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Centro y equipo quirúrgico

Centro quirúrgico

El centro quirúrgico es la zona en la que se llevará a cabo la intervención quirúrgica. Este debe de ser un ambiente que proporcione todas las facilidades que necesite el equipo quirúrgico para realizar el procedimiento con la mayor eficacia. Esta zona  tiene que estar dotada con las condiciones de máxima seguridad para evitar contaminaciones. 












Equipo quirúrgico

El equipo quirúrgico es el conjunto de profesionales que intervendrán durante toda la operación. Este dependerá de la intervención que se le vaya a realizar. Básicamente está formado por:

Médico cirujano: profesional que identifica los problemas de salud para prevenirlos, diagnosticarlos y curarlos.

Primer ayudante y segundo ayudante: enfermeros que deben tener un conocimiento de la intervención quirúrgica y ayudarán al cirujano para conseguir los resultados esperados.

Instrumentador: enfermero/a que se encargará de facilitarle los instrumentos al cirujano además de comprobar que todos están en perfecto estado y son los correctos para la operación.

Médico anestesista: profesional que se encargará de su anestesia, sea general o local.

Auxiliar de anestesia: ayudará al médico anestesista en la administración de los agentes anestésicos.

Enfermero/a circulante: profesional que supervisará que el quirófano está en las condiciones adecuadas, que el material que se vaya a utilizar en la operación está disponible. Este enfermero/a será el responsable de recibirle, hablar con usted y prepararlo antes de llevar a cabo la operación. Después de la intervención, también se encargará de asistir a la zona de despertar de la anestesia e informar a sus familiares de su evolución.













Para más información consulte: 

Material para cirugía

En esta nueva entrada vamos a hablar sobre los materiales que se usan para llevar a cabo una cirugía general. Podemos hacer varias clasificaciones según las funciones de cada instrumento así pueden ser: grandes o pequeños, cortos o largos, filos o romos, rectos o curvilíneos.

Instrumentos de corte y disección

Sus bordes van a ser filosos y se van a usar para cortar, extirpar y separar. Hay que tener mucho cuidado con los bordes.
Bisturies: Suelen tener una parte desechable, que sería la hoja para cortar, y otra que se puede volver a utilizar, que sería el mango. Se puede usar para: cortar, abrir un abceso o drenar una cavidad y para hacer pequeñas amputaciones o desarticulaciones.
Cuchillete: Se usa sobre todo para grandes desarticulaciones y amputaciones.
Tijeras: Encontramos muchos tipos diferentes de tijeras que varían según su finalidad, así, sus hojas pueden ser rectas, en ángulo, curvas y con las puntas romas o puntiagudas. En cambio los mangos pueden ser solamente cortos o largos.
  • Tijeras de disección: Dentro de estas volvemos a encontrar una gran variedad. Pueden ser grandes para tejidos duros, con ángulo para alcanzar estructuras, con mangos largos para cavidades corporales profundas y con hojas filosas.
  • Tijeras de apósitos: Se utilizan para cortar drenajes y apósitos y para abrir paquetes u otros materiales. Tendríamos por ejemplo la tijera de Missenbaum o las de Nelson.
  • Tijeras de hilo: Tienen puntas romas y se usan también para preparar material de sutura. Por ejemplo las tijeras de Mayo.
Pinzas:  Su función es la de asegurar la presión del tejido al cerrarse. En caso de que estemos suturando su objetivo será el de mantener fija la aguja  de sutura. Las partes de la pinza son las que veríamos en la siguiente imagen.


Encontramos también muchos tipos de pinzas como son:
  •  Pinzas de sostén y toma.
  • Pinzas lisas: También llamadas pinzas torpes. Son escalonadas. Tienen unas muescas en la punta. Pueden ser rectas o en ángulo pero también cortas o largas, pequeñas o grandes. 
  • Pinzas dentadas: Nos proporcionan un sostén estable en los tejidos duros y en la piel. Tienen un solo diente de un lado que encaja en los del lado contrario.
  • Pinzas de Allis: Se usa para coger estructuras, sostener los bordes de la piel y vísceras huecas sin causarles daños. Tiene ramas ligeramente curvas con una línea de dientes al final que permite sostener el tejido.
  • Pinzas de Babcock: Tienen la misma función que las de Allis. El final de cada rama es redonda y fenestrada.
  • Pinzas hemostáticas: Se utilizan para aplicar presión. Tienen dos partes prensiles en las ramas con estrías opuestas. Se usan, como su nombre indica, para ocluir vasos sanguíneos. Podemos destacar las pinzas de Kelly, las de Rochester y las de Kocher.
  • Pinzas de Mixter: Parecidas a las hemostáticas pero con ramas más delgadas y largas. La extremidad es fina y con una curva acentuada. Permite la disección en regiones profundas y se usa para aislar pedículos y también como pasahilos en el caso de que estemos suturando.
  • Pinza de Anillos o portatorundas: Se usan para desinfectar, fijar la vesícula biliar y para la disección de tejidos con una torunda. Son largas, con ramas que terminan en forma de anillo. Las caras contrapuestas están ranuradas.

Instrumentos de exposición y retracción

Estos se utilizan para retraer músculos, tejidos blandos y otras estructuras para la exposición del sitio quirúrgico.
Los materiales que encontramos dentro de este grupo son:
Porta agujas: Tiene forma de alicate. Las mandíbulas son aplanadas y ranuradas. Se utilizan para coser y en este caso el porta agujas debe ir en sintonía con la aguja que vamos a utilizar. Ejemplo de este instrumento serían el porta agujas de Mayo y el porta agujas de diamante.
Agujas: Pueden tener muchas variable. Por ejemplo pueden ser con filo, sin filo, curvas, rectas, desechables o reutilizables. Existen agujas que ya vienen enhebradas o atraumáticas, que normalmente se usan  en cirugía vascular y del tubo digestivo. Las agujas se designan por números.
Retractor manual:  Constan de una hoja, que puede ser de varios tipos y un mango. Se usan en pares. Algunos de los más conocidos son:
  •    Separadores de Farabeuf.
  •    Separador de Balfour.
  •    Retractor costal de Sauerbruch.
Sonda acanalada: Se usa para dar puntos y proteger tejido subyacente.
Compresas:Pueden ser grandes, que se usarían para las cirugías de vientre, o pequeñas. Hay que destacar que siempre se deben ir contando las compresas que se van utilizando y las que se van extrayendo para que no quede ninguna dentro del paciente. También es necesario contar los instrumentos.



Para finalizar debemos aclarar que cada operación precisa de unos materiales específicos y que hay muchísimas variedades de todos ellos.
Para más información visite Material para Cirugías

Heridas quirúrgicas

¿Qué es una herida quirúrgica?

Una herida quirúrgica se define como "toda aquella pérdida de la solución de continuidad de la piel y/o mucosas y tejidos subyacentes provocada por el cirujano con el fin de acceder a cualquier territorio del organismo"
Este tipo de heridas se clasifican, según su grado de contaminación, en: heridas limpias, heridas limpias-contaminadas, heridas contaminadas y heridas sucias.

Clasificación

Heridas limpias

Son aquellas heridas no traumáticas y que no tendrían por qué contaminarse. Se producen en intervenciones en las cuales no se penetra en ningún órgano o cavidad colonizada por microorganismos.
Dentro de este grupo de intervenciones se encuentran las herniorrafías, mastectomías y tiroidectomías.
El patógeno más común es el Staphylococcus aureus y las tasas de infección se encuentran iguales o menores al 2%.

Heridas limpias-contaminadas

Son aquellas producidas en intervenciones en las cuales sí se penetra en órganos o cavidades contaminadas por flora bacteriana endógena del propio paciente. Estas zonas son: el tubo digestivo, el tracto respiratorio o el tracto urinario.
Dentro del grupo de estas intervenciones se encuentran: las resecciones intestinales, apendicectomías, colecistectomía, resecciones pulmonares, procedimientos ginecológicos, y operaciones de cáncer de cabeza y cuello que involucran la orofaringe.
Las tasas de infección para esta clase de procedimientos se encuentran entre el 2-10%.

Heridas contaminadas

Se producen cuando está presente una gran contaminación del sitio quirúrgico en ausencia de una infección obvia. Dos ejemplos representativos serían: la contaminación no controlada al abrir el lumen intestinal y la perforación de la vesícula litiásica durante una colecistectomía.
La salida del contenido intestinal hacia otras cavidades es lo que produce la contaminación de la herida.
Las tasas de infección se encuentran entre el 3-13%, aun empleando antibióticos preventivos.

Heridas sucias

Se las considera heridas sucias a todas aquellas que se producen cuando existe una infección en el sitio quirúrgico. Ejemplos característicos son: las exploraciones abdominales en situaciones de peritonitis bacteriana o los abscesos intraabdominales.
En pacientes que recibieron terapia antibiótica previa o infección nosocomial, se pueden encontrar gérmenes multirresistentes.

¿Operación?

¿De dónde viene la palabra operación?

Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos oído hablar en algún momento de la palabra operación. Pero para saber lo que significa, primero tenemos que saber de dónde procede esa palabra.
Las operaciones o intervenciones quirúrgicas son parte de la disciplina de la cirugía. Cirugía proviene originariamente de la palabra griega χειρουργία que significaba "trabajo de manos, actuación con las manos". Pero fue en el siglo I a.C. cuando la palabra cirugía llegó a Roma, donde pasó a llamarse chīrurgia.


¿Qué significa?

La RAE define la palabra cirugía como: "la parte de la medicina que tiene por objeto curar las enfermedades por medio de la operación". Por lo tanto, entendemos operación como todo procedimiento quirúrgico que, mediante la utilización de materiales adecuados, tiene un fin reparador, terapéutico o paliativo.
Para que podamos hablar de intervención quirúrgica, en necesario que exista un daño en la continuidad cutánea, es decir, una herida quirúrgica.

¿Cómo clasificamos las intervenciones quirúrgicas?

Las intervenciones quirúrgicas podemos clasificarlas según su localización, su extensión o su propósito.
Según su localización las clasificamos en: externas, si abarcan la piel y las estructuras subyacentes; o en internas si implican un mayor plano de profundidad, aunque no exista cicatriz externa visible. También podemos clasificarlas por la localización dependiendo del sistema al que afecten.
Según su extensión diferenciamos: la cirugía menor, es simple y no suele presentar complicaciones; y la cirugía mayor, es compleja y puede complicarse hasta incluso llegar a producir la muerte.
Según su propósito las intervenciones quirúrgicas se dividen en: curativas, si pretenden eliminar el problema; reparadoras, si se utilizan para reforzar partes afectadas o corregirlas; paliativas, si su fin es calmar los síntomas que provoca la enfermedad, pero sin eliminarla; y cosméticas, si el propósito es mejorar la estética.

¿Estoy en riesgo?

Toda intervención quirúrgica implica un riesgo, pero este puede ser mayor o menor dependiendo de factores como la complejidad del procedimiento, las características del paciente o la localización anatómica de la operación.
Para valorar el riesgo que existe, utilizamos escalas. Las más conocidas y utilizadas son: la clasificaciónb de la ASA (American Society of Anesthesiologists), la clasificación de Mannhein o la PSA (patient, surgery, anesthesia).