Buen tema para discutir un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

El 70 por ciento de los 1.200 millones de personas que viven en el mundo en situación de extrema pobreza son mujeres. Es difícil, por no decir imposible, encontrar un país en el que no se den casos de discriminación hacia la mujer, estén éstos amparados o no por la ley.

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Lo que hemos Visto

Hoy celebramos el Día Internacional de la Mujer trabajadora. La cifras nos ayudan a ver las magnitudes de la desigualdad que hay entre varones y mujeres en todos los órdenes de la vida. La brecha que separa a los sexos se agranda sobremanera en la mayoría de las naciones en desarrollo y afecta a todos los campos de la vida diaria: al acceso a los servicios básicos, al control de los recursos, a las oportunidades económicas, a la toma de decisiones en la familia o en la comunidad, al poder o a la participación en la política. El 70 por ciento de los 1.200 millones de personas que viven en el mundo en situación de extrema pobreza son mujeres.

Estadísticas de la desigualdad (*)

Mientras siga siendo necesario, Manos Unidas seguirá denunciando algunas de las muchas desigualdades, que en todas las sociedades, afectan a la mujer:

  • El 70 por ciento de los 1.200 millones de personas que viven en el mundo en situación de extrema pobreza son mujeres.
  • De los 550 millones de trabajadores pobres del mundo, se estima que 330 millones, o 60 por ciento, son mujeres.
  • En 2006, la brecha de salario entre hombres y mujeres en algunos países fue de entre 30 y 40 por ciento.
  • Las mujeres representan más de la mitad de la mano de obra agrícola.
  • De los 17 millones de mujeres entre 15 y 49 años que viven con VIH/SIDA, 98 por ciento viven en países en desarrollo.
  • La mujer sigue padeciendo tasas de desempleo que son persistentemente más altas que las de los hombres.
  • Por cada 100 niños sin escolarizar, hay 117 niñas que tampoco lo están.

Fuente: PNUD 2006 - Banco Mundial


El informe para el 2009-2010 lo consigues aquí: http://www.undp.org/spanish/publicaciones/UNDPaction2010/index.shtml

No estás deprimido...

No estás deprimido, estás distraído... de Facundo Cabral

Sandwich de helado para compartir y sanar el trato frío.


¿Alguna vez alguien te ha caído tan mal en el trabajo que dejas de hablarle y lo ignoras? ¿Has usado el trato frío como venganza contra alguna diferencia con algún compañer@? ¿Lo has padecido o lo padeces tu?

Sé de alguien que ha sido víctima de ostracismo en su trabajo. Ostracismo era una práctica griega en la que se votaba en un ánfora llamada "ostrocos" entre los ancianos o personas influyentes de la polis para declarar a una persona "non grata" y decidir su destierro. Con el tiempo el término se ha acuñado para describir el acto de ignorar y/o segregar socialmente a aquellas personas que por alguna razón, el grupo al que pertenecen ha determinado que han traicionado su confianza, o que han ido en contra de sus creencias y/o postulados como grupo.

Actualmente las profesiones más afectadas son del área de servicios como: los funcionarios y el personal laboral contratado de las administraciones públicas (central, regional o local), los trabajadores de la enseñanza primaria, media o universitaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores de guarderías y escuelas infantiles, personal de hostelería y turismo, personal de bancos e instituciones financieras entre otros. De igual manera los miembros de organizaciones denominadas ideológicas (instituciones y organizaciones caritativas o religiosas, partidos políticos, sindicatos). En general, todo el sector de los servicios resulta afectado en mayor proporción.

Actualmente se le llama a esta práctica "mobbing" o acoso moral y consiste en lo siquiente:

Según el profesor Iñaki Piñuel y Zabala son estrategias habituales en el acoso laboral las siguientes:

  • Gritar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.

  • Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.
  • Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo.
  • Amenazar de manera continuada a la víctima o coaccionarla.
  • Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
  • Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
  • Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas contra él, con vistas a estigmatizarlo ante otros compañeros o jefes (excluirle, discriminarle, tratar su caso de forma diferente).
  • Ignorarle (hacerle el vacío) o excluirle, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia («ninguneándolo») o su no presencia física en la oficina, o en las reuniones a las que asiste («como si fuese invisible»).
  • Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
  • Difamar a la víctima, extendiendo por la empresa u organización rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
  • Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la víctima, negándose a evaluar periódicamente su trabajo.
  • Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando retrasando o entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o seminarios de capacitación.
  • Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casualidad, la suerte, la situación del mercado, etc.
  • Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc.
  • Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo.
  • Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el marco de sus responsabilidades y atribuciones.
  • Bloquear administrativamente a la persona, no dándole traslado, extraviando, retrasando, alterando o manipulando documentos o resoluciones que le afectan.
  • Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores, caricaturizándolo o parodiándolo.
  • Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
  • Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
  • Atacar sus convicciones personales, ideología o religión.
  • Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad.

Consecuencias psicológicas y laborales
  • Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
  • Proceso de desvaloración personal.
  • Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
  • Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
  • Somatización del conflicto: enfermedades físicas.Insomnio,ansiedad,estrés,irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación con la pareja,depresión,Inseguridad, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
  • Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador.

Otras consecuencias:
  • Agresividad con la familia.
  • Aumento de la conflictividad con la familia.
  • Aumento de las enfermedades de los hijos y problemas escolares.
  • Retraimiento de la víctima con la familia y amigos.
  • Abandono de los amigos y rechazo por parte del entorno de la víctima, cansados de la "obsesión" con el problema laboral. «No te quejes, que nosotros no estamos mejor: el puteo va con el sueldo».
  • Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la víctima de hacer frente a la situación, legal o psicológicamente.
  • Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos.
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado, o incluso el pase a situación de incapacidad permanente. La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capacidad de trabajo.

«En muchos casos, el mobbing persiste incluso después de la salida de la víctima de la empresa, con informes negativos o calumniosos a futuros empleadores, eliminando así la empleabilidad externa de la víctima. Se trata de una especie de re-mobbing».

Estrategias personales para superar el mobbing
  • Identificar el problema del mobbing como tal: formarse e informarse sobre el problema.
  • Documentar y registrar las agresiones de que se es objeto desde el inicio.
  • Hacer públicas las agresiones que se reciben en la intimidad y en secreto y comunicarlas a compañeros, jefes, directivos, asesores, pareja, amigos y familiares.
  • Desactivarse emocionalmente: evitar reaccionar ante los ataques.
  • Controlar y canalizar la ira y el resentimiento (la ira es la aliada del acosador): evitar explosiones de ira.
  • Hacer frente al mobbing: el afrontamiento hace recular al hostigador, que es cobarde en el fondo.
  • Dar respuesta a las calumnias y críticas destructivas con asertividad (sin pasividad ni agresividad).
  • Proteger los datos, documentos y archivos del propio trabajo y guardar todo bajo llave, desconfiando de las capacidades manipulativas de los hostigadores.
  • Evitar el aislamiento social: salir hacia afuera y afrontar socialmente la situación del acoso.
  • Rechazar la inculpación sin aceptación ni justificación mediante la extroyección de la culpabilidad.
  • No intentar convencer o cambiar al hostigador.
  • No caer en la inhibición: Contar a otros el acoso. Hablar del tema del acoso, comunicarlo, escribirlo, relatarlo, etc.
  • Desarrollar la empleabilidad propia: incrementar la formación y capacitación profesional.
  • Ir conscientemente a la baja laboral o a la renuncia voluntaria antes de permitir que se destruya psíquicamente a la persona.
  • Solicitar desde el principio asesoramiento psicológico especializado.
  • Solicitar consejo legal para hacer valer y defender los derechos propios.
  • Desarrollar la autoestima autónoma como vacuna contra el acoso.
  • Desarrollar el poder curativo del humor.
  • Permitirse llorar por el daño propio.
  • Perdonar al acosador como forma de liberación final.

