, entonces él debe recibir una", explica. "Si ellos no se la dan eso, yo voy a apelar".
Liu y su abogado creen que es ilegal que el gobierno de Pekín le niegue los documentos de identidad a un niño hasta que la multa de la política del hijo único haya sido cancelada.

Su caso que podría sentar un precedente para millones de personas en la misma situación, aunque la mayoría coincide en que la familia Liu tiene pocas esperanzas de ganar. El derecho legal de este niño de existir probablemente seguirá ligado a las batallas de su madre con el gobierno. Fuente: BBC

Tráfico de vida silvestre: ¿legalizarla?


El tráfico ilegal de animales es un negocio que mueve anualmente una cantidad descomunal de dinero: US$19.000 millones.
Y todos esos billetes son a costa de los colmillos de los elefantes, los cuernos de los rinocerontes, las pieles de los grandes felinos, los cuales son cazados de forma ilegal para suplir una demanda que algunos comparan con el negocio de las drogas.
"El marfil y el cuerno de rinoceronte son la cocaína el sudeste asiático", tituló al respecto Simon Jenkins, columnista de diario británico The Guardian.
Al año son cazados de manera ilegal unos 20.000 elefantes y 1.000 rinocerontes, entre otras especies.
Por esa razón esta semana se reunieron en Londres representantes de 40 países y 11 organizaciones para tratar el tema.
Y a pesar de la contundencia de las cifras, durante la reunión se planteó una propuesta polémica: la legalización del comercio de estos animales para suplir la demanda.

La propuesta

Aunque hace más de 30 años que se viene tocando el tema, en junio de 2013 el gobierno de Sudáfrica propuso la legalización del comercio de cuernos de rinoceronte, con el objetivo de reducir la caza furtiva de estos animales en su territorio.

Al año mueren unos 1.000 rinocerontes en África para quitarles sus cuernos.
Para el economista Michael 'It Rolfes, la idea es buscar alternativas para evitar el sacrificio indiscriminado de los animales mediante un comercio controlado.
"No se ve una reducción de la demanda en el corto plazo. Las personas en el lejano oriente creen firmemente en que el cuerno de rinoceronte puede curar el cáncer u otras enfermedades y el mercado negro lo único que hace es lucrar con esa creencia", explicó Rolfes a los medios durante la conferencia.
Una de las alternativas que proponen no solo Rolfes sino distintas organizaciones alrededor del mundo es la de la "ganadería" de rinocerontes, que permita criar una cierta cantidad de ejemplares para suplir el mercado global.
"También debemos buscar la manera de reunir los cuernos que obtenemos de los animales que han muerto de forma más efectiva. La idea es evitar que mueran más animales de forma ilegal y sin control", señaló Rolfes.

No hay datos ciertos

Sin embargo, muchos especialistas y organismos son escépticos ante la posibilidad de la idea de la legalización.
Ante la propuesta de la "ganadería" no solo hecha por Rolfes sino también por conservacionistas como Brendan Moyle, surgen varios interrogantes.

Algunos de los puntos acordados por los representantes de 40 países en la reunión de Londres sobre protección de la vida salvaje, contra el tráfico ilegal y la caza furtiva son:
Tratar el tráfico de animales como un crimen serio, de acuerdo a la convención de Naciones Unidas contra el crimen organizado internacional.
Manejar el problema de corrupción y lavado de dinero relacionado con el tráfico de animales con leyes de cero tolerancia.
Fortalecer el marco legal contra el crimen y ayudar a la fuerza pública que se enfrenta contra este tipo de crímenes.
Buscar apoyo interinstitucional para robustecer la eficacia de las entidades dedicadas a cuidar la vida silvestre.
Denunciar a los gobiernos que estén facilitando el tráfico ilegal.
Denunciar a los gobiernos que utilizan los productos prohibidos o ilegales de especies en peligro de extinción.
"Una de las principales dificultades que tiene una propuesta de esa naturaleza es que carece de fundamentos reales, está basada en una economía de servilleta, muy básica", le dijo a BBC Mundo el profesor del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, Alejandro Nadal.
Nadal, quien estuvo en las conversaciones de Londres, señaló que las organizaciones detrás del comercio ilegal tienen muchas formas de hacer una "guerra de precios" que, si no se enfrenta de manera adecuada, podría ser fatal para la protección de las especies.
"Los traficantes no están solo detrás de los cuernos de rinoceronte, también están en el negocio de las pieles, del marfil, de los animales exóticos. Y pueden manejar los precios de cualquier producto sin poner en peligro su rentabilidad", explicó Nadal.
Para él la lucha debe encaminarse a reducir la demanda a través del mercadeo.
"Japón y Europa eran grandes compradores de marfil hace cien años y de alguna manera eso se logró cambiar. Es falso decir que la demanda no se puede reducir", dijo el académico.

Crimen organizado

Otro factor que los analistas observaron fue el preocupante aumento de la participación de organizaciones criminales dedicadas al comercio del tráfico animal.
"Grupos que habitualmente estaban dedicados al tráfico de drogas o la venta de armas, se están moviendo hacia el comercio de animales", le dijo a la BBC Davyth Stewart, miembro de inteligencia de la Interpol.
Evidentemente no es una pelea justa: conservacionistas contra bandas criminales.
Sin embargo, los expertos en vida salvaje afirman que es una pelea que deben tomar.
El problema en esta lucha es que, según el mismo Stewart, los criminales lucran con mucho dinero con un riesgo muy bajo.
"No hay recursos en las fuerzas policiales para combatir como se debe este delito. Y por supuesto, en la policía existen otras prioridades", dijo Stewart.
Y añadió que "además es un asunto que también pasa por la legislación. Por ejemplo, el año pasado en Irlanda arrestaron a dos hombres por una carga de cuernos de rinocerontes que valía casi US$ 1,5 millones y solo recibieron una multa por 500 euros".

Otro de los "rubros" del comercio ilegal de vida silvestre son las pieles. Tigres, leopardos y osos son los más apreciados en el lejano oriente.

Demanda y oferta

La mayoría de los activistas presentes en la reunión están de acuerdo con Nadal: uno de los problemas que debe combatirse es el de la alta demanda de marfil y cuernos de rinocerontes.
Es sencillo: si la gente no quiere más productos animales, el mercado no existe, se acaba el negocio, los criminales pierden interés, los intermediarios se desvanecen y los cazadores furtivos paran de cazar.
"Creo que el gran desafío ahora es que la demanda por productos de animales salvajes está por las nubes, disparada", le dijo a la BBC John Robinson, director de la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje.
"Lo que estamos viendo es una fuerte demanda de los países del lejano oriente, especialmente China", explicó Robinson.

"Hay dos pasos para resolver la demanda: que la gente comprenda que esos objetos vienen de animales vivos. Y que para obtener ese material, hay que matar al animal. Eso no lo entiende mucha gente en el mundo", concluyó Robinson. Fuente: BBC

Piratería somalí


Hace tiempo que los ataques piratas a barcos en aguas del océano Índico o del mar Rojo no aparecen en los medios de comunicación. Lejos quedan los días en que este tipo de noticias abrían los telediarios o eran portadas de diarios.
Este hecho puede ser indicativo de que el número de ataques piratas en África ha decaído considerablemente. Así se desprende del informe anual del International Maritime Bureau (IMB) sobre piratería y atracos armados contra barcos.
Las cifras que muestra el documento hablan de que de los 79 ataques piratas que ocurrieron cerca de África en 213, solo 15 fueron atribuidos a somalíes. Esto supone un gran descenso ya que en 2012 fueron 75 y en 2011 hubo 237.
Estos números hacen concebir esperanzas respecto a que los ataques de piratas somalíes ya no supongan el peligro del pasado y a que pudieran estar en vías de desaparecer.
Según el IMB, la seguridad privada que acompaña a los baros, las operaciones internacionales de patrullaje y la cada vez mayor influencia y colaboración del gobierno somalí han sido cruciales en este cambio de tendencia.
Sin embargo, Timothy Walker,invertigador del Instituto para Estudios de Seguridad en África (ISS), diverge de esta impresión general. La clave, para él, está en que las estadísticas no reflejan la realidad de lo que está pasando, recogiendo muchos menos incidentes de los que ocurren.
El mismo IMB reconoce que el verdadero número de ataques piratas puede ser mayor. La principal razón aportada es que no se registran todos los casos ya que muchos de los dueños de las compañías a las que  pertenecen los barcos se niegan a informar de los ataques o intentos que sus naves puedan sufrir ya que  esto acarrea costes adicionales y retrasos mientras se investiga el incidente. Es por ello que el IMB avisa de que el informe final no demuestra, fehacientemente, que el problema de la piratería en África esté disminuyendo.
El mismo informe anterior indica que la piratería en África occidental, especialmente en las aguas ricas en yacimientos de petróleo de Nigeria, Gabón, Costa de Marfil y Togo, significó el 19 % de todos los ataques ocurridos en el mundo. IMB señala a los piratas nigerianos, responsables de 31 de los 51 ataques ocurridos en la región, como especialmente violentos.
Hay que tener en cuenta que a pesar de que los ataques piratas cerca de las costas somalíes hayan descendido, las causas que están detrás de la pirateríano. El escaso control del Estado, la falta de oportunidades económicas legales y la ausencia del Estado de Derecho son elementos que todavía no han sido resueltos y por eso la piratería en la zona podría volver a escalar si las patrullas navales se redujeran.
En el caso del Golfo de Guinea, las razones existentes para el surgimiento de la piratería no son muy distintas a las de Somalia, aunque en estos países la presencia del estado sea mayor. Sin embargo, la marginalización de grandes segmentos de la población, la pobreza y el desempleo, la falta de oportunidades para ascender en la escala social, el surgimiento de grupos criminales, un estado percibido como represor, entre otros muchos elementos, han dado lugar a que la violencia, el crimen y la economía ilegal adquieran una gran aceptación social en muchas zonas costeras de Nigeria, principalmente. En esta nueva forma de supervivencia participan tanto las elites locales como la población más marginada.
Por el Golfo de Guinea circula gran cantidad de petróleo, minerales, madera o productos agrícolas. Por eso, el incremento de la piratería en esta zona puede tener un impacto directo sobre la economía de la región y facilitar grandes beneficios a los grupos que están detrás de ella.
La fuerte y decidida intervención internacional contra la piratería somalí que tantos frutos ha dado es difícil que se pueda reproducir en el Golfo de Guinea, entre otras razones porque los recursos de los países son limitados y esta operación significaría transferir activos de una zona a la otra. Aunque los grandes intereses económicos de Estados Unidos y la Unión Europea en la región pudieran justificar la intervención, quizás esta se centre más en trabajar conjuntamente con los gobiernos de la zona y fomentar la formación de personal local que se encargue de las patrullas y la persecución de este delito.
Algunos especialistas no están de acuerdo en calificar los incidentes ocurridos en la costa occidental de África como actos de piratería ya que al no producirse en alta mar, sino en las aguas territoriales de Nigeria o de los estados vecinos, bajo el Derecho Internacional, serían atracos a mano armada. Esta es la opinión de Mark Munson, oficial de inteligencia estadounidense, por ejemplo.
Que estos ataques ocurran en aguas territoriales, a diferencia de los de los piratas somalíes, tiene muy distintas consecuencias. Una de ellas es que la seguridad de estas aguas es responsabilidad del estado.Por eso, no se podría producir una respuesta internacional similar a la organizada en Somalia sin contar con el consentimiento de los gobiernos de la zona.
Además, el Golfo de Guinea es la región por las que se mueve más tráfico de drogas, seres humanos o armas del mundo, lo que muchas veces conlleva la implicación de los agentes del orden, de los políticos y de lo gobiernos locales y nacionales. Esta participación de agentes locales en las acciones criminales hace, según Vanda Felbab-Brown, investigadora del Centrer for 21st Century and Intelligence, que esta sea otra razón por la que resultaría mucho más difícil la intervención internacional, ya que tocaría intereses económicos de muchas personas.
A finales de enero concluyó la 22 sesión ordinaria de la Unión Africana (UA) en la que se adoptó el Plan Marítimo Integrado Para África (AIM). Se trata de un plan de acción que estará en vigor hasta el año 2050. La primera fase (2015-2025) está dedicada a los mares y océanos del continente y la UA ha invitado a todas las organizaciones económicas regionales a adoptar planes contra la piratería, el robo armado y otras actividades ilegales que se comenten en el mar.
Este plan es el primer intento netamente africano por ocuparse de la seguridad marina del continente sin depender de la intervención extranjera.
El AIM promueve, entre otras medidas, la mejora del nivel de vida de todos los grupos sociales, especialmente de las poblaciones costeras, poniendo así de relieve que la regulación y gestión de los asuntos y recursos marinos no puede estar controlado por unos pocos sectores o industrias selectas.

Este último punto es muy importante porque todos sabemos que si realmente se quiere terminar con el problema de la piratería, tanto en Somalia como en el Golfo de Guinea, no bastará con la intervención internacional o el empoderamiento de las fuerzas del orden y militares de los países de la zona. Como en tantas otras situaciones hay que atacar las verdaderas raíces del problema: la pobreza, la marginación y la corrupción. Todo las demás medidas no dejarán de ser parches que nunca conseguirán acabar con la piratería. Fuente: El País

Exportaciones, paraísos fiscales y conflictos por las desiguladades en China


El mes pasado se anunció que Chi­na se había convertido en 2013 en la primera potencia comercial del mundo, algo que ha vuelto a extender las especulaciones sobre cuándo se convertirá en la primera economía mundial. Por otro lado, hace apenas dos semanas varios periódicos internacionales revelaban una intensa actividad de parientes de dirigentes del Partido Comunista Chino (PCCh) en paraísos fiscales. No obstante, aunque relevantes, estas noticias no son sino el aspecto más mediático de las contradicciones del proceso chino de transformación.
China ha construido su éxito económico sobre la expansión de las desigualdades. La limitación del incremento de los precios agrícolas ha provocado uncontinuo proceso de migración campo-ciudad. Esta migración ha nutrido de fuerza de trabajo a las fábricas de la industria exportadora. Sin embargo, al no poder acceder a un permiso de residencia urbano, los migrantes rurales se han encontrado sin derechos dentro de su propio país. La presión que esto ha generado sobre los salarios ha permitido inundar el mercado mundial de productos made in China. 

A pesar del discurso de conflicto con Estados Unidos, este modelo de crecimiento se ha estructurado en simbiosis con la economía norteamericana: mientras ésta se convertía en el principal mercado de las exportaciones chinas (sólo superado por la UE, tomada en su conjunto), el Ban­co Central de China ha ayudado a financiar los “déficit gemelos” (fiscal y externo) de EE UU mediante continuas compras de bonos del Tesoro. 

Aunque esto ha permitido a la economía china crecer como lo ha hecho, también ha generado un profundo incremento de las desigualdades sociales. El 10% de las familias urbanas más ricas ha pasado a acaparar más de un cuarto de la renta disponible generada. La corrupción es un fenómeno generalizado. No obstante, un enriquecimiento como ése no puede explicarse sólo por ella. Por el contrario, la fuente principal de la que ha bebido es la extracción de beneficios por parte de las empresas chinas.  La élite política que pone la riqueza familiar a salvo en paraísos fiscales es únicamente la cara visible de una burguesía de la que ha pasado a formar parte, pero de la que en absoluto es su miembro principal. No en vano, es probable que la publicación de los denominados “China­leaks” vaya a tener más impacto externo que interno. No sólo debido a la censura informativa que reina en China, sino también a que la corrupción que percibe la población es la más cercana; entre otra, la de los dirigentes locales que expropian, en beneficio de alguna compañía local, tierras públicas explotadas en usufructo por familias campesinas. 

Protestas populares

Frente a estas prácticas se han producido importantes protestas populares, como las que se desarrollaron en Wukan, en la provincia de Guang­dong, a finales de 2011. No obstante, la gestión de las protestas llevada a cabo por el PCCh, basada en el consentimiento de las que surgen espontáneamente, la represión de cualquier atisbo de organización política que pretenda ir más allá de ellas y la destitución de algunos de esos dirigentes corruptos, se ha demostrado hasta ahora capaz de evitar un cuestionamiento generalizado de la legitimidad del poder del Partido.
Los cambios en su cúpula que se han producido en los dos últimos años parecen señalar hacia una continuidad con esas políticas. Xi Jin­ping impulsó nada más acceder al cargo de secretario general una campaña de lucha contra la corrupción dentro del PCCh. Al mismo tiempo, el Comité Central del Par­tido autorizó en su III Sesión Ple­naria la creación de un Comité de Seguridad Estatal a través del cual se quieren coordinar las medidas de represión y control social. En esa misma sesión, también se aprobó conferir un rol “decisivo” al mercado dentro de la economía china, que aún se encuentra parcialmente controlada por el Es­tado. Esta medida, cuyo principal objetivo va a ser la puesta en marcha de una liberalización financiera, amenaza con volver a incrementar la desigualdad interna. Abrir nuevos ámbitos de negocio para el capital parece la única vía que tiene China para sortear la crisis. No obstante, si quiere evitar un incremento de la inestabilidad social, el Gobierno del PCCh deberá retomar las medidas redistributivas que durante los últimos meses parece haber dejado de lado.

En ese caso, la única manera de que esas medidas no cuestionen los intereses de la burguesía china será tratar de “externalizar” el conflicto distributivo interno tratando de acaparar los mercados de materias primas, deslocalizar fábricas y empezar a competir en sectores de alta tecnología. Si esto acaba siendo así, la batalla contable sobre cuál es la primera economía del mundo podría llegar a convertirse en un conflicto real entre China y EE UU. Por el momento, la relación entre ellos sigue estable a pesar de las filtraciones de los medios internacionales.

Represión del Gobierno chino contra los uigures

La mano dura de Pekín contra los separatistas uigures cobra fuerza. El 14 de enero fue detenido en su domicilio el intelectual Ilham Tohti. En noviembre, el intelectual denunció un ataque en Pekín de un grupo de policías en represalia por sus declaraciones a medios de comunicación internacionales sobre el atentado ocurrido en octubre en Tiananmen, en el que murieron cinco personas. Según líderes de la comunidad uigur en el exilio, en una de las protestas de jóvenes de la etnia musulmana uigur en 2009, más de 10.000 uigures desaparecieron, aunque el Gobierno sólo reconoce 200 desaparecidos. Fuente: Diagonal

El castigo corporal a los niños persiste en EE.UU amparados por la Ley


Una pala de 40 centímetros sigue siendo el objeto más temido del despacho del director para miles de estudiantes en EEUU, donde el castigo corporal para imponer disciplina es todavía legal y frecuente en 20 estados. El vídeo que mostró esta semana en Internet cómo una profesora abofeteaba y daba patadas a un estudiante de 13 años en un colegio de Houston (Texas) ha revivido las críticas a la legalidad del castigo corporal en los colegios estadounidenses. La brutal paliza, por la que la profesora ya ha sido despedida y que la llevará ante los tribunales, es "triste", manifestó Nadine Block, directora ejecutiva del Centro de Disciplina Efectiva, pero también una "excepción" porque la mayoría de agresiones "no salen a la luz". Lee más

“La pederastia está tan enraizada que la Iglesia teme una hecatombe”


Sara Oviedo Fierro (Ecuador, 28 de julio de 1952) fue elegida en 2012 vicepresidenta del Comité de la Convención de Derechos del Niño en la ONU ante el que compareció el Vaticano el pasado 16 de enero. La socióloga ecuatoriana, que empezó a los 13 años a defender los derechos de los indígenas, las mujeres y los niños, fue testigo de las respuestas esquivas y de la negativa de los portavoces de la Santa Sede a ofrecer datos y hechos concretos sobre los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Leer más

Monsanto y la periodista


—Cuídate —me dijo una científica cuando le conté lo que me había pasado—. La táctica de Monsanto es siempre la misma: primero intentan con la seducción, si no funciona te difaman y si seguís molestándolos, te demandan.

Después de publicar un libro en el que revela cómo el sistema de alimentos está en crisis, la cronista Soledad Barruti recibió un mensaje de Facebook de un empleado de Monsanto. La empresa, conocida por no dar entrevistas, quería charlar con ella. Después de una conversación cordial, que no pudo ser grabada, Soledad siguió con su investigación. A los pocos días su foto con el logo de Monsanto en la frente se viralizaba en las redes sociales: el epígrafe la denunciaba como agente encubierto para colar mensajes de la compañía en la prensa. Días más tarde, luego de visitar un campamento de activistas en la ciudad de Malvinas Argentinas, recibió un mail del empleado: “No creo que en este asunto estés actuando como periodista sino más bien como activista. Que sigas bien”. Teorías conspirativas, boicots, escraches reales y muchas preguntas, en esta crónica que la autora escribió para Anfibia. Sigue leyendo

Los manifestantes de Kiev toman el control del Ministerio de Justicia


La batalla ciudadana de Kiev toma una nueva dimensión. Los manifestantes han tomado el control del Ministerio de Justicia este domingo a última hora. Ninguna resistencia, sin oposición policial. Las fuerzas del orden eran inexistentes en el edificio del centro de la ciudad. Tras la ocupación llega el levantamiento de barricadas. Un paso más en la revuelta ciudadana que viven las calles de la capital de Ucrania, una revuelta que parece que el Gobierno es incapaz de controlar. El descontento inflama las calles pese a las bajas temperaturas, de menos de 15 bajo cero.

Un manifestante ha reconocido que al entrar en el Ministerio de Justicia tras forzar los accesos se han encontrado con guardias de seguridad pero que éstos no han opuesto resistencia ante el gran número de personas que irrumpían en el recinto. Actualmente existen un mínimo de cuatro rehenes o detenidos en el ministerio. Los secuestradores aseguran que los empleados del ministerio podrán ir a su puesto de trabajo a buscar sus pertenencias pero en ningún caso a trabajar. El edificio muestra claros signos de violencia y la placa con el nombre del ministerio ha sido retirada.

Debilidad del Gobierno

La capital ucraniana protagoniza en sus calles una verdadera batalla ciudadana de incontrolables consecuencias. El Gobierno muestra con cada día que pasa su debilidad, y la situación amenaza con un baño de sangre.

La batalla de Kiev se ha reproducido este fin de semana en forma de protestas antigubernamentales por todo el país. El presidente, Víktor Yanukóvich, está en el punto de mira internacional. El último edificio de la capital en caer hasta el Ministerio de Justicia ha sido la Casa Ucraniana, antiguo Museo Lenin, que fue asaltado durante la madrugada del domingo por una multitud enardecida, que lo ha convertido en nuevo bastión de la resistencia.

Miles de manifestantes asediaron durante horas a los doscientos agentes del Ministerio del Interior refugiados en el inmueble y únicamente los dejaron salir cuando hizo acto de aparición el carismático boxeador y dirigente opositor, Vitali Klitschkó.

Ahora, al igual que ocurriera con el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, el centro de exposiciones ha sido sellado con barricadas de nieve y en su interior se han abierto ya una cocina, un comedor y un dormitorio.

Desobediencia civil

Los periodistas son los únicos que reciben autorización para adentrarse en sus dependencias, que se encuentran en buen estado, ya que los manifestantes se han comprometido a garantizar la seguridad de sus archivos. "¿Extremistas? Soy licenciado universitario. Tengo más preparación intelectual que muchos ministros. Los bandidos son ellos", aseguró a EFE otro ciudadano de unos cuarenta años a la puerta del edificio.

La resistencia popular a Yanukóvich es una máquina engrasada de desobediencia civil que tanto es capaz de organizar la construcción de una barricada en apenas unos minutos como la captura de unos provocadores o la toma de un edificio. Como ejemplo, decenas de personas se dedicaron durante horas hasta la caída de la noche a romper la gruesa costra de hielo que cubría al adoquinado de la plaza de Europa con el fin de llenar los sacos de nieve para las barricadas.

Muerte de un manifestante

Los manifestantes hicieron una pausa en su lucha para celebrar las pompas fúnebres del manifestante bielorruso, Mijaíl Zhisnevski, que murió al recibir un disparo en el pecho en los primeros días de desórdenes en Kiev. Envalentonado por el avance del movimiento de protesta, el Cuartel de Resistencia Nacional (CRN) lanzó hoy un ultimátum a Yanukóvich para que libere en las próximas horas a los 118 manifestantes detenidos.

"Yanukóvich y sus asesores no entienden el ánimo que ha cundido entre la sociedad", aseguró Serguéi Pashinski, subjefe del CRN y diputado opositor. Mientras, ha ocurrido lo que más temían las autoridades, que las protestas no se limitaran a la capital y el oeste del país, tradicionalmente europeísta, sino que se propagaran por toda la geografía, en particular el este controlado por el oficialista Partido de las Regiones.

Asaltos en otras poblaciones

Miles de manifestantes participaron en el asalto al edificio de la delegación del gobierno en la ciudad de Zaparozhie, cuna de Taras Bulba y de los cosacos, enfrentamientos en los que resultaron heridas varias personas.

Lo mismo ocurrió en Dniepropetrovsk, una de las principales ciudades del Este del país, y en la capital de la región Súmskaya, limítrofe con Rusia, donde los opositores tomaron la sede de la asamblea municipal y regional.

La patria chica de Yanukóvich, Donetsk, capital de la cuenca hullera ucraniana, también fue escenario de choques entre partidarios de ambos bandos, después de que manifestantes oficialistas intentaran proteger la sede de la delegación del Gobierno central.

Hasta los tártaros de la península de Crimea han convocado un mitin de protesta contra lo que llaman dictadura del Gobierno regional, cuya capital está en Simferópol.

Además, la región central de Vinnitsa fue escenario de choques entre manifestantes y antidisturbios, que se llevaron la peor parte, ya que diez de ellos tuvieron que ser hospitalizados.

Las asambleas de las regiones occidentales de Termopol e Ivano-Frankovsk llegaron a ilegalizar la simbología del oficialista Partido de las Regiones de Yanukóvich y de sus aliados, los comunistas.

Segunda ronda de negociaciones

Mientras, los líderes opositores están a la espera de una segunda ronda de negociaciones con el presidente después de negarse la víspera a compartir el poder con Yanukóvich, si este no revoca las leyes "dictatoriales" y convoca elecciones presidenciales anticipadas.

La oposición se mostró dispuesta a asumir las responsabilidades de gobierno, pero sólo después de regresar a la Constitución de 2004, que limitaba notablemente las facultades del presidente.

Yanukóvich, cuya oferta de Gobierno a la oposición ha sido interpretado por todos como una muestra de debilidad, ha prometido a Occidente que no declarará el estado de excepción, aunque los manifestantes se nieguen a abandonar las calles.

Al respecto, el ministro de Defensa, Pável Lébedev, descartó la posibilidad de que el Ejército sea desplegado para reprimir las protestas populares.

¿Qué pasa en Ucrania?


Los conflictos internacionales sirven para entender un poco de historia. Ahora, los ucranianos están ocupando las portadas de los periódicos y los informáticos de televisión. Protestan contra su presidente y contra los rusos. ¿Los rusos? ¿Por qué? -El conflicto actual se debe a que el presidente de Ucrania es proruso. Y como tal no ha firmado un acuerdo de asociación con la UE deseada por una parte del pueblo. Estos ucranianos ven la larga mano de Rusia y por eso se han lanzado a las calles, protestan en las plazas, derriban las estatuas de Lenin y piden la dimisión del presidente, Viktor Yanukovich.Cronología de las relaciones de Ucrania con Rusia desde el siglo XX:-En 1922 Ucrania entró a formar parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. ¿Es que quería formar parte de la URSS? No precisamente. Primero, había estallado una guerra civil. Y luego, perdió una guerra contra Polonia. Quedó partida en dos: una parte fue anexionada por Polonia, y la otra por la URSS.-Stalin promovió durante la década de los años 20 la colectivización de la agricultura. El estado asignaba las cuotas de alimento a los campesinos. Incapaces de subsistir, murieron por millones. Fue entre 1932 y 1933. Se la bautizó como ‘holodomor’ o la gran hambruna. Los ucranianos quieren que la historia lo llame ‘genocidio’.[Te interesa leer: "Nos han vendido a Rusia"]-Durante los años 1938 y 1939 que en la URSS se conocieron como el Gran Terror, Stalin procuró eliminar a lo que pensaba que eran sus enemigos políticos. Si sumamos las purgas de los años 20 y los 30, murieron más de 600.000 escritores, artistas e intelectuales, es decir, el 80% de la elite del país.-Stalin también eliminó del Ejército Rojo a los militares de alto rango de origen ucraniano. Eso supuso asesinar al 75% de los oficiales de ese ejército.-Durante la Segunda Guerra Mundial la mayoría de los ucranianos combatió contra los invasores nazis. Pero también se crearon poderosos grupos militares que combatieron a los rusos, y que incluso se aliaron con los nazis. De hecho se creó toda una División de las SS llamada Galicia o Galitzia (por la zona de Ucrania llamada como la comunidad española).-Muerto Stalin, Nikita Krushev cambió el rumbo de las relaciones. La URSS invirtió muchos recursos en convertir a Ucrania en un soviet industrial. Le siguió Breznev, de origen ucraniano. Tanto fue el entusiasmo que no se dudó en levantar una central nuclear en Chernobyl. En 1986, esa central voló por los aires causando el mayor accidente nuclear de la historia. Causa: falta de seguridad. Amplias zonas de ucrania quedaron devastadas.

En 1991, Ucrania aprovechó la debilidad de la URSS para independizarse.

Desde la independencia, Rusia ha tratado de influir en este vasto territorio de 46 millones de habitantes. Unas veces cortando el suministro de gas. Otras tratando de atraerse a los políticos.-Ucrania es hoy un país industrial que produce aviones, trenes, coches y carros de combate. Además se le considera un 'inmenso granero', gracias a sus tierras fértiles. Tiene reservas de gas, pero aun así, importa buena parte de esta energía de Rusia. -La economía ucraniana ha estado en recesión desde 2012. Pero según el FMI, este año podría crecer un 1,5%.-Hoy el país está dividido (aunque no a partes iguales) entre prorusos (que anhelan los tiempos de la Unión Soviética), y los prooccidentales. Estos últimos se han reunido en la gran plaza central (Maidan, en ucraniano), y su rebelión se ha bautizado como Euromaidan. Sus protestas van dirigidas también contra la corrupción de a familia Yanukovich, que pretende controlar todos los hilos del poder económico, político y mediático.

Himmler: "Si Hitler me pidiera que matara a mi madre, lo haría"


Las cartas de amor de quien fuera jefe de las SS de Adolf Hitler en la Alemania nazi y ejecutor de la 'Solución final' para los judíos, Heinrich Himmler, han sido publicadas este domingo por el principal diario de Israel, 'Yediot Aharonot', en la víspera del Día Internacional del Holocausto, que se celebra este lunes. En Alemania, las misivas fueron publicadas el sábado por 'Die Welt'. Según explica el diario hebreo, las cartas pertenecen a una familia israelí y hasta ahora se hallaban en la caja fuerte de un banco en Tel-Aviv, pero no se sabe cómo llegaron allí. Se trata de cientos de misivas enviadas por Himmler principalmente a su esposa, Marga, desde 1927 hasta unas pocas semanas antes de suicidarse, en 1945, como prisionero de guerra de los aliados. Junto a las cartas se han recuperado también fotografías y documentos privados, cuya autenticidad ha certificado el jefe de los Archivos Federales Alemanes, Michael Hollmann. Las cartas aparecen firmadas con la frase "Tu Heini" o "Vuestro padre" y su contenido es básicamente amoroso, en los primeros tiempos, y luego familiar, aunque también se aprecian buenos ejemplos del furibundo antisemitismo de Himmler, que es compartido por su esposa e incluso por su hija.

"Me voy a Auschwitz. Besos"

Así, en las cartas se refleja su absoluta lealtad a Hitler. "Si Hitler me pidiera que matara a mi madre lo haría", escribió tras ser nombrado jefe de las SS. También revelan la ligereza con la que hablaba de su 'trabajo' en los campos de exterminio. "Me voy a Auschwitz. Besos, tuyo Heini", decía en una misiva escrita mientras se dirigía al campo de concentración donde llevaría a cabo su 'solución final'. "Desde el sábado hasta el martes estaré en cun campo de exterminio para probar nuevos e interesantes métodos", escribía en otra.

Su mujer tampoco mostraba ninguna preocupación por las actividades de su marido. "Hay una lata de caviar en la nevera. Llévatela", le escribió Marga antes de que Himmler se fuera al frente. Ella también compartía el antisemitismo de este. "Este asunto de los judíos, cuando esa basura desaparezca podremos tener una vida feliz", opinaba.

Las cartas también dejan claro que la pareja se conocía muy bien y bromeaban sobre su maldad. "Tengo tanta suerte de tener un marido diabólico que ama a su diabólica mujer", escribió Marga. Himmler le respondió: "No hay otra cosa que la venganza. Para siempre".

Igual de revelador es el testimonio de Gudrun, la hija de Himmler. Tras visitar un campo de concentración le explicó a su padre: "Mamá, tía Lidia, tía Frieda y yo hemos ido al campo de las SS en Dacha. Hemos comido muy bien allí. Ha sido un gran día. Qué gran proyecto son los campos de concentración".

El recorrido de las cartas

Una investigación de la documentalista israelí Vanessa Lapa traza las posibles vías que recorrieron las cartas ahora descubiertas hasta llegar a Tel-Aviv. Una de las tesis es que fueron compradas en México por un coleccionista llamado Haim Rosenthal, en la década de los sesenta o setenta. Este las habría obtenido de manos de un ayudante de Carl Wolf, secretario personal de Himmler, que huyó a Latinoamérica después de la segunda guerra mundial. Este las conservó durante años.

Otra teoría propuesta es que los documentos fueron interceptados por fuerzas estadounidenses al ser derrotado el régimen de Adolf Hitler, y que después pasaron a manos de una familia judía que los custodió durante décadas. Más adelante habrían pasado por las de un coleccionista privado y de ahí llegaron a la caja fuerte de un banco en Tel-Aviv.

Ejecutor del plan de exterminio

Himmler fue el ejecutor de la 'Solución final', el macabro plan concebido por los nazis para eliminar a los judíos de Europa, y también deshacerse de otros grupos sociales que los nazis veían como inferiores --gitanos, homosexuales y discapacitados, por ejemplo-- o contrarios al régimen.

La publicación de estos documentos inéditos, que tocan la vida más íntima de Himmler, coincide con el Día Internacional del Holocausto el 27 de enero, día de la liberación por los aliados del campo de exterminio de Auschwitz, donde fueron asesinados un millón y medio de judío dentro del plan de 'la Solución final'.

Todos los familiares de Kim Jong-Un ajusticiados


Purga en Corea del Norte. Todos los familiares directos de Jang Song Thaek, el tío del líder norcoreano, Kim Jong-Un, que fue ejecutado el año pasado por traición, también habrían sido ajusticiados en el marco de una purga que se prolongó durante todo el mes de diciembre y que alcanzó entre otros a mujeres y niños, según informaron múltiples fuentes a la agencia oficial de noticias surcoreanas, Yonhap.

"Todos los parientes de Jang han sido ejecutados, niños entre ellos", declaró una fuente bajo condición de anonimato. Entre los ajusticiados se encuentran hijos, hijas y sobrinos nietos de Jang, así como su hermana, Jang Kye Sun, su cuñado y embajador en Cuba, Jon Yong-jin, y el embajador en Malasia y sobrino, Jang Yong Chol.

Norcoreanos mirando en periódicos públicos la noticia de la ejecución del tio de Kim Jong Un. Todos ellos fueron llamados a Pyongyang en diciembre, poco después de la ejecución de Jang el día 12 de ese mismo mes. "Algunos fueron abatidos a tiros mientras les sacaban a rastras de sus apartamentos", hizo saber otra fuente.

Algún familiar indirecto, como la esposa del embajador en Malasia, habría sobrevivido a esta purga, según las fuentes de la agencia oficial surcoreana, quienes describen las ejecuciones como una "purga a gran escala para que no quede rastro" del tío del líder norcoreano.

El desalojo de los bosquimanos


Un reportaje de la BBC ha encontrado a los bosquimanos de Botsuana viviendo en condiciones deplorables más de una década después de que fueran desalojados de sus tierras ancestrales en la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR según sus siglas en inglés).
La reportera de la BBC, Pumza Fihlani, viajó al campo de reasentamiento de New Xade en Botsuana central, donde muchos bosquimanos permanecen a pesar de la sentencia de 2006 del Tribunal Supremo que garantiza su derecho a volver a su hogar.
Fihlani informa que los bosquimanos que conoció se sentían “perdidos” y que eran “tratados como perros” por las fuerzas del Gobierno, que han imposibilitado a los bosquimanos abandonar los campos de reasentamiento.
Quienes una vez fueron cazadores-recolectores nómadas, han sido forzados a una vida sedentaria previamente desconocida por la tribu. Como resultado, el alcoholismo y el SIDA se han disparado en los campos de reasentamiento.
Los bosquimanos de la reserva fueron deportados de sus tierras por el Gobierno en tres oleadas distintas de expulsiones en 1997, 2002 y 2005.
En 2006, los bosquimanos ganaron una histórica batalla judicial que reconocía su derecho a regresar a la reserva.
Sin embargo, en reminiscencia a las leyes de pases de Sudáfrica que separaban a las familias negras bajo el apartheid, la mayoría de los bosquimanos son obligados a solicitar un permiso de un mes de duración para entrar en la CKGR. Los hijos que visitan a sus padres en la reserva son amenazados con juicios y encarcelamiento si se quedan más tiempo del estipulado.
Goiotseone Lobelo, una mujer bosquimana, dijo a la BBC: “Echo de menos mi hogar y la forma en que vivíamos. La vida era sencilla, había mucha fruta, animales y no había barras ni cervezas. Ahora estamos perdidos”.
“Estamos contrayendo SIDA y otras enfermedades que no conocíamos; los jóvenes están bebiendo alcohol, las niñas están teniendo bebés. Todo está mal aquí”, explicó su hermana Biotumelo.
Roy Sesana, un líder bosquimano que ha estado a la vanguardia de la campaña por los derechos de los bosquimanos, dijo a Fihlani: “Nos preocupa que en el futuro no habrá nadie que pueda ser capaz de practicar la cultura bosquimana, a menos que sea con fines turísticos para empresas que lo utilicen para sus negocios”.
El gobierno dice que la restricción está destinada a preservar la vida salvaje y el ecosistema de la vasta reserva , que es ligeramente más grande que Dinamarca.  Pero grupos de derechos humanos y los propios bosquimanos creen que la verdadera razón es más siniestra. La minería, según explica el propio reportaje,  es una de las industrias clave de Botswana, con la extracción de diamantes como principal fuente de ingresos.  Las tierras ancestrales de los bosquimanos se encuentran en el medio de la mina de diamantes más ricas del mundo, y creen que los bosquimanos fueron reubicados para dar la entrada a un proyecto minero multimillonario. De hecho, un productor de diamantes que cotiza en Londres ha comenzado los planes para la extracción de alrededor de 45 km (28 millas) de la frontera oriental de la reserva.
La construcción de la primera fase del proyecto se inició en 2011, y la primera salida se espera para finales de este año.
El gobierno, por su parte, siempre ha negado que exista un vínculo entre las reubicaciones y los yacimientos de diamantes, descubiertos por primera vez en la década de 1980 .
El estado ha proporcionado algunos servicios en los campos de reasentamiento : hay clínicas , escuelas y casas de cemento con patios cercados, todo parte de un plan de modernización de la comunidad.
Pero la vida moderna no funciona para todo el mundo: Los basarwa, según constanta la reportera Fihlani, han construido chozas en sus patios, como un recordatorio de tiempos más felices y de formas de vida tradicionales.
El desempleo es elevado y esta comunidad no tiene habilidades que utilizar en el mundo exterior. No es raro ver a los hombres jóvenes tropezando a la salida de los bares locales a media tarde, y a la tienda de licores no le falta clientela.
Pero no sólo las condiciones sociales están creando problemas. Cientos de vacas y sus pastores descansan bajo los árboles y se preparan para dar un paseo de cinco kilómetros. Cuando los reubicaron, cada familia bosquimana recicibi cinco vacas o cabras para animarles a convertirse en granjeros.
Pero el pastoreo tiene sus desafíos. “Si empujas a alguien a un cierto estilo de vida que no conoce, se enfrentará a un montón de dificultades”, dice un agricultor bosquimano, Jumanda Galekebone. “Nuestra gente no sabe cómo cuidar a las vacas cuando enferman , no saben nada acerca de las enfermedades del ganado, como la fiebre aftosa”, explica.
Sus compañeros están de acuerdo, dicen que quieren ir a casa.  Dicen que la vida moderna no ha funcionado para ellos.
“Esta vida no ha mejorado sus vidas. Todavía recibimos un montón de gente que se aventura al interior del parque para cazar y son arrestados. Algunos se enfrentan a sanciones judiciales. Lo cual sólo demuestra que no se puede obligar a la gente a cambiar”, dice Galekebone .
Pero parece que los bosquimanos no tienen más remedio que cambiar, adaptarse, por lo menos según revelan los últimos planes del gobierno. Muchos creen que no tienen cabida en la sociedad moderna de Botswana. Algunos funcionarios se refieren a ellos como un pueblo “edad de piedra”, se debe integrarse en el siglo XXI.
A pesar de que en 2006 un tribunal declaraba inconstitucional su expulsión de las tierras, solo un puñado ha sido autorizado a regresar al parque, aquellos cuyos nombres aparecían en los documentos judiciales.
Roy Sesana,  líder de la comunidad, es uno de ellos. Pero dice que no goza de la victoria. Ahora vive entre RCKC y Nueva Xade para estar cerca de su familia y su pueblo .”Hemos estado separados de nuestros hijos y nuestras esposas. ¿Qué clase de vida es ésta? No hicimos nada para merecer esto”, argumenta.
Fue uno de los principales demandantes, y explica que para un pueblo que ha pasado la mayor parte de su vida vagando por la tierra libremente, vivienda de la caza de animales salvajes y la recolección de bayas y frutos secos, este lugar no les ofrece la oportunidad de vivir de la tierra. “Ahora dependemos de la dádiva del Gobierno,
” Estamos acostumbrados a alimentarnos, pero ahora dependedemos de la dádiva del gobierno, nos están convirtiendo en vagos y estúpidos”, se queja. “Estamos siendo tratados como perros. El perro es el único que no puede traer su propio aliemento, tiene que esperar a que lo haga su dueño”
Survival International está pidiendo que se lleve a cabo un “boicot internacional al  turismo”, su segunda fuente de ingresos, para que el Gobierno deje de perseguir a los primeros habitantes, permita a los bosquimanos regresar a su hogar y garantice sus derechos humanos reconocidos constitucional e internacionalmente.

Para unirse al boicot, existe el siguiente enlace: www.survival.es/email/boycott-botswana

Tiempos de liquidación, Zygmunt Bauman


Zygmunt Bauman (Poznan, Polonia, 1925) predica con el ejemplo. En su modesta casa de Leeds (Reino Unido), donde se instaló a principios de los años setenta, huyendo de las purgas antisemitas desatadas en su país, no hay huella de esa pasión por lo nuevo que caracteriza a nuestra sociedad consumista. Mobiliario, adornos, alfombras, todo parece llevar años en el mismo sitio en la vivienda de este profesor emérito de la Universidad de Leeds, que le ha dedicado un instituto. El pequeño salón, que se asoma a un jardín invadido por las hojas caídas y el fragor de la vecina carretera, está repleto de libros, gran pasión del dueño de la casa. Fiel a la tradición polaca, Bauman ofrece a la periodista un abundante refrigerio: fresas con nata, pasteles de todo tipo y café que él mismo prepara, a las 10 de la mañana.
Con su característica aureola de pelo blanco, y la inseparable pipa en el bolsillo, esperando el permiso de la visitante para encenderla, Bauman tiene todo el aspecto del intelectual disidente, flagelo del capitalismo salvaje, que tantos admiradores le ha valido en los círculos antiglobalización. Pero el profesor es también un sólido y reputado analista, un implacable observador de nuestro mundo, sin aparente vanidad. Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (ex aequo con Alain Touraine), en 2010, Bauman conserva una envidiable salud. A sus 88 años recién cumplidos, sigue dando conferencias y viajando por el mundo para promocionar sus libros.
El último, ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?, se publica ahora en español editado por Paidós. “No es un libro original”, apunta Bauman. “He recogido material de diferentes investigaciones sobre la idea común que relaciona felicidad y riqueza. Cuando aumenta el PIB, aumenta la felicidad. Y se dice que la gente que gana más parece más feliz. Pero hoy sabemos que la felicidad no se mide tanto por la riqueza que uno acumula como por su distribución. En una sociedad desigual hay más suicidios, más casos de depresión, más criminalidad, más miedo. O sea que la afirmación de que la riqueza de unos nos beneficia a todos es doblemente errónea. Por un lado, no es verdad porque para eso la gente tendría que invertir su riqueza, cosa que no ocurre siempre, y por otro, porque no revierte en más felicidad porque, como hemos dicho, la felicidad depende de la igualdad, de la equidad”.
Sorprende, sin embargo, que Bauman considere nuestra sociedad actual como una de las más desiguales, cuando, al menos en el mundo desarrollado, hemos dejado el hambre atrás, y la mayoría de los ciudadanos lleva una vida decente. El profesor está de acuerdo, pero subraya un fenómeno inquietante. “Hace 20 o 30 años las desigualdades entre las sociedades desarrolladas y las que no lo eran crecía, mientras que la desigualdad en el interior de una misma sociedad (rica), disminuía. Y creíamos, al menos nosotros, los europeos, que con nuestro Estado de bienestar habíamos solucionado el problema de la desigualdad. Pero desde hace 20 o 30 años la distancia entre los países desarrollados y la del resto del mundo está disminuyendo, y, por el contrario, en el interior de las sociedades ricas las desigualdades se están disparando. Hay informes que dicen que en Estados Unidos estas desigualdades están llegando a los niveles del siglo XIX”.

Vivimos en la cultura
del consumismo. Mantenemos relaciones mientras nos dan satisfacción, igual que
un modelo de teléfono
Una de las razones que explicarían esta trágica fractura hay que buscarla en la globalización, que ha permitido a los empresarios contratar a sus trabajadores en cualquier esquina del globo. Otra, y muy ligada a la última crisis, es la erosión que está sufriendo la clase media.
“Es evidente que las clases medias se están empobreciendo. Podemos hablar más que de proletariado deprecariado”, dice Bauman. “O sea viven en una situación cada vez más precaria. Lo importante es que grandes sectores de las clases medias pertenecen ahora al proletariado, que se ha ampliado. Aunque hoy tengan trabajo ha desaparecido la certeza de que puedan tenerlo mañana. Viven en un estado de constante ansiedad”.
—Su libro aborda problemas que estamos padeciendo en España, donde cientos de miles de personas han perdido sus trabajos y no pueden pagar sus hipotecas. Dicho esto, hay gente que asumió riesgos enormes. ¿No tenemos un poco la culpa también nosotros, ciudadanos de a pie, de lo ocurrido? ¿O es que es imposible resistir la tentación del consumo?
—Bueno, es difícil responder. Vivimos en la cultura del consumismo, no es ya simplemente consumo, porque consumir es totalmente necesario. Consumismo significa que todo en nuestra vida se mide con esos estándares de consumo. En primer lugar el planeta, que es visto como un mero contenedor de potencial explotable. Pero también las relaciones humanas se viven desde el punto de vista de cliente y de objeto de consumo. Mantenemos a nuestro compañero o compañera a nuestro lado mientras nos produce satisfacción, igual que un modelo de teléfono. En una relación entre humanos aplicar este sistema causa muchísimo sufrimiento. Cambiar esta situación exigiría una verdadera revolución cultural. Es normal que queramos ser felices, pero hemos olvidado todas las formas de ser felices. Solo nos queda una, la felicidad de comprar. Cuando uno compra algo que desea se siente feliz, pero es un fenómeno temporal.
Bauman recuerda que en la Europa oriental de su primera juventud, “la gente era bastante feliz”. No tenían mucho que comprar, “pero vivían en comunidades solidarias, con buenos vecinos, que se ayudaban entre sí, cooperaban, y eso les daba seguridad, y, por otro lado, eran artesanos, o gente que en palabras del sociólogo americano Thorstein Veblen tenía ese ‘instinto de la humanidad trabajadora’. La felicidad deriva del trabajo bien hecho. La satisfacción que eso produce es extraordinaria. En nuestra sociedad, en cambio, nos definimos no por lo que hacemos sino por lo que compramos”.
El sociólogo, hijo de una pareja de judíos polacos, pasó la infancia y parte de la adolescencia en Polonia, pero sus padres huyeron del país tras la invasión alemana, en 1939, y se instalaron en la Unión Soviética. Bauman participó de lleno en la Segunda Guerra Mundial, combatiendo en las filas del ejército polaco controlado por los soviéticos, y trabajó para los servicios de información militares, en la inmediata posguerra.
“Viví en Polonia esos años”, cuenta el profesor. “Después de la Segunda Guerra Mundial el desempleo era masivo y el país estaba destruido. Entonces llegaron los que proponían entregar las tierras a los campesinos y las fábricas a los trabajadores, y generaron un entusiasmo enorme. La propuesta era trabajar juntos y reconstruir el país devastado. El programa era hermoso”, recuerda Bauman jugueteando con su pipa, que no acaba de tirar. La realidad resultó no serlo tanto. Y el viejo profesor no escatima críticas a la ideología en la que creyó. “Como sabe, hay dos clases de totalitarismos, el nazismo y el comunismo. Tenían bastantes similitudes, pero entre las diferencias hay una importante. Se le puede acusar al nazismo de infinidad de crímenes, pero no de hipocresía. Desde el primer momento, los nazis dijeron claramente lo que pretendían hacer. Querían dominar todos los países y asegurar la supremacía del III Reich, y aniquilar a los judíos, y es lo que hicieron. Mientras que el comunismo era una fortaleza de la hipocresía. El mensaje teórico se basaba en los lemas de la Ilustración,Liberté, Égalité, Fraternité, pero la práctica era muy diferente. La gente vivía mintiendo”.

La seguridad sin
libertad nos hace esclavos, pero con libertad sin seguridad eres una especie de plancton, no un
ser humano
—Usted ya no es comunista, pero sigue siendo de izquierdas.
—Sí, porque creo todavía en la igualdad. Creo todavía que la libertées más importante que la seguridad. No había desempleo en la Rusia soviética. Había seguridad, acceso a una educación, a un sistema de salud básico, pero nada de libertad.
—Y, sin embargo, usted mismo ha criticado a la izquierda por no ofrecer una verdadera alternativa a la sociedad actual.
—Es cierto. No hay un modelo de sociedad alternativo. La izquierda solo sabe decirle a la derecha, “cualquier cosa que hagan ustedes nosotros la hacemos mejor”. Cuesta distinguir entre Gobiernos de izquierda y de derecha, la verdad.
Y eso hace a las sociedades desarrolladas más homogéneas, intercambiables entre sí, definibles con el adjetivo de líquidas que acuñó el sociólogo polaco (con pasaporte británico) hace una década. Una definición perfecta para la sociedad posmoderna, consumista y banal, en perpetuo movimiento, en contraposición a la vieja y sólida sociedad del pasado. ¿Hasta qué punto esta sociedad líquida es la cumbre del capitalismo anglosajón?
Bauman reflexiona un momento antes de responder. “Hay muchas variedades de capitalismo. Es cierto que los anglosajones han creado un modelo que los demás países han imitado enseguida. Mientras, en los países escandinavos se pagan impuestos altos y, a cambio, la gente tiene excelentes servicios gratuitos, y han optado por recortar la libertad de mercado a cambio de más seguridad existencial, en Reino Unido se opta por la libertad total. Hay que gastar fortunas para obtener una educación, y hay que pagar médicos privados para tener buena atención sanitaria, es cierto. Estamos constantemente presionados por dos valores opuestos y necesarios: libertad y seguridad. Seguridad sin libertad nos convierte en esclavos, y si tienes libertad sin seguridad eres una especie de plancton, flotando por ahí, no un ser humano. Los dos extremos son insoportables, hay que combinarlos”.
Libertad y seguridad son los dos polos entre los que se mueven las alternativas políticas que se nos ofrecen en el mundo de hoy, marcado por la superproducción y los ajustes violentos del mercado. Un mundo que no reconocerían los padres de la economía moderna, como Adam Smith. “Es cierto. Tenían la idea de que el crecimiento económico era un fenómeno temporal, porque pensaban erróneamente que la gente iba a comprar solo lo necesario para cubrir sus necesidades. Así es que muy razonablemente calculaban los productos que tendrían que ser producidos. Todo era una monótona repetición de las necesidades de acuerdo con el crecimiento de la población. No se dieron cuenta de que en la sociedad de consumo no se va a las tiendas solo para reemplazar lo roto o lo consumido, sino a satisfacer los propios deseos. Y los deseos son infinitos”.
Las nuevas generaciones, crecidas en una atmósfera de consumismo brutal, inician su aprendizaje en el sistema desde muy temprano y, a menudo, en familia, como cuenta Bauman, atento observador de una de las sociedades abanderadas del consumismo, la británica. “George Ritzer llama a los centros comerciales templos de consumo. Los domingos por la mañana las familias británicas no van a misa, van al centro comercial. Y es la gran salida familiar de la semana. Van no solo a comprar, sino a disfrutar mirando, viendo lo que hay”.
Bauman quiere terminar la entrevista. Se siente fatigado. Escuchándole hablar una lamenta que alguien con su apasionante biografía haya renunciado a escribir sus memorias.
—Mi esposa escribió dos volúmenes de memorias. Era una persona que percibía el mundo en imágenes, pero yo soy persona de conceptos, y no, no me lo planteo. Ella era la que describía nuestras experiencias cuando íbamos a algún encuentro, y de esa forma yo he llegado a ser consciente de lo que vivimos. Tenía un gran talento para eso. Yo no lo tengo. Fuente: El País

Neoanarquismo, Manuel Castells


Nuestra época no es la del fin de las ideologías, sino del renacimiento de aquellas que encuentran eco en la experiencia presente. Tal es el caso del anarquismo, dado por muerto y enterrado por sus numerosos sepultureros y que, bajo nuevas formas y expresiones, parece gozar de excelente salud en los movimientos sociales que brotan por doquier desde las profundidades de la resistencia a un desorden global cada vez mas destructivo. Basta con seguir los debates, presenciales o por internet, en el movimiento contra la globalización capitalista para constatar la presencia dominante de los temas anarquistas de autoorganización y de oposición a cualquier forma de Estado (“¡que se vayan todos!”). Y aunque los intelectuales de la vieja izquierda, sobre todo en América Latina, aún se encaraman al podio de las arengas mediáticas del movimiento, las simpatías mayoritarias van hacia formas apenas organizadas y generalmente autogestionadas de la movilización y del debate, como era evidente en el último Foro Social Mundial en Porto Alegre. También en el ámbito teórico-político, las tesis autonomistas, cercanas de la matriz histórica anarquista, articuladas por ejemplo porMichael Hardt y Toni Negri, y por el grupo de la revista Multitudes, heredera directa del mayo del 68 francés, están alcanzando hoy día una amplia difusión (el ultimo libro de Hardt y Negri, titulado precisamente Multitudes, incluso tiene un rango muy alto en la lista de ventas de Amazon.com). Y aunque los anarquistas organizados no son muchos (por ejemplo, en España el periódico CNT tiene unos 6.000 suscriptores y el sindicato CGT, al que yo sitúo en la tradición libertaria, cuenta con unos 100.000 afiliados), las ideas antiestatistas, de internacionalismo solidario y la afirmación de la libertad individual y de la libre asociación son temas comunes a movimientos muy dispares (de los okupas de Barcelona a Los Forajidos de Ecuador, los piqueteros argentinos o los autónomos italianos), pero que coinciden en la afirmación de su autoemancipación sin delegación de poder a intermediarios políticos profesionales. 

¿De dónde surge esta nueva vitalidad del anarquismo, que aparece como ideología del siglo XXI al tiempo que el marxismo parece quedar confinado a un siglo XX ya concluido? 

En realidad, la fuerza de las ideologías (cuyos mitos son atemporales) depende de su contexto histórico. Y mi hipótesis es que el anarquismo, en contra de la creencia general, se adelantó a su tiempo. Ideología dominante de los orígenes del movimiento obrero (la Primera Internacional), desde Andalucía y Catalunya hasta la Rusia zarista, a la Charte d’Amiens francesa y al Chicago que originó el 1 de mayo, el anarquismo no sobrevivió como práctica organizada a la represión sufrida a la vez bajo el capitalismo y bajo el comunismo. Pero su vulnerabilidad provino sobre todo de haber designado como enemigo principal al Estado nación en el preciso momento histórico del desarrollo de dicho Estado como centro y principio de la organización social: el siglo XX fue el siglo del Estado nación. El anarquismo clásico se expresó en una amplia gama ideológica, desde el individualismo irreductible de Stirner hasta el cooperativismo social de Proudhon, pasando por el comunismo libertario de Bakunin y Kropotkin, inspirando luchas sociales en contextos tan distintos como la revolución campesina de Makhno en Rusia, los movimientos sociales urbanos mexicanos de los años 20 o los embriones de revolución social que intentaron los anarquistas catalanes y españoles en la primera fase de la Guerra Civil. Y claro que el sindicalismo de la CNT no era lo mismo que el activismo político de la FAI. Pero a través de esa amplia corriente ideológica en la que creyeron y por la que lucharon millones de personas, latía una idea central: la liberación definitiva de la fuente última de la opresión, el Estado. Precisamente en el momento en que se armaban las máquinas de guerra nazi-fascistas, estalinistas y liberal-democráticas para exterminarse los unos a los otros y asegurar, a través del Estado, el control de cuanto más mundo pudieran. Y miren por dónde, el triunfo de los estados, de uno y otro signo, condujo a su crisis medio siglo después. El comunismo no fue capaz de digerir precisamente aquello para lo que Marx lo había inventado: el desarrollo de las fuerzas productivas. Porque la revolución tecnológica informacional no podía asumirse sin una sociedad informada, o sea, autónoma del Estado.Y el capitalismo, en su dinámica expansiva, se globalizó, socavando las bases del Estado nación sobre el que se asentaba políticamente. La economía se hizo global, el Estado siguió siendo nacional y entre los dos la sociedad, huérfana del Estado y a merced de los vientos globales, se atrincheró cada vez más en lo local. O se transformó en colección de individuos, cada uno con sus propias ansiedades y proyectos. Mucha gente, sobre todo jóvenes con su página ideológica aún por escribir, dejaron de creer en los políticos, aunque no en la política, en otra política. De modo que mientras los grandes poderes se definen en una compleja relación entre la globalización y los estados nación, la supervivencia y la resistencia a lo que no va surge desde lo individual y lo local. O sea, los materiales con los que se construyó la ideología anarquista. Ahora bien, la gran dificultad para el anarquismo siempre fue cómo conciliar la autonomía personal y local con la complejidad de una organización productiva y de la vida cotidiana en un mundo industrializado y en un planeta interdependiente. Y es aquí donde la tecnología resultó ser una aliada del anarquismo más que del marxismo. En lugar de grandes fábricas y gigantescas burocracias (base material del socialismo), la economía funciona cada vez más a partir de redes (base material de la autonomía organizativa). Y en lugar de estados nación controlando el territorio, tenemos ciudades Estado gestionando los intercambios entre territorios. Todo ello a partir de internet, móviles, satélites y redes informáticas que permiten la comunicación y el transporte local-global a escala planetaria. Esto no es mi interpretación de los hechos, sino el discurso explícito que se da en los debates de los movimientos sociales, tal como ha sido documentado en el espléndido libro reciente de Jeffrey Juris sobre el tema. O sea, la disolución del Estado y la construcción de una organización social autónoma a partir de personas y grupos afines, debatiendo, votando y gestionando mediante la red interactiva de comunicación. 

¿Utopía? No, ideología. 

Acuérdese de la distinción: la utopía prefigura el mundo deseado. La ideología configura la práctica. Con la utopía se sueña. Con la ideología se lucha. El anarquismo es ideología. Y el neoanarquismo es un instrumento de lucha que parece adaptado a las condiciones de la revuelta social del siglo XXI. Bueno, uno de los dos instrumentos. Porque mientras el anarquismo clama, como hizo siempre, “ni Dios, ni Señor”, su principal competidor en la resistencia al capitalismo global se funda en el reconocimiento de “Dios como mi único Señor”. Frente a un capitalismo global fuera de control, y mientras el socialismo se instala en la jubilación, la resistencia surge de la oposición contradictoria entre fundamentalismo y neoanarquismo.