Mira todo lo que puede generar un gesto tan simple como dar de codos a un compañer@. LA CARIDAD EMPIEZA EN CASA. RECUÉRDALO SIEMPRE. Si tus diferencias con tus compañeros son por ignorancias... ENSÉÑALE, si está errado... CORRÍGELE, si no coincide contigo... RESPÉTALO. ¿Te suena algo llamado obras de caridad? Vivamos en Cristo y que se nos note. :) Si eres víctima de esto... ESCÚCHALES, PERDÓNALES Y VIVE FELIZ, PORQUE DIOS VE LO QUE HAY EN TU CORAZÓN.

AHORA QUE NOS HA CRECIDO UN POCO LA SENSIBILIDAD, Y POR ENDE EL CORAZÓN.
NOS PODEMOS COMPLACER CON UN PEQUEÑO BOCADITO... MEJOR SI PUEDES COMPARTIRLO CON LA GENTE CON QUIENES NECESITAS LIMPIAR ESE ESPACIO Y MEJORAR TUS RELACIONES. DA EL PRIMER PASO AUNQUE TENGAS LA RAZÓN.


SANDWICH DE HELADO
Ingredientes:

2 1/2 tazas de hojuelas de arroz (cocoa pebbles)
1/2 taza de mantequilla derretida
1 taza de coco rallado
1/2 taza de nueces, finamente picadas
1 taza de azúcar mascabado (azucar negra), bien comprimida
1 litro de helado de vainilla


Procedimiento:
1. Se mezclan en un recipiente las hojuelas de arroz tostado, la mantequilla, el coco, las nueces y el azúcar; se revuelven perfectamente.
2. Se extiende la mitad de la mezcla en el fondo de un molde para bizcocho o bien en un recipiente rectangular.
3. El helado se ablanda ligeramente (dejarlo a temperatura ambiente unos 20-30min) y se esparce uniformemente sobre la mezcla con cereal.
4. Se extiende sobre el helado otra capa con el resto de la mezcla con cereal y se presiona suavemente.
5. Se congela hasta que se endurezca y se corta en cuadros.

La autorreferencia en la demostración de Gödel (Parte 4)

(A la parte 3 - A la parte 5)

La dialéctica Verdadero / Demostrable

La escuela intuicionista, aquella a la Hilbert se oponía, sostiene, como ya dijimos, que los objetos matemáticos son construidos por los humanos y que no son preexistentes a esta construcción. Para ellos, la Matemática se crea, no se descubre y así, por ejemplo, un número que nunca haya sido calculado simplemente no existe. Por lo tanto los intuicionistas niegan sentido a toda afirmación que hable de totalidades infnitas, ya que necesariamente habla de objetos inexistentes.

Hilbert, en su programa, propone un enfoque más moderado. Por una parte Hilbert habla de afirmaciones finitistas (o finitarias, según algunas traducciones), que son aquellas cuya verdad o falsedad puede ser verficada mecánicamente en una cantidad finita de pasos (por ejemplo, "12 + 3 = 15" o "22 no es primo"). De estas afirmaciones puede decirse, sin problemas, que son verdaderas o falsas, según sea el caso [los propios intuicionistas estarían de acuerdo con esto].

Hilbert admite, por otro lado, que las afirmaciones que se refieren a totalidades infinitas son problemáticas y que no es sencillo atribuirles un valor de verdad. Pero, a diferencia de los intuicionistas, afirma que esa atribución debe hacerse. "Entender el infinito", dice Hilbert, "es un reto al espíritu humano", un reto que debemos afrontar y vencer.

Hilbert hace la siguiente comparación: en Matemáticas, tenemos por un lado las sumas de una cantidad finita de números, que pueden ser calculadas sin problema. Pero, por otro lado, tenemos también las series, que son sumas infinitas. Las series pueden llegar a ser muy problemáticas, sin embargo, gracias a la noción de límite, el Análisis ha podido darles un sentido claro y preciso. De la misma manera, dice Hilbert, la Lógica tiene el desafío de darle un sentido claro y preciso a las afirmaciones no finitistas.

Este sentido se daría a través de la noción de demostrabilidad. Dado un sistema de axiomas, diremos que un enunciado P es demostrable a partir de ellos si existe una demostración (basada en ese sistema de axiomas) cuyo último enunciado es P. [Es decir, si hay una demostración que termina con el enunciado P. La definición metamatemática de demostración la hemos visto en el capítulo anterior.]

El Programa de Hilbert propone, entonces, dar axiomas para la Aritmética de tal modo que, para empezar, todo enunciado finitista verdadero sea demostrable (es lo menos que podemos pedir) y tal que, además, para cualquier otro enunciado P, o bien P, o bien su negación sea demostrable.

Cada enunciado "demostrable" será "verdadero". Es decir, el programa de Hilbert buscaba una síntesis entre los conceptos de demostrabilidad y verdad. Dado que el concepto de demostrabilidad es sintáctico (verificable mecánicamente en una cantidad finita de pasos), obtendríamos una noción de verdad "segura" y libre de posibles paradojas.

Lamentablemente para Hilbert, el primer teorema de Gödel prueba que esto es imposible: en la Aritmética "verdad" y "demostrabilidad" no son equivalentes. Cualesquiera sean los axiomas que se elijan (siempre que cumplan las condiciones metamatemáticas de Hilbert) siempre habrá algún enunciado P tal que tanto él como su negación no son demosrables (por lo que P quedaría fuera de esta definición sintáctica de "verdad").

En su libro La Nueva Mente del Emperador, Roger Penrose dice que no entiende el "menosprecio" que los seguidores de Hilbert sienten por la noción de verdad Matemática, ya que admiten, según Penrose, la posibilidad de que haya enunciados que no son verdaderos ni falsos.

En realidad, Penrose se equivoca al hacer este comentario. Es cierto que si la afirmación P no es demostrable, y tampoco es demostrable su negación, entonces para el Programa de Hilbert P no sería verdadera ni falsa. Pero, en realidad, la idea de Hilbert era dar axiomas de tal modo que esta situación nunca sucediera. Todo enunciado, a través de la definición metamatemática de demostrabilidad, debía ser, en última instancia, verdadero o falso. Fue Gödel quien le aguó la fiesta al probar que siempre habría enunciados indecidibles.

Antes de terminar recapitulemos un poco lo que hemos visto hasta aquí. El Programa de Hilbert proponía dar un sistema de axiomas para la Aritmética que cumpliera estas condiciones:

1. El sistema debía ser recursivo (se debía poder verificar mecánicamente en una cantidad finita de pasos si un enunciado es, o no, un axioma).
2. El sistema debía ser consistente (no debía haber un enunciado P tal que él y su negación fueran simultáneamente demostrables, la regla de inferencia es el modus ponens).
3. Todo enunciado finitista verdadero debía ser demostrable (esta es la condición que a veces se enuncia como "Contiene suficiente Aritmética").

4. Para todo enunciado P, o bien P, o bien su negación debía ser demostrable.
5. Debía poder verificarse mecánicamente en una cantidad finita de pasos que el sistema es consistente.

Como ya dijimos, los teoremas de Gödel prueban que si se cumplen las tres primeras condiciones entonces las dos últimas fallan. A partir del próximo capítulo comentaremos la demostración de estos teoremas y llegaremos, finalmente, a la discusión sobre la autorreferencia.

La autorreferencia en la demostración de Gödel (Parte 3)

(A la parte 2 - A la parte 4)

Demostraciones

- Profesor, ¿cuándo llegamos a la autorreferencia?
- Paciencia, ya falta poco.

En el capítulo anterior dijimos que el Programa de Hilbert proponía dar axiomas para la Aritmética y que estos axiomas (así como las reglas de inferencia, que son las que nos dicen qué conclusiones podemos obtener a partir de ciertas hipótesis) debían ser elegidos de modo tal que la corrección de cualquier demostración basada en ellos pudiera ser verificada (desde el nivel de la Metamatemática) mecánicamente en una cantidad finita de pasos (es decir, debía ser posible programar una computadora para que verificara si una demostración es válida o no).

En concreto, las demostraciones que contemplaba el Programa de Hilbert como válidas debían ser traducibles a una sucesión finita de enunciados tales que cada uno de estos, o bien era un axioma, o bien podía deducirse de enunciados previamente ubicados en la sucesión por aplicación de ciertas reglas de inferencia específicas. (1)

Esta idea impone tres características a la formalización de la Aritmética. La primera es que sus enunciados deben poder traducirse a un lenguaje con símbolos bien definidos (requisito necesario para que haya un algoritmo que trabaje sobre esos enunciados -a nivel metamatemático-).

A los efectos de esta serie de entradas, el lenguaje que usaremos constará de los símbolos "+" y ".", la constante 1, a los que agregaremos paréntesis y símbolos para las operaciones lógicas. El lenguaje tendrá también variables, x, y, z,... que sólo podrán representar números naturales (nunca expresarán funciones, conjuntos u otros objetos (2)).

Observemos que la Metamatemática trabaja solamente a nivel sintáctico, por lo que la expresión:

(1 + 1).(1 + 1) = 1 + 1 + 1 + 1

será, a nivel metamatemático, diferente de la expresión:

1 + 1 + 1 + 1 = (1 + 1).(1 + 1)

porque, aunque ambas tienen los mismos símbolos, estos están escritos en diferente orden.

Asumamos que, para su tratamiento metamatemático, todos los enunciados han sido traducidos a este lenguaje formal. Asumamos también que tenemos una secuencia de enunciados y que queremos escribir un programa que verifique si esa secuencia es, o no, una demostración válida. El programa "tomará" entonces un enunciado de la secuencia y deberá verificar si se trata, o no, de un axioma.

La segunda característica es, entonces, que exista un algoritmo que verifique en una cantidad finita de pasos si un enunciado es, o no, un axioma.

Continuando con el proceso que debería seguir ese programa, si un enunciado no es un axioma, el programa debe se capaz de verificar si el enunciado puede deducirse de enunciados anteriores en la sucesión. La tercera característica es, entonces, que la relación "Q se deduce de las hipótesis H1, H2, H3,..." debe ser verificable algorítmicamente.

En realidad, podemos reducirnos a tomar una única regla de inferencia: la llamada Regla del Modus Ponens, que dice que de P y de P ---> Q se deduce Q. (La regla debe ser entendida a nivel sintáctico, sin apelación a posible significados.)

Diremos que una propiedad es recursiva si es verificable algorítmicamente. Podemos decir entonces que el sistema de axiomas y sus reglas de inferencia deben ser ambos recursivos.

Continuará...

Notas:

(1) Éste es el proceso de verificación metamatemática de las demostraciopnes que proponía el Programa de Hilbert. Desde luego, no es el proceso por el que los matemáticos encuentran esas demostraciones.

(2) Toda teoría tiene dos tipos de axiomas: sus axiomas específicos y también los axiomas lógicos, que son generales y comunes a todas las teorías. Estos últimos son enunciados que valen cualquiera sea el universo del discurso considerado (como por ejemplo, "Para todo x, x = x"). Si respetamos las restricciones para el uso de variables entonces es posible dar un sistema de axiomas que respeta las condiciones de Hilbert y que permite deducir todas esas afirmaciones universalmente válidas (esto fue probado por Gödel en 1929). Si admitiéramos variables que representaran funciones, conjuntos, etc. entonces el Programa de Hilbert sería irrealizable al nivel mismo de esta lógica subyacente.

La autorreferencia en la demostración de Gödel (Parte 2)

(A la parte 1 - A la parte 3)

La dialéctica Sintaxis /Semántica

Los teoremas de Gödel, publicados en 1931, forman parte de una larga polémica sobre los Fundamentos de la Matemática que había comenzado en 1872 con el descubrimiento, por parte de Cantor, de los transfinitos, y que se había potenciado a partir de 1902 con el descubrimiento de la Paradoja de Russell.

El campo de batalla de la polémica era nada menos que el infinito. La escuela constructivista, encabezada por L.E.J. Brouwer, sostenía que la introducción del infinito actual en Matemáticas era absurda e injustificada y que la teoría de los transfinitos de Cantor era solamente un juego de palabras sin sentido. Los únicos objetos matemáticos válidos, sostenía esta escuela, son aquellos que se pueden construir mecánicamente en una cantidad finita de pasos. Por ejemplo, para ellos no podía hablarse de la totalidad de los números naturales, sino de una cantidad siempre finita y creciente de números que son calculados uno por uno. Los enunciados que hablan de totalidades infinitas, para los constructivistas carecían de significado.

Hacia 1920 interviene en la polémica David Hilbert quien, en una serie de papers publicados a lo largo de unos diez años, propone el que hoy es conocido como el Programa de Hilbert y que, en esencia, llevaba la exigencia de finitud y de constructividad de los objetos matemáticos a los razonamientos matemáticos.

Con más precisión, Hilbert proponía la creación de una nueva ciencia a la que él llamaba Metamatemática. Esta ciencia tendría como objetivo el verificar la validez de los razonamientos matemáticos. Para evitar polémicas (y para asegurarse de que no surgieran paradojas) esta ciencia sería puramente finitista: la Metamatemática trataría a los enunciados y a los razonamientos matemáticos como si fueran simples secuencias de símbolos sin significado a los que manipularía mecánicamente en una cantidad finita de pasos.

Se ha dicho en algunos textos de divulgación que el Programa de Hilbert proponía reducir la Matemática a un juego de símbolos carente de significado, se ha dicho también que para Hilbert el concepto de "verdad matemática" no existía. Nada más falso. Hilbert, comprendamos, era ante todo un investigador matemático (el mejor de su tiempo) por lo que es imposible, inimaginable, que pudiera pensar así. Esas características las atribuía Hilbert, no a la Matemática, sino a la Metamatemática.

La Matemática trabaja a un nivel semántico, lleno de significados. El matemático, en el día a día, siempre trabaja, crea, conjetura, demuestra y sufre, como si lo que tuviera entre manos fueran objetos reales.

La Metamatemática, según la idea de Hilbert, que trabaja a nivel sintáctico, provee los métodos para verificar si los razonamientos, que el matemático ha obtenido como fruto final de su trabajo creador, son correctos. Para hacer esta verificación los razonamientos serían cargados en una computadora que verificaría si el razonamiento es válido, o no. Hilbert, desde luego, no hablaba de computadoras, pero lo que he dicho en la oración anterior refleja la idea esencial de Hilbert: la validez del razonamiento es verificada mediante manipulaciones mecánicas de símbolos realizadas en una cantidad finita de pasos (la verificación del razonamiento, no su obtención).

En concreto, el Programa de Hilbert proponía dar un conjunto de axiomas para la Aritmética (1) que cumpliera estas cuatro condiciones:

1. El sistema debía ser consistente (es decir, no debía existir un enunciado P tal que P y su negación fueran simultáneamente demostrables).
2. La validez de cualquier demostración debía ser verificable por manipulaciones mecánicas (sintácticas) en una cantidad finita de pasos.
3. Dado cualquier enunciado P, o bien él o bien su negación debía ser demostrable.
4. La consistencia de los axiomas debía ser verificable mecánicamente en una cantidad fnita de pasos.

Nótese que estas condiciones no son matemáticas sino metamatemáticas. Si estas cuatro condiciones pudieran cumplirse entonces la noción de "demostrabilidad" (sintáctica) y de "verdad" (semántica) podrían considerarse equivalentes. Pero los teoremas de Gödel demostraron precisamente que esas cuatro condiciones no se pueden cumplirse a la vez. Si se cumplen 1 y 2 entonces 3 es falsa y 4, si el sistema es razonablemente potente, es irrealizable.

En el próximo capítulo precisaremos qué quiere decir "razonablemente potente" y comenzaremos a analizar la demostración de Gödel.

Continuará...

(1) Nota: La Aritmética es la teoría que habla de la suma y el producto de los números naturales. Hilbert consideraba que era ésta la teoría fundamental de la Matemática (y no la Teoría de Conjuntos).

La autorreferencia en la demostración de Gödel (Parte 1)


¿Qué decimos cuando decimos "Esta oración no es demostrable"?

En estos últimos años, por diversos motivos y en diferentes ámbitos, me ha tocado discutir extensamente la demostración de los teoremas de Gödel. En esas ocasiones he notado que hay ciertas dudas que aparecen recurrentemente en el público y que, tal vez, sean compartidas por algunos de los lectores de este blog.

La intención de esta serie de entradas es tratar de despejar esas dudas. No intentaré desarrollar en detalle las demostraciones de los teoremas de Gödel, sino que haré un bosquejo general poniendo énfasis especial en dos puntos:

1. El llamado Primer Teorema de Incompletitud de Gödel dice que, dado un sistema axiomático para la Aritmética que cumpla ciertas condiciones (que recordaremos más adelante), siempre es posible encontrar una afirmación aritmética que no puede ser demostrada ni refutada a partir de esos axiomas.

Suele decirse (yo mismo lo he dicho en más de una ocasión) que la demostración de este teorema consiste en construir una afirmación aritmética que dice: "Esta oración no es demostrable".

Pero ¿es realmente así? ¿Habla realmente la afirmación de su propia no-demostrabilidad? La respuesta es que la afirmación no habla de sí misma. Más exactamente, veremos que la afirmación puede llegar a considerarse autorreferente solamente si se aceptan ciertas convenciones arbitrarias que son externas al sistema de axiomas.

El segundo punto que trataremos es éste:

2. Tomemos, a modo de ejemplo, los axiomas de Peano (que son axiomas de la Aritmética). Aceptemos que esos axiomas forman un sistema consistente (como, de hecho, suele aceptarse). Del llamado Segundo Teorema de Incompletitud de Gödel se deduce que la afirmación "Los axiomas de Peano son consistentes" no puede demostrarse ni refutarse a partir de esos axiomas.

Ahora bien, si una afirmación P no puede demostrarse ni refutarse a partir de un sistema de axiomas (llamémoslo A) entonces tanto la afirmación P como su negación pueden ser agregadas al sistema A y en ambos casos se obtendrá un sistema consistente. (El ejemplo histórico clásico es tomar A como los primeros cuatro postulados de Euclides y como P, el postulado de las paralelas.)

En particular, esto quiere decir que la afirmación "Los axiomas de Peano no son consistentes" puede agregarse a los axiomas de Peano de modo que el sistema resultante ¡sea consistente!. Ahora... ¿no es raro? ¿Cómo puede ser consistente con los axiomas de Peano la afirmación que niega (falsamente) que esos axiomas sean consistentes? Como veremos, la paradoja es sólo aparente y resulta de una mala interprertación de lo que realmente dice el enunciado aritmético "Los axiomas de Peano no son consistentes".

La tarea está planteada. Sólo falta arremangarse y llevarla a cabo.

Continuará